KUNMING, China, 23 jul (Xinhua) -- Los humanos y los elefantes sostienen una guerra en la provincia de Yunnan, suroeste de China.
El saldo de ese conflicto tan sólo este año es de tres personas fallecidas a causa de los elefantes silvestres que viven en la zona y de tres elefantes que murieron a causa de pesticidas o de disparos de arma de fuego.
Un aldeano de la prefectura autónoma dai de Xishuangbanna, un destino turístico popular donde los elefantes aparecen en cualquier momento del itinerario, fue detenido el domingo por la policía por matar a una elefanta silvestre preñada.
El aldeano, identificado como Wang por la policía, abrió fuego con un arma casera contra un grupo de elefantes silvestres que habían invadido su tierra.
Una elefanta de más de tres toneladas de peso fue hallada muerta más tarde en el estanque de peces de Wang con un disparo en la cabeza. La hembra estaba preñada de una cría macho de 99 kilogramos y estaba apunto de parir.
El 26 de junio, fueron hallados sin vida dos jóvenes elefantes machos a los que salía sangre del hocico, trompa y ano. La policía halló pesticidas en sus estómagos y no descarta la posibilidad de que fueran envenenados por los granjeros. Dieciséis elefantes salvajes fueron vistos en el área a fines de noviembre y desde entonces se han reportado varios incidentes.
Los elefantes asiáticos son una especie amenazada y protegida en China. Entre 250 y 300 vagan por Xishuangbanna y otras partes del sur de Yunnan. Debido a que su hábitat ha sido fragmentado, en ocasiones incursionan en aldeas, dañan las cosechas e incluso atacan a los humanos.
PISADAS EN LA MANTEQUILLA
Un aldeano murió luego de ser atacado cuando trabajaba en sus tierras en junio. Su esposa escapó por poco de la muerte gracias a que un cobertizo se vino abajo y la protegió del ataque. Este año se han registrado al menos tres ataques de elefantes en el área. Dos mujeres murieron a causa de esos ataques en el área en 2012 y 2013.
El distrito de Simao, cubierto ampliamente de vegetación, es un hábitat ideal para los elefantes. Unos 60 animales vagan por el distrito. Seis personas han muerto y nueve han resultado heridas en ataques de elefantes desde 1999. Los campesinos temen por sus cosechas. Los estudiantes realizan viajes angustiantes a la escuela y la gente local sale con menos frecuencia al mercado. Algunos no pueden dormir en sus propias casas por temor a que los paquidermos hambrientos irrumpan y acaben con sus despensas.
El número de elefantes silvestres está en aumento, sin duda un positivo, pero los saqueos, la destrucción de cosechas y el derribo de árboles y casas es una amenaza muy real para la vida de la gente.
El Buró de Silvicultura de Simao calculó que de 1991 a 2010 los animales silvestres, sobre todo elefantes, han dejado 33 muertos y 165 heridos. En toda la provincia, 1.324 muertos y pérdidas por cerca de 390 millones de yuanes (63,7 millones de dólares) han sido atribuidos a los animales silvestres en la última década. Esas tragedias se volverán más frecuentes si la campaña del gobierno central para mejorar el medio ambiente tiene éxito y aumenta el número de elefantes.
ALIMENTOS Y PRIMAS PARA PAQUIDERMOS
Un elefante adulto come hasta 300 kilogramos de alimentos al día y bebe una gran cantidad de agua. Camina decenas de kilómetros en busca de comida.
Chen Mingyong, un experto en elefantes de la Universidad de Yunnan, cree que los corredores de conservación son clave para resolver el conflicto entre el hombre y la bestia. Enlazar el hábitat fragmentado con los corredores protegidos reducirá la coincidencia en espacios habitados por humanos y elefantes.
Bases donde se cultive bambú y plátanos específicamente para los elefantes también ayudarían. La mayor parte de los daños provocados es causada por la incansable búsqueda de alimento que realizan los elefantes.
El gobierno de Simao destinó más de 600.000 yuanes el año pasado en un "comedor de elefantes" que incluyó un jardín de plátanos, un bosque de bambú y un estanque. El gobierno de la provincia enfrenta grandes gastos de indemnización por los daños causados por los animales protegidos. El costo anual puede ascender hasta los 10 millones de yuanes.
En 2009, Yunnan contrató a la aseguradora China Pacific Insurance Co. para asegurar las cosechas, propiedades y vidas en algunas regiones. El gobierno paga las primas y las aseguradoras investigan e indemnizan a la gente cuando los animales causan problemas.
Li Laoxiao ha probado todo para alejar a los elefantes de su plantación, aunque con pocos resultados. "Ahora sólo les permito comer. Recibo 15 yuanes por cada árbol de caucho dañado y 10 por cada platanal", dijo.
El mecanismo comercial es claramente más efectivo. La indemnización es mayor y se paga más rápido, pero el descontento persiste. En noviembre, 114 aldeanos de nueve aldeas de Simao solicitaron una protección mejor y una compensación mayor.
Yang Zhengrong, de la oficina de la aseguradora en Yunnan, dijo a Xinhua que la compañía pagó más de 81 millones de yuanes de indemnizaciones de 2010 a 2013, pero que recibió menos de 48 millones en primas.
"El mecanismo de compensación necesita ser mejorado. No es sostenible a largo plazo", explicó Yang.