Idioma chino enamora a joven ecuatoriana que proyecta su futuro en China

Actualizado 2019-06-21 10:11:20 | Spanish. xinhuanet. com

ECUADOR-QUITO-PUENTE CHINO-GANADORA

 Imagen del 17 de junio de 2019, de Lizbeth Astudillo, posando luego de una clase de chino, en el Instituto Confucio en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), en Quito, capital de Ecuador. El aprendizaje del idioma chino enamoró a la ecuatoriana Lizbeth Astudillo, quien lo ha hecho parte de su rutina diaria en su objetivo de trabajar en un futuro cercano en actividades de comercio relacionadas con China. La estudiante del Instituto Confucio en la USFQ, ganó el 2 de junio la final del XVIII Concurso Mundial Universitario "Puente Chino 2019", que se celebró en Ecuador. (Xinhua/Santiago Armas)

QUITO, 20 jun (Xinhua) -- El aprendizaje del idioma chino enamoró a la ecuatoriana Lizbeth Astudillo, quien lo ha hecho parte de su rutina diaria en su objetivo de trabajar en un futuro cercano en actividades de comercio relacionadas con China, país que ha visitado en dos ocasiones.

Con 19 años de edad, la joven, estudiante del Instituto Confucio en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), ganó el pasado 2 de junio la final del XVIII Concurso Mundial Universitario "Puente Chino 2019", que se celebró en Ecuador.

En entrevista con Xinhua, en la sede del Instituto ubicado en la localidad de Cumbayá, al este de Quito, Astudillo compartió su jornada de estudio del idioma chino mandarín en un ambiente relajado con otros compañeros.

Con el carisma que le caracteriza, la joven contó que inició sus estudios a los 17 años en la extensión del Instituto Confucio en la ciudad de Cuenca (sur), de donde es oriunda.

Relató que llamó mucho su atención la presencia del Instituto en su ciudad, y lo vio como una oportunidad para aprender el idioma y acercarse a una cultura como la China, debido a que, desde el 2003, sus padres viajan continuamente a ese país por negocios.

"Yo personalmente fuí, averigué, me dieron las guías, las instrucciones, y me quedé enamorada y desde ahí empecé" a estudiar el idioma en 2016, indicó tras comentar que desde pequeña sintió un "interés muy fuerte por la cultura china".

Recordó que desde los 9 años ya estaba viendo caricaturas en chino, aunque entonces, eran escasos sus conocimientos del idioma, que lo define como complejo.

La dedicación que puso en el aprendizaje la motivó a rendir el examen escrito de suficiencia de chino HSK3, que le permitió conseguir una beca en la Universidad China de Petróleo, en Beijing, donde estudió durante un año en 2017.

Dicho examen es una evaluación internacional que mide el nivel de conocimiento y dominio de la lengua china.

De su paso por esa Universidad, recuerda que fue "una experiencia bastante grata, llena de aprendizajes, de buenos y malos momentos".

"En China todo es difícil, hasta lograr acostumbrarse a la comida, el idioma, el cambio de horario, pero ya con el paso del tiempo uno se va adaptando y llega a formar parte de esa sociedad", subrayó.

Añadió que como todo en la vida tiene altibajos, el aprendizaje del chino mandarín no ha sido la excepción. Reveló que en ese camino le costó mucho sacrificio aprender el idioma.

"Todo inicio es difícil, hasta cogerle el ritmo es muy duro. No le miento, había días en los que he llorado por lo difícil que puede llegar a ser el chino. Pero eso no quita lo maravilloso y lo mágico que es este idioma", expresó.

Apuntó que el apoyo de sus padres ha sido fundamental en este proceso de aprendizaje que, a su juicio, "requiere esfuerzo y pasión".

La joven, que tiene un hermano mellizo y una hermana mayor, estudia también la carrera de Economía y está convencida de que "la perseverancia es la clave del éxito en este idioma tan complejo".

Fue esa perseverancia la que la llevó, posteriormente, en 2018, a continuar sus estudios del idioma en el Instituto Confucio en la USFQ donde, asegura, ha reforzado su aprendizaje y ahora habla con fluidez esa lengua.

"Se enamora tanto (del idioma) a tal punto que es casi mágico, no importa los sufrimientos. En mi caso particular, yo siento que desde el momento que empecé a escribir la palabra 'Ni hao' (hola) ahí me enamoré y dije no voy a parar", relató.

Describió, sin embargo, que lo más difícil es entablar una conversación, ya que una cosa es el lenguaje escrito y otra el oral.

"Hay frases, dialectos, dichos, que ellos (los chinos) también los tienen, entonces, es un poco difícil tener una conversación fluida por el hecho de que existen muchas palabras que si las traducimos literalmente no concuerdan con el significado que ellos tratan de decir", expuso.

Pese a ello, "como en cualquier idioma, con la práctica se va perfeccionando y van mejorando todos los detalles que pueden parecer difíciles", abundó Astudillo.

También mencionó que es difícil la escritura de la lengua, ya que en China se escriben caracteres muy distintos al abecedario español.

"El idioma chino no es que lo aprendo un mes y luego no estudio; hay que estudiarlo todos los días, porque en una semana que haya aprendido 100 caracteres si no los repaso se me van a olvidar", indicó.

La joven, quien dijo no tener dudas de que el chino "será el idioma del futuro", avisora su futuro como una joven emprendedora, con deseos de entablar relaciones comerciales con China.

"Me gustaría trabajar en una empresa de importación de productos o de exportación de productos ecuatorianos pero que tenga que ver con China, ese sería mi objetivo. Poder trabajar con ellos, poder llevarles un poco de mi cultura o poder traer un poco de la cultura de ellos hacia Ecuador", dijo.

Por ahora, sus conocimientos de la lengua china le han servido para apoyar a su padre en su negocio de importación de vehículos chinos a Ecuador, donde mantiene contacto con empresarios del país asiático.

"Mis papás están muy orgullosos porque al fin y al cabo es una inversión que hicieron en mí al pagar las clases (de chino) y están bastante contentos con los resultados por el hecho de que me siento capaz de dominar el idioma", dijo Astudillo, quien visitó por primera vez China en 2014 cuando acompañó a sus padres a una feria.

Astudillo pondrá a prueba sus conocimientos en la XVIII Concurso Mundial Universitario "Puente Chino" en el país asiático, al que viajará próximamente.

"Mi objetivo al ir allá no es competir, ni ganar, es el adquirir conocimientos, el hacer amistades, aprender un poco más y conocerme a mí, ver qué tan capaz soy y hasta donde puedo llegar", señaló al indicar que está preparándose para el concurso.

A su juicio, el idioma chino sirve como un puente cultural con Ecuador, uno de los países más distantes geográficamente de China, pero donde existe cada vez más interés por aprender esa lengua.

Esta será la tercera vez que la joven visitará China, un país que, asegura, le impresiona, no sólo por su cultura y hermosos paisajes, sino también por la perseverancia y educación de los chinos con su trato amigable con los turistas.

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Idioma chino enamora a joven ecuatoriana que proyecta su futuro en China

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 Imagen del 17 de junio de 2019, de Lizbeth Astudillo, posando luego de una clase de chino, en el Instituto Confucio en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), en Quito, capital de Ecuador. El aprendizaje del idioma chino enamoró a la ecuatoriana Lizbeth Astudillo, quien lo ha hecho parte de su rutina diaria en su objetivo de trabajar en un futuro cercano en actividades de comercio relacionadas con China. La estudiante del Instituto Confucio en la USFQ, ganó el 2 de junio la final del XVIII Concurso Mundial Universitario "Puente Chino 2019", que se celebró en Ecuador. (Xinhua/Santiago Armas)

QUITO, 20 jun (Xinhua) -- El aprendizaje del idioma chino enamoró a la ecuatoriana Lizbeth Astudillo, quien lo ha hecho parte de su rutina diaria en su objetivo de trabajar en un futuro cercano en actividades de comercio relacionadas con China, país que ha visitado en dos ocasiones.

Con 19 años de edad, la joven, estudiante del Instituto Confucio en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), ganó el pasado 2 de junio la final del XVIII Concurso Mundial Universitario "Puente Chino 2019", que se celebró en Ecuador.

En entrevista con Xinhua, en la sede del Instituto ubicado en la localidad de Cumbayá, al este de Quito, Astudillo compartió su jornada de estudio del idioma chino mandarín en un ambiente relajado con otros compañeros.

Con el carisma que le caracteriza, la joven contó que inició sus estudios a los 17 años en la extensión del Instituto Confucio en la ciudad de Cuenca (sur), de donde es oriunda.

Relató que llamó mucho su atención la presencia del Instituto en su ciudad, y lo vio como una oportunidad para aprender el idioma y acercarse a una cultura como la China, debido a que, desde el 2003, sus padres viajan continuamente a ese país por negocios.

"Yo personalmente fuí, averigué, me dieron las guías, las instrucciones, y me quedé enamorada y desde ahí empecé" a estudiar el idioma en 2016, indicó tras comentar que desde pequeña sintió un "interés muy fuerte por la cultura china".

Recordó que desde los 9 años ya estaba viendo caricaturas en chino, aunque entonces, eran escasos sus conocimientos del idioma, que lo define como complejo.

La dedicación que puso en el aprendizaje la motivó a rendir el examen escrito de suficiencia de chino HSK3, que le permitió conseguir una beca en la Universidad China de Petróleo, en Beijing, donde estudió durante un año en 2017.

Dicho examen es una evaluación internacional que mide el nivel de conocimiento y dominio de la lengua china.

De su paso por esa Universidad, recuerda que fue "una experiencia bastante grata, llena de aprendizajes, de buenos y malos momentos".

"En China todo es difícil, hasta lograr acostumbrarse a la comida, el idioma, el cambio de horario, pero ya con el paso del tiempo uno se va adaptando y llega a formar parte de esa sociedad", subrayó.

Añadió que como todo en la vida tiene altibajos, el aprendizaje del chino mandarín no ha sido la excepción. Reveló que en ese camino le costó mucho sacrificio aprender el idioma.

"Todo inicio es difícil, hasta cogerle el ritmo es muy duro. No le miento, había días en los que he llorado por lo difícil que puede llegar a ser el chino. Pero eso no quita lo maravilloso y lo mágico que es este idioma", expresó.

Apuntó que el apoyo de sus padres ha sido fundamental en este proceso de aprendizaje que, a su juicio, "requiere esfuerzo y pasión".

La joven, que tiene un hermano mellizo y una hermana mayor, estudia también la carrera de Economía y está convencida de que "la perseverancia es la clave del éxito en este idioma tan complejo".

Fue esa perseverancia la que la llevó, posteriormente, en 2018, a continuar sus estudios del idioma en el Instituto Confucio en la USFQ donde, asegura, ha reforzado su aprendizaje y ahora habla con fluidez esa lengua.

"Se enamora tanto (del idioma) a tal punto que es casi mágico, no importa los sufrimientos. En mi caso particular, yo siento que desde el momento que empecé a escribir la palabra 'Ni hao' (hola) ahí me enamoré y dije no voy a parar", relató.

Describió, sin embargo, que lo más difícil es entablar una conversación, ya que una cosa es el lenguaje escrito y otra el oral.

"Hay frases, dialectos, dichos, que ellos (los chinos) también los tienen, entonces, es un poco difícil tener una conversación fluida por el hecho de que existen muchas palabras que si las traducimos literalmente no concuerdan con el significado que ellos tratan de decir", expuso.

Pese a ello, "como en cualquier idioma, con la práctica se va perfeccionando y van mejorando todos los detalles que pueden parecer difíciles", abundó Astudillo.

También mencionó que es difícil la escritura de la lengua, ya que en China se escriben caracteres muy distintos al abecedario español.

"El idioma chino no es que lo aprendo un mes y luego no estudio; hay que estudiarlo todos los días, porque en una semana que haya aprendido 100 caracteres si no los repaso se me van a olvidar", indicó.

La joven, quien dijo no tener dudas de que el chino "será el idioma del futuro", avisora su futuro como una joven emprendedora, con deseos de entablar relaciones comerciales con China.

"Me gustaría trabajar en una empresa de importación de productos o de exportación de productos ecuatorianos pero que tenga que ver con China, ese sería mi objetivo. Poder trabajar con ellos, poder llevarles un poco de mi cultura o poder traer un poco de la cultura de ellos hacia Ecuador", dijo.

Por ahora, sus conocimientos de la lengua china le han servido para apoyar a su padre en su negocio de importación de vehículos chinos a Ecuador, donde mantiene contacto con empresarios del país asiático.

"Mis papás están muy orgullosos porque al fin y al cabo es una inversión que hicieron en mí al pagar las clases (de chino) y están bastante contentos con los resultados por el hecho de que me siento capaz de dominar el idioma", dijo Astudillo, quien visitó por primera vez China en 2014 cuando acompañó a sus padres a una feria.

Astudillo pondrá a prueba sus conocimientos en la XVIII Concurso Mundial Universitario "Puente Chino" en el país asiático, al que viajará próximamente.

"Mi objetivo al ir allá no es competir, ni ganar, es el adquirir conocimientos, el hacer amistades, aprender un poco más y conocerme a mí, ver qué tan capaz soy y hasta donde puedo llegar", señaló al indicar que está preparándose para el concurso.

A su juicio, el idioma chino sirve como un puente cultural con Ecuador, uno de los países más distantes geográficamente de China, pero donde existe cada vez más interés por aprender esa lengua.

Esta será la tercera vez que la joven visitará China, un país que, asegura, le impresiona, no sólo por su cultura y hermosos paisajes, sino también por la perseverancia y educación de los chinos con su trato amigable con los turistas.

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