SAO PAULO, 23 ago (Xinhua) -- El fortalecimiento de la cooperación con China y el grupo BRICS, así como la diversificación de otros mercados externos, son caminos fundamentales para que Brasil enfrente el tarifazo de Estados Unidos y las sanciones contra sus funcionarios, consideraron expertos.
"El acercamiento con China, en este caso, es fundamental. China es el principal socio comercial de Brasil. Para algunos productos es necesario que haya cierta evolución", sostuvo el profesor de la Universidad de Campinas (Unicamp) y coordinador del Grupo de Estudios Brasil-China, Célio Hiratuka, en entrevista con Xinhua.
El especialista explicó que, aunque se necesitarían negociaciones más amplias, "algunos bienes que enfrentan barreras en Estados Unidos, como el café, pueden ser redirigidos al mercado chino".
A inicios de mes entró en vigor un arancel del 50 por ciento impuesto por Estados Unidos a casi 4.000 productos brasileños, como medida de represalia por el juicio por golpismo que se le sigue al expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2022), quien actualmente cumple prisión domiciliaria.
Hiratuka identificó que la medida "es un claro intento de interferir en la cuestión política interna de Brasil", por un lado por la alianza del presidente estadounidense, Donald Trump, con Bolsonaro y, por otro, como intento de "dar una cierta represalia al único bloque que hoy se organiza de manera más clara contra esta política bilateral estadounidense: los BRICS".
Advirtió que las iniciativas del bloque, como la creación de foros de negociación, el impulso de sistemas de pago alternativos al dólar y la construcción de espacios de cooperación multilateral, "claramente incomodan al Gobierno estadounidense".
En ese sentido, adelantó que la política de Trump, basada en relaciones bilaterales y en el abandono de mecanismos multilaterales, genera un escenario particularmente adverso para América Latina, sobre todo para los países más pequeños.
Por su parte, el miembro del Comité Consultivo del Consejo Empresarial Brasil-China (CEBC), Jorge Arbache, agregó que, aunque el factor BRICS pudo haber influido marginalmente, el trasfondo inmediato de la decisión de Washington es de naturaleza política sin evaluar la cuestión técnica arancelaria.
"El Brasil de hoy ocupa cada vez más un espacio estratégico en la economía global por sus ventajas comparativas en temas críticos como seguridad alimentaria, seguridad energética, descarbonización y minerales críticos. Eso pesa en la cabeza de estrategas en Estados Unidos", afirmó Arbache.
El también profesor de la Universidad de Brasilia (UNB) aclaró que la desdolarización entre los BRICS y el Sur Global todavía no puede generar en el corto plazo una moneda capaz de reemplazar al dólar, por lo que, consideró, lo más urgente para Brasil es diversificar mercados y evitar una excesiva concentración de exportaciones hacia un solo socio.
"Hay un gran potencial de ampliación del comercio con China e India, además de países árabes. En el corto plazo, China puede absorber parte de lo que se exportaba a Estados Unidos", opinó.
Estados Unidos es el segundo socio comercial de Brasil desde 2009, detrás de China.
El economista apuntó además que la política comercial de Trump traerá consecuencias también para la propia economía estadounidense: "los efectos inflacionarios llegarán, con impactos en el costo de vida y en el precio de insumos, porque sectores como el acero, los alimentos o la celulosa ya muestran presiones de precios en Estados Unidos".
Arbache elogió la respuesta inmediata del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva con un paquete de crédito para exportadores afectados que no puedan vender sus productos a otros mercados.
De todos modos, aclaró que los vaivenes de las decisiones de Estados Unidos generan una situación de falta de previsión no solo para Brasil sino para el comercio mundial.
"La situación sigue marcada por la imprevisibilidad, porque Trump cambia de política de manera constante. Lo que hoy es una barrera mañana puede no serlo", enfatizó.