WASHINGTON, 29 jul (Xinhua) -- La exsecretaria de Estado de EEUU Hillary Clinton ha aceptado acudir a declarar el próximo 22 de Octubre a la audiencia sobre el ataque terrorista que tuvo lugar en Bengasi en el año 2012, según informó el miércoles el comité de investigación elegido por la Cámara baja.
"Los miembros del comité cuestionarán a la exsecretaria de Estado sobre Libia, Bengasi y su correo electrónico, de acuerdo con el alcance y la jurisdicción del comité", dijo el portavoz de la entidad, Jamal Ware, en un comunicado.
Se espera que Clinton, la principal candidata demócrata para las elecciones presidenciales de EEUU de 2016, sea interrogada por los legisladores republicanos sobre su papel en el ataque de Bengasi, y sobre el polémico uso de un servidor privado para manejar sus correos electrónicos mientras ocupaba el cargo público.
Durante los últimos meses, Clinton y la Cámara dominada por los republicanos se han visto envueltos en una lucha sobre cuándo y cuántas veces debería Clinton declarar ante la comisión investigadora.
El equipo de campaña de Clinton ya anunció el sábado pasado que la candidata declararía el 22 de Octubre ante el comité, pero el anuncio fue refutado más tarde por el mismo comité, controlado por los republicanos, quienes insistieron en que no se había fijado ninguna fecha.
El comité de la Cámara también acusó al equipo de campaña de Clinton de tratar de excluir de su testimonio el polémico uso del citado servidor privado.
Clinton era secretaria de Estado en el momento en el que militantes islámicos perpetraron el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi, que se saldó con la muerte del embajador Chris Stevens y de otros tres estadounidenses.
La polémica que rodea el uso de Clinton de una cuenta de correo electrónico personal para asuntos de Estado durante su tiempo a la cabeza del citado departamento recuperó el interés del público la semana pasada, después de que el inspector general de la Comunidad de Inteligencia de EEUU informara a los legisladores de que una parte de los contenidos enviados desde el servidor privado de Clinton contenía información clasificada.
