Por Raúl Menchaca

LA HABANA, 20 jul (Xinhua) -- Los cubanos acogieron hoy con esperanza el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre la isla y Estados Unidos, oficializado este lunes después de 54 años de ruptura y hostilidad.

"Ojalá esto sirva para mejorar los lazos con las familias que viven en La Florida", dijo a Xinhua la septuagenaria Ana Ferreiro, quien se refirió de esa forma a los casi dos millones de cubanos y sus descendientes que viven en el sur de Estados Unidos.

"Espero que a partir de ahora sean más rápidos y flexibles los trámites para quienes desean viajar temporalmente a Estados Unidos o venir a Cuba", señaló.

Ferreiro, una maestra jubilada, aseguró que ahora "los políticos y los diplomáticos tienen que ponerse de acuerdo para que las relaciones sean de civilizada convivencia entre vecinos diferentes".

Más escéptico, Rubén Benítez, dijo que "no espero mucho porque todavía es casi una barrera infranqueable el bloqueo", que los estadounidenses llaman embargo y que fue impuesto a la isla por Washington en febrero de 1961.

"Cómo van a ser normales las relaciones si tratan de asfixiarnos con el bloqueo", aseveró el mecánico habanero, quien no obstante mostró una cierta esperanza al afirmar que "habrá que esperar todavía un tiempo para ver cómo va la cosa".

Yohandry Fonseca, quien en las cercanías de lo que desde hoy es la embajada estadounidense, tiene un negocio de llenado de planillas y documentación para la solicitud de visas, se mostró más optimista.

"Mirándolo desde el punto de vista social es una apertura muy, muy favorable para los dos pueblos, o sea, sin tener necesidad de tocar los puntos políticos, que son otra cosa, creo que es muy bueno", afirmó.

Para Fonseca esta es "es una oportunidad que van a tener los dos pueblos, tanto Estados Unidos como Cuba, de estrechar relaciones, de viajar, de conocerse mejor".

Más frustrados quedaron los periodistas de diversos medios que desde esta madrugada desplegaron una parafernalia tecnológica frente a la sede diplomática ubicada frente al emblemático Malecón habanero.

Al final no hubo izamiento de la bandera estadounidense y todo se limitó a una escueta nota de prensa en la que se anunció que la Sección de Intereses se convirtió "en la Embajada de los Estados Unidos en La Habana".

La nota entrega a la prensa por diplomáticos estadounidenses señaló que la legación "continuará sus funciones diplomáticas desde su local en el Malecón, bajo el liderazgo del encargado de negocios ad interim Jeffrey DeLaurentis".

El texto confirmó que el secretario de Estado, John Kerry, viajará a la isla este verano para celebrar la reapertura de la representación en La Habana e izar la bandera estadounidense.

Más tarde, en Washington, la cadena noticiosa televisiva CNN informó que Kerry viajará a La Habana el próximo 14 de agosto para izar la enseña de la barra y las estrellas, aunque el Departamento de Estado no ha confirmado esa información.

En la capital estadounidense, el canciller cubano Bruno Rodríguez izó la bandera y habló en un breve acto protocolar que fue transmitido en vivo a la isla por televisión.

Rodríguez pidió el fin del bloqueo de Estados Unidos y la devolución del territorio cubano ocupado por la Base Naval de Guantánamo como condiciones para normalizar las relaciones entre los dos países.

"Es grande el desafío porque nunca ha habido relaciones normales entre Estados Unidos y Cuba pese a siglo y medio de intercambios entre sus pueblos", subrayó el ministro cubano.

No obstante, Rodríguez, primer canciller cubano que visita Washington desde 1959, expresó el "firme compromiso" del gobierno cubano con el avance en las relaciones entre los dos países, "sin menoscabo alguno" de la independencia del pueblo cubano y "su lucha centenaria por la plena autodeterminación".