Uno de los principales obstáculos para la reestructuración de China ha sido la generación de empleos suficientes para la nación más poblada del planeta.
Este año se calcula que 7,5 millones de graduados universitarios competirán por un puesto en el mercado laboral más competido de la historia. Aunque el enfoque del gobierno es una mejor calidad, muchos economistas creen que China debe mantener un crecimiento mediano en el futuro cercano para cubrir las necesidades de creación de empleos.
China prometió crear más de 10 millones de empleos urbanos y aseguró que la tasa de desempleo urbano registrada no superaría el 4,5 por ciento en 2015, a pesar de que la expansión económica se desaceleró a su tasa más baja en 24 años para ubicarse en 7,4 por ciento en 2014.