"Esto muestra que todo el evento de cacería fue orquestado de forma adecuada y bien financiado para garantizar que fuera un éxito", dijo Muchinguri.
Palmer, citado por su vocero, afirmó con anterioridad que siguió a su guía local durante la cacería e indicó que no sabía que era ilegal.
Una petición en línea dirigida a la Casa Blanca para pedir la extradición de Palmer ha ganado más de 500.000 firmas. Los amantes de los animales mantienen su protesta en frente de la oficina del dentista en Minnesota y bloquean su ingreso con animales de peluche y coronas de flores.
De ser condenado en Zimbabwe, Palmer podría ser encarcelado hasta por 10 años por caza furtiva.
Por otra parte, este acto de cacería expuso las dificultades financieras que enfrenta la autoridad de conservación de la vida silvestre de Zimbabwe dado que las cifras oficiales muestran que la cacería por trofeo le genera al país 40 millones de dólares anuales.
Parte de los ingresos son utilizados en la conservación de la vida silvestre y para ayudar a las comunidades locales empobrecidas cuyo ganado es en ocasiones víctima de animales salvajes.
