Imagen del 27 de septiembre de bailarines realizando una presentación durante el XIV Festival Mundial de Salsa Cali 2019, en el Coliseo El Pueblo, en la ciudad de Cali, Colombia. La acrobacia y la sensualidad se conjugan en los rápidos movimientos de la salsa, una danza que fusiona la cadencia africana, la astucia indígena americana y los sonidos derivados del jazz con que fue creada a mediados del siglo pasado. (Xinhua/Jhon Paz)
Por César Mariño García
CALI, Colombia, 29 sep (Xinhua) -- La acrobacia y la sensualidad se conjugan en los rápidos movimientos de la salsa, una danza que fusiona la cadencia africana, la astucia indígena americana y los sonidos derivados del jazz con que fue creada a mediados del siglo pasado.
Cali, ciudad cercana al océano pacífico colombiano, recibe anualmente a los exponentes y expertos de este género musical para competir y fortalecer un baile que nació en Nueva York, Estados Unidos, pero que encontró en esta ciudad la mejor tierra para arraigarse.
Se trata del XIV Festival Mundial de Salsa Cali 2019 que inició el pasado martes 24 de septiembre y culminará el domingo 29, y el cual albergará a los mejores exponentes del género.
Dicen los salseros expertos de la ciudad, que al situarse muy cerca del puerto marítimo de Buenaventura y el ser habitada mayormente por afrodescendientes, hicieron de Cali el receptáculo perfecto para erigirse, en menos de medio siglo, como la capital mundial del baile y de los creadores de sus alegres melodías.
"Cali es una ciudad colombiana que sin estar ubicada en el Caribe adoptó los rítmos afrocaribeños: el Son, la Pachanga, el Mambo, la Guaracha. Desde los años 1930 se viene bailando esa música", dijo a Xinhua Juan Pablo Benavides, experto en salsa y vocero del festival.
"El componente antropológico fue importante para el arraigo. Cali está conformada por afrodescendientes e indígenas, un caldo de cultivo para escuchar el tambor y esas músicas con clara herencia africana que se mezclaron en Nueva York y trajeron los marinos a la ciudad", añadió.
Junto a Puerto Rico, Colombia es uno de los mayores exponentes del ritmo que ha dado insignes agrupaciones reconocidas mundialmente como Grupo Niche y Guayacán Orquesta, oriundas de la ciudad donde se realiza el único festival de salsa gratuito en el mundo.
Sobre el dicho de que Cali es la "capital mundial de la salsa" dijo que es porque "tenemos memoria salsera con los melómanos, tenemos los mejores bailarines de salsa, tenemos una cultura donde los extranjeros viene a buscar las academias y la gente para aprender el baile".
En su décimo cuarta edición, el festival reúne bailarines de ocho países que compiten en diferentes modalidades, diseñadas dentro del festival y que van desde la interpretación dancística de salsa tradicional, hasta impresionantes coreografías que tocan las fronteras del espectáculo circense.
Salsa en línea, salsa cabaret y salsa caleña son ejecutadas durante seis días por parejas y solistas de Ecuador, Costa Rica, Rusia, Rumania, Italia y Chile, entre otros países, para los que el festival es ya una cita obligada en el circuito de festivales del mundo.
El evento, junto a la feria de Cali que se realiza en el mes de diciembre, se ha configurado como un motor relevante de la economía de esta ciudad colombiana.
"Tenemos 40 actores de la salsa, entre industria nocturna, las personas que fabrican el vestuario, las que fabrican el calzado para los bailarines, los que hacen el maquillaje, los que hacen los instrumentos musicales, investigadores y escritores de salsa, todos esos fenómenos se conjugan", contó Benavides.
Desde niños los bailarines locales ingresan a las más de 100 escuelas de la ciudad y tienen a este festival como una de sus cúspides principales dentro de sus carreras artísticas.
Este evento ha servido también como plataforma para que muchos colombianos sean contratados en importantes empresas como el Circo del Sol y otras compañías internacionales de danza.
Jeferson Valencia y Dayana Estefanía Días, bailarines ganadores de la categoría Salsa Cabaret expresaron a Xinhua su emoción tras bajar del escenario en el que fueron aplaudidos por los miles de espectadores.
"Todas la competencias son grandes pero esta tiene un carácter especial, porque es en nuestra casa frente a nuestras familias que logramos el primer lugar", dijo Dayana.
"La preparación es ardua, son muchas horas de peleas, de alegrías, de llantos, es una preparación que cuando la expresas en la tarima y ves los resultados genera muchos sentimientos encontrados, que no tienen explicación", agregó Jeferson.
"Nos preparamos mucho, mucha disciplina y cada día aprendemos el valor de ser disciplinados, constantes y fuertes y que a pesar de cualquier circunstancia hay que seguir dando. Esto es de constancia, disciplina y amor", culminó ella.
Por todo esto, el Festival Mundial es reconocido en el ámbito nacional como un relevante promotor de cultura y oportunidades para una ciudad que adolece de graves problemas sociales como la violencia y la inseguridad devenidas de la delincuencia común.
"Las escuelas (de salsa) cumplen una gran labor en eso porque el 90 por ciento de los bailarines son de barrios marginales", contó por su parte Humberto Valverde, reconocido escritor local y biógrafo de exponentes como Celia Cruz y Jairo Varela.
Según explicó Valverde, "que (los jóvenes) entren a las escuelas es salvarlos de la delincuencia y de la prostitución".
"La salsa para Cali es lo que el tango para Buenos Aires (Argentina), un fuerte dinamizador social que se extendió desde las barriadas marginales para configurarse como el arte representativo de toda una sociedad", agregó.
Diariamente, al menos 12.000 personas disfrutan del encuentro anual que se realiza en el Coliseo El Pueblo, ubicado al sur de Cali, convirtiendo al festival en el más concurrido de unos 87 festivales de salsa que se realizan anualmente en diferentes ciudades del mundo.
El evento cuenta, además, con un componente académico compuesto por conversatorios, impartidos en las universidades de la ciudad, en los que se aborda la Salsa como factor imprescindible del desarrollo de la sociedad caleña.
