ANALISIS: Un Japón rearmado pone en peligro el mundo ya que no se arrepiente de su pasado bélico

Actualizado 2015-07-22 11:30:35 | Spanish. xinhuanet. com

Por Yoo Seungki

SEUL, 22 jul (Xinhua) -- Los proyectos de ley de seguridad, con los que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha soñado pero que cuentan con la oposición de una amplísima mayoría de japoneses, fueron impuestos en la cámara baja del Parlamento la semana pasada, poniendo en riesgo la región de Asia Oriental y el mundo, ya que el Gabinete de Abe no se ha arrepentido de manera sincera sobre el pasado bélico del país.

La controvertida legislación, que permitirá a Japón desestimar su Constitución pacifista y luchar en el extranjero por primera vez después de su derrota en la Segunda Guerra Mundial, se enfrentaron a una fuerte oposición en el país, dado que cinco partidos opositores votaron en contra en la cámara baja y hasta un total de 60.000 personas se manifestaron fuera de la sede parlamentaria.

El índice de aprobación de Abe había caído antes de la votación, y el 56 por ciento de los encuestados expresaron su oposición a los proyectos de ley, según una reciente encuesta de Asahi Shimbin. Solo el 26 por ciento respaldaron la legislación, que habilitará a las Fuerzas de Autodefensa (FAD) a participar en guerras en el extranjero incluso si Japón no es atacado.

La forzada aprobación de los proyectos también preocupa a los países vecinos, ya que el Gabinete de Abe todavía tiene que ofrecer una disculpa sincera por la guerra de agresión y por las barbaridades cometidas en su colonización. El llamado Ejército "normal" solo invocaría el espectro de un "militarismo proactivo", dado que su errónea percepción de la historia no ha sido corregida.

"Japón insiste en su mayor contribución a la paz y estabilidad a nivel regional y global (a través del pacifismo proactivo), pero hay pros y contras en ello", explicó en una reciente entrevista con Xinhua el profesor de la Academia Diplomática Nacional de Corea (KNDA, siglas en inglés) Jo Yanghyeon.

A no ser que la percepción sobre la historia bélica del Gabinete de Abe satisfaga a los países vecinos y dé un giro en su actitud revisionista, las críticas no pararán por la búsqueda de Japón de un fortalecimiento de su poder militar por sí solo.

Algunos medios surcoreanos consideraron que la apresurada aprobación de los proyectos de ley tenía por objetivo sacarlos adelante sin discusión en una sesión ordinaria. La cámara alta tiene un plazo estimado de 60 días para rechazar o enmendar los textos legales. El Partido Liberal Democrático de Abe y su socio de coalición tienen una mayoría de dos tercios en la cámara baja.

La furia ciudadana en Japón a causa de la aprobación forzosa evocó a algunos medios de comunicación surcoreanos la dimisión en 1960 como primer ministro de Nobosuke Kishi, el abuelo de Abe, por su respaldo al acuerdo de seguridad con Estados Unidos. "Si el apoyo de Abe continúa cayendo, su autoridad como primer ministro se debilitaría", reflexionó Jo.

Para compensar la caída de su popularidad, se espera que Abe busque remendar las relaciones con China y con Corea del Sur, anotó Jo. Sin embargo, parece que será difícil lograrlo ya que Abe se abstuvo de pedir perdón de corazón por las atrocidades cometidas por Japón durante la Segunda Guerra Mundial.

Abe definió a centenares de miles esclavas sexuales, en su mayoría mujeres coreanas forzadas a trabajar en los burdeles militares japoneses durante las II Guerra Mundial, como "tráfico de personas", en un intento de rehuir la responsabilidad del Gobierno.

Abe tampoco habló con claridad sobre la guerra de agresión de Japón y la colonización de la Península Coreana, cuando este año se celebra el 70º aniversario de la liberación de la península del dominio colonial nipón entre 1910 y 1945.

Este año también se conmemora el 70º aniversario de la victoria de la guerra de China contra Japón, que supuso una gran contribución a la victoria del mundo en la guerra contra el fascismo. Las fuerzas chinas eliminaron, hirieron y capturaron a más de 1,5 millones de soldados japoneses en la guerra anti-japonesa, según el director del Instituto de Historia Moderna de la Academia China de Ciencias Sociales, Wang Jianlang.

Japón invadió el noroeste de China en septiembre de 1931, pero los historiadores concuerdan en que la invasión de Japón a gran escala comenzó con el "Incidente del 7 de julio" de 1937, cuando los soldados japoneses atacaron el puente Lugou, un punto de acceso crucial a Beijing.

"Estoy de acuerdo con el papel de China en la victoria de la Segunda Guerra Mundial (de la Guerra Anti-Fascista)", Lee Ji-Yong, otro profesor de la KNDA, dijo a Xinhua. "A causa de que las tropas japonesas lucharon una dura batalla contra las fuerzas chinas, las Fuerzas Aliadas se sintieron cómodas en el frente del Pacífico", señaló Lee.

Lee manifestó que el Partido Comunista de China agitó la guerra de ocho años de resistencia contra Japón, en la que participó el Ejército de Voluntarios Coreanos. Apuntó que los soldados coreanos y chinos formaron un frente común contra el Japón militarista, agregando que China fue el centro del movimiento anti-japonés a favor de la independencia de la península.

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