Los legisladores chinos están persiguiendo una estrategia de "crecimiento de calidad", y "no están tratando de lograr el crecimiento más rápido posible, sino el crecimiento sostenible más rápido".
Expertos como Lipton no creen que la reestructuración económica de China sea un camino fácil, pero la desafiante transición es necesaria desde una perspectiva de largo plazo. Algunos economistas argumentan que la reestructuración de la nación ha sido postergada por la crisis financiera y que ahora se debe pisar el acelerador.
Las autoridades deben utilizar múltiples instrumentos que incluyan a la política fiscal, la liberalización de la tasa de interés y otras reformas financieras, así como reformas en la fijación de precios, para incrementar las perspectivas de reducir los desequilibrios económicos y facilitar la transición deseada hacia un camino de crecimiento conducido más por el consumo, sugirió Nicholas Lardy, un miembro del Instituto Peterson de Economía Internacional, un importante grupo de expertos de Estados Unidos.