ROMA, 30 jul (Xinhua) -- La reciente serie de accidentes ocurridos en las últimas semanas en el Aeropuerto Fiumicino de Roma, el más concurrido de Italia, ha causado afectaciones al tráfico aéreo, descontento entre los pasajeros e incluso la amenaza de partida de la mayor aerolínea del país, Alitalia.
Un apagón de cerca de 20 minutos ocurrido hoy, que no afectó las torres de control de tráfico aéreo por lo que los aviones pudieron aterrizar y despegar, fue suficiente para exasperar a los pasajeros después de que un incendio forestal ocurrido el día anterior en una zona cercana condujo al cierre de Fiumicino durante algunas horas.
"Díganos qué es lo que tenemos que hacer. Estamos hartos de todo esto. Por favor, llame los responsables. Hemos estado aquí desde la mañana", dijo un pasajero furioso con destino a Palermo, en el sur de Italia, a la agencia noticiosa italiana ANSA. La policía tuvo que intervenir para calmar a cientos de personas.
"Nos hicieron bajar del avión, pero no nos devolvieron nuestro equipaje. Nos dijeron que no saben en dónde está y que si nos vamos del aeropuerto podríamos ya no encontrar el equipaje y que nuestro boleto ya no será válido", dijo una madre de dos niños al diario Il Messaggero con sede en Roma.
"Nos sentimos como prisioneros. Queremos irnos a casa. Los niños están llorando. ¿Cómo es posible todo esto?" insistió la mujer tras esperar más de siete horas en el aeropuerto con su familia. Otra mujer se quejó de que se vio obligada a permanecer en el avión cerca de dos horas junto con otros pasajeros, algunos de los cuales se sentían mal, debido a que el avión no podía despegar por el incendio del miércoles.
El Cuerpo Estatal Forestal de Italia dijo hoy que el incendio pudo haberse originado en un basurero de residuos industriales y domésticos en una zona muy degradada no lejos del aeropuerto. Las llamas se propagaron por el viento, lo que obligó a las autoridades a suspender todos los vuelos.
"Estamos investigando las causas, pero actualmente no podemos precisar si el incendio fue intencional o no", dijo a Xinhua Daniela Piccoli, directora del Departamento de Protección Civil y Ayuda Pública del Cuerpo Estatal de Silvicultura. El alcalde de la ciudad de Fiumicino, Esterino Montino, dijo que en su opinión, el incendio fue intencional.
Además, la semana pasada, más de 60 vuelos de Alitalia fueron cancelados en el aeropuerto por causa de una huelga de pilotos y sobrecargos.
El caos en medio del periodo vacacional de verano se produce mientras Fiumicino se recupera de un incendio en la Terminal 3 en mayo que causó daños por 80 millones de euros (más de 87 millones de dólares) a Alitalia, la única aerolínea que tiene su centro en Fiumicino.
"Los problemas de Fiumicino se derivan de años y años de inversiones y planificación inadecuadas y que ahora son estructurales. Esperamos que se preste menos atención a las finanzas y más atención al mercado y a las necesidades de los pasajeros", dijo en una declaración el director general de Alitalia, Silvano Cassano.
Cerca del 50 por ciento del número total de vuelos de Fiumicino, que en 2014 recibió cerca de 39 millones de pasajeros, son realizados por Alitalia. "Pero si Fiumicino sigue centrándose en las aerolíneas de bajo costo y en servicios mediocres, Alitalia se verá forzada a buscar el crecimiento en otro sitio", dijo Cassano.
Claudio Albonetti, presidente de Assoturismo Confeserceti, la rama turística de la asociación empresarial Conesercenti, advirtió hoy que el caos en el transporte que ha caracterizado a este mes de julio podría tener repercusiones negativas en el sector turístico.
"Necesitamos más inversión y más atención a la infraestructura, sobre todo en transporte aéreo, lo cual es vital para el turismo", dijo. "En este momento, Fiumicino se ve plagado de desastres, accidentes y demoras que presentan una postal muy mala de Italia a los turistas extranjeros", dijo Albonetti.
La prensa local destacó que el caos de Fiumicino es de hecho la consecuencia natural de una crisis dramática en Roma con una administración sumida en escándalos de corrupción, deuda y la mano de organizaciones criminales, lo que implica el riesgo de generar una sombre indeleble sobre la reconocida belleza de la capital italiana.