WASHINGTON, 22 jul (Xinhua) -- El Banco Mundial elevó su pronóstico para 2015 en relación con el precio del crudo de 53 dólares en abril a 57 dólares el barril, después de que los precios del petróleo subieron 17 por ciento en el trimestre de abril a junio, se indicó en el más reciente Panorama de Mercados de Materias Primas del banco dado a conocer hoy.
El banco informó que los precios de la energía subieron 12 por ciento en el trimestre y que el alza en el petróleo fue compensada por el descenso en los precios del gas natural y el carbón. Sin embargo, el banco espera que los precios de la energía se ubiquen en promedio en un 39 por ciento por debajo del nivel de 2014, de acuerdo con la actualización trimestral del banco sobre el estado de los mercados internacionales de materias primas.
Se espera que el precio del gas natural baje en los tres mercados principales, incluyendo Estados Unidos, Europa y Asia. Es probable que el precio del carbón baje 17 por ciento. Excluyendo la energía, el Banco Mundial informó sobre una baja de dos por ciento en los precios durante el trimestre y pronostica que los precios no relacionados con la energía se ubicarán este año en promedio en un 12 por ciento por debajo de los niveles de 2014.
"La demanda de petróleo crudo fue más alta de lo que se esperaba en el segundo trimestre. A pesar el incremento marginal en el pronóstico sobre precios para 2015, grandes inventarios y una producción creciente de los miembros de la OPEP indican que es probable que los precios sigan siendo débiles en el mediano plazo", dijo John Baffes, economista y principal autor del informe.
En caso de ser ratificado, el nuevo acuerdo nuclear de Irán con Estados Unidos y otros importantes países permitirá mitigar las sanciones, incluyendo las restricciones a las exportaciones petroleras de Irán, se indicó en el informe.
En una sección especial que evalúa los papeles desempeñados por China e India en el consumo global de materias primas, el informe encontró que en las últimas dos décadas, la demanda de China y en menor grado la de India elevaron de manera significativa la demanda global de metales y energía, sobre todo carbón, aunque resultó menor en cuanto a productos alimentarios.