"Una inundación no es por sí misma un desastre natural, las consecuencias catastróficas ocurren cuando las personas no están preparadas ni protegidas cuando ocurre", indicó Egeland.
El informe señala que en la actualidad, las probabilidades de ser desplazados por un desastre son 60 por ciento más altas de lo que eran hace cuatro décadas, y un análisis de 34 casos revela que los desplazamientos por desastres pueden durar hasta 26 años.
Las personas tanto en países ricos como pobres pueden estar sujetas a desplazamientos de largo plazo o muy prolongados. En Estados Unidos, más de 56.000 personas aún requieren asistencia para vivienda luego del huracán "Sandy" de 2012, y 230.000 personas han sido incapaces de establecer nuevas casas en Japón luego del sismo, el consecuente tsunami y el accidente nuclear de 2011, indica el documento.
El informe aparece en un momento crucial este año debido a que varios procesos políticos pasados y futuros convergen, entre ellos las Metas de Desarrollo Sostenible, que serán adoptadas en septiembre, así como los actuales preparativos para la Cumbre Mundial Humanitaria de 2016.
|