RÍO DE JANEIRO, 28 sep (Xinhua) -- En los márgenes de la Lagoa Rodrigo de Freitas, una de las imágenes más emblemáticas y famosas de Río de Janeiro, ha aparecido en los últimos meses un mariposario que despierta la atención de las personas que pasean por la zona.
Enamorado de los árboles y las plantas, el arquitecto carioca Heitor Wegmann, de 49 años, se cansó de ver el descuido que había en la estrecha franja que separa la calle en la que pasean las personas y la ciclovía, donde cada día miles de personas salen a correr y a ir en bicicleta.
Wegmann, quien vive a poca distancia de la Lagoa, decidió entonces usar esta franja, en la que hay las farolas que iluminan la calle de noche, para plantar flores que atraen a centenares de mariposas diariamente.
Inspirado en un proyecto parecido que hay en Nueva York, el carioca empezó a plantar únicamente flores nativas de la Mata Atlántica, el bioma en el que se encuentra Río de Janeiro.
"Quería ver flores, para inspirar a las personas para que se apoderen de la ciudad, que hagan alguna cosa, que dejen de quejarse. Es una iniciativa para sumar, todo el mundo puede participar. Quiero mostrar que Río de Janeiro es nuestra, y que si la cuidamos, puede ser aún más bonita de lo que ya es", explicó a Xinhua.
El mariposario empezó a ganar forma en abril de este año, cuando el arquitecto plantó una Caesalpinia pulcherrima, una flor conocida por atraer mariposas y colibríes, cerca del Club Naval. Además, también optó por plantar hierba resistente, ya que la zona está próxima a una parada de autobús y en ella pasan centenares de personas cada día.
Posteriormente, decidió plantar más de 200 lantanas, planta que además de atraer mariposas, es resistente al sol.
"Mi sueño es cultivar el jardín en todo el entorno de la Lagoa, pero como de momento es algo que voy pagando yo, lo voy haciendo poco a poco. El día de mi cumpleaños, me regalé más de 160 sacos de tierra negra para prepara la zona", explicó a Xinhua.
Según sus cálculos, ya plantó más de 400 flores y tras atraer la atención de las personas que viven en la zona y los que pasan por allí, afirma orgulloso que ya cuenta con nuevos socios.
"Un vecino de la zona me dijo que me daría otras 300 plantas, y otras ya me dieron también sus plantas, 1, 2, 3...da igual el número, poco a poco vamos llenando los márgenes de la Lagoa de color, flores y mariposas", comentó.
Un paseo por los márgenes de la Lagoa significa encontrarse centenares de mariposas volando, además de abejas y otras aves, atraídas por las nuevas flores.
Mantener tantas flores en un espacio público no es fácil. Para ello, Wegmann se inventó un triciclo eléctrico, con el que diariamente transporta 200 litros de agua, principalmente captada de las lluvias, para regar su mariposario.
La iniciativa ganó tanta popularidad que junto a tres amigas, el abogado creó el Instituto Carioca Ciudad Creativa, que pretende fomentar prácticas que ayuden a cuidar de la segunda mayor ciudad de Brasil.
Actualmente, con la ayuda de varios simpatizantes del proyecto, Wegmann intenta conseguir que los edificios que rodean la Lagoa se sumen a la iniciativa, para cuidar del mariposario y aportar nuevas flores y plantas.
Al ser un espacio abierto, el carioca admite que ya le robaron varias plantas al inicio, pero que en general, la población respeta la iniciativa y recibe decenas de elogios diariamente, ya sea personalmente o a través del Instagram creado para mostrar al mundo el mariposario y su expansión.
