LA PAZ, 25 jul (Xinhua) -- Los dirigentes Jorge Justiniano, segundo vicepresidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), y Pedro Zambrano, secretario general, fueron remitidos hoy a la cárcel con detención preventiva.
Un juez determinó la acción la noche del viernes por una serie de presuntos delitos, informó hoy el fiscal general, Ramiro José Guerrero.
Justiniano deberá cumplir detención preventiva en el penal de Villa Busch de Cobija en Pando (norte), mientras que Zamorano fue enviado a la cárcel de Mocoví de Trinidad en el departamento amazónico de Beni (noreste).
El juez 5 de Instrucción en lo Penal de Sucre (sur), Roberto Valdiviezo, luego de escuchar los alegatos de la defensa y de la Fiscalía en una audiencia de medidas cautelares que se prolongó por más de ocho horas, al final de la noche del viernes justificó la detención preventiva.
Los tipos penales por los cuales fueron imputados ambos dirigentes son organización criminal, legitimación de ganancias ilícitas, uso indebido de influencias, beneficios en razón del cargo, delitos tributarios y estafa con la agravante de víctimas múltiples.
Son tres los dirigentes de la FBF con detención preventiva; en el penal de Palmasola, en Santa Cruz, está desde el jueves Carlos Chávez, titular de la entidad, por haber cometido supuestamente cinco delitos: organización criminal, legitimación de ganancias ilícitas, estafa agravada, uso indebido de influencias y beneficios en razón del cargo.
En tanto que Alberto Lozada, el secretario ejecutivo, cumple detención domiciliaria, y tiene arraigo.
En Cochabamba (centro), por otra parte, Juan Pablo Mendieta, integrante del equipo de fiscales que realiza la investigación, hizo al mediodía de ayer una inspección e inventario a las oficinas y personal de la FBF.
Guerrero descartó una intervención a la FBF y afirmó que el Ministerio Público develó la existencia de una organización criminal integrada por Carlos Chávez, Alberto Lozada y otras personas.
La Fiscalía abrió sus investigaciones el mes pasado tras el escándalo de corrupción que involucró previamente a altos ejecutivos de la FIFA. En las denuncias se mencionó a Chávez, que habría recibido un soborno de 7,5 millones de dólares.
En las indagaciones del Ministerio Público figuran unos 40 dirigentes del fútbol boliviano, quienes fueron convocados a declarar.
El Ministerio Público, con esos antecedentes, utilizó la denuncia de otro dirigente deportivo boliviano sobre una supuesta apropiación de dinero que habría realizado Chávez de la recaudación que dejó un amistoso de fútbol, jugado en 2013, entre las selecciones de Bolivia y Brasil.
Parte de la recaudación de ese dinero iba a beneficiar a la familia del niño Kevin Beltrán, quien murió impactado por una bengala en febrero de 2013, durante un partido por la Copa Libertadores entre el boliviano San José y el brasileño Corinthians. Por ese caso, un grupo de hinchas brasileños estuvo detenido.
Limbert Beltrán, padre de Kevin, señaló que a su familia nunca le llegó ni un centavo de lo ofertado públicamente, cuyo monto jamás se precisó. La justicia indaga el paradero de ese dinero.