Guillermo Dañino, “Ser chino es una manera de ser, de sentir y de vivir”

Actualizado 2019-06-05 14:17:46 | Spanish. xinhuanet. com

Por Tao Lin

BEIJING, 5 jun (Xinhua) -- Una llamada telefónica de la embajada china en Lima, la capital peruana, a finales de los años 70 del siglo pasado, dio un giro inesperado a su vida. Guillermo Dañino ha tenido la humildad de los sabios y la paciencia suficiente para adentrarse en el universo cultural chino con una huella inolvidable. Llegó a China a finales de los años 70 para enseñar español. El país asiático entró en su vida con la potencia de un dragón que otorga sabiduría. Más de 20 libros sobre china han salido de su ingenio. Además de conectar con sus obras lo más fascinante es conocerle en persona. Posee un verbo elegante y pausado. Maneja con originalidad la ironía y sabe conectar fácilmente con sus interlocutores. Además de chino, habla francés, inglés e italiano.

Es el único hispanohablante que ha publicado una enciclopedia sobre China. La Enciclopedia de la cultura china, Ediciones Lenguas Extranjeras de Beijing, 2013 es un referente obligado para los que deseen conocer los más importantes acontecimientos del país asiático desde la antigüedad hasta nuestros días. Su obra revela la búsqueda de esencias en el alma del pueblo chino. Otra de sus obras y en la que propongo centrarnos es La abeja diligente. Mil proverbios chinos, que se ha publicado en China y otros países latinoamericanos. La más reciente es la de 2017 a cargo de la editorial Arte y Literatura de Cuba como parte de la XXVII Feria Internacional del Libro de La Habana que en 2018 estuvo dedicada a China.

¿Cómo Guillermo Dañino se convirtió en un referente sobre el país asiático en el mundo hispanohablante? Sentarse frente a él nos deja la sensación de que hemos hecho muy pocas cosas en la vida. Profesor de lingüística y literatura de la Universidad Mayor de San Marcos, enseñó español en las universidades de Nankín y Pekín, aprendió chino y es actualmente uno de los sinólogos más relevantes en lengua española. Pero cuando llegó a China tenía 50 años y no sabía ni una frase en chino. En el país asiático actuó en más de 20 películas y gracias a una indetenible voluntad sus obras literarias abren las puertas de la cultura y las tradiciones de China al mundo. A menudo confiesa: “Si hubiera otra vida después de la muerte, preferiría ser chino”. Pero es que Guillermo Dañino Ribatto ya fue chino en una vida anterior. Su pasión por la cultura china es la mejor lección para las nuevas generaciones.

Proverbios chinos

“Un proverbio es como una abeja: pequeño, ágil, penetrante, útil, laborioso y dulce. Su misión es recoger la miel, sabrosa por sus múltiples sentidos, en las flores de la experiencia humana universal”, escribió. Reconoce que algunos proverbios chinos coinciden, hasta en su forma, con los de la lengua española. “Estas coincidencias y diferencias nos muestran lo que hay de común en la especie humana y las particularidades de cada cultura”.

La Enciclopedia de la cultura china, explica que la abundante producción de proverbios de la milenaria cultura china, tradición oral o escrita, popular o culta, puede clasificarse en cuatro grupos: Yanyu o dichos populares, los Chengyu, refranes historiados o expresiones hechas, los Xiehouyu, retruécanos y las sentencias o máximas de filósofos y poetas notables. Dañino tiene algunos refranes favoritos: “La abeja diligente no se detiene a libar de la flor caída (un buen ejemplo de Yanyu). Esto significa que hay gente que se entretiene metiéndose con las personas menos valiosas de la sociedad, las flores caídas, que no tienen vida ni néctar. Y hay otro proverbio que dice: Lo bueno no sale de tu casa, lo malo diez mil leguas traspasa”.

 Un famoso Chengyu reza: “Contemplar flores a caballo (走马看花). Significa obrar con precipitación, ni contentarse con un conocimiento superficial de las cosas. Los Xiehouyu según Dañino constituyen una forma muy propia del idioma chino y por el uso especial del lenguaje o el contexto exigen una explicación detallada en cada caso. “Si se hierven ravioles en una tetera, no salen ni al voltearla”, se aplica a la gente sabia o erudita que no es capaz de expresar lo que sabe cómo conviene. Tradicionalmente, los ravioles se hierven en una olla, pero si se utiliza una tetera para esa función, después de cocinados no saldrían por el hueco de la tapa teniendo en cuenta que al ser cocidos aumentan de tamaño.

Las sentencias poseen una riqueza indiscutible. El libro, La abeja diligente. Mil proverbios chinos, incluye 200 de ellas de famosos filósofos, poetas o figuras relevantes. Confucio dijo: “Estudiar sin reflexionar es inútil; reflexionar sin estudiar es peligroso”. Otro de los grandes sabios chinos, Lao Zi sentenció: “Un gran árbol fue antes una semilla pequeña; un edificio de muchos pisos se construye a partir de un puñado de tierra; un viaje de 1000 leguas comienza por un paso”.

Dañino menciona que en muchos casos, las ideas transmitidas por medio de estas sentencias están tan integradas a la tradición que le dan forma y la definen. Tal es el caso de Confucio y Lao Zi, por ejemplo, en relación con la cultura tradicional china. El idioma chino no se entiende sin sus tradiciones y un conocimiento de su filosofía y su cultura. “Desde los 15 años me consagré al estudio; cuando cumplí los 30 estuve bien establecido; a partir de los 40 entendí muchas cosas y salía pronto de la duda; desde los 50 conocí mis deberes para con el cielo; a los 60 fui capaz de distinguir la verdad del error en las palabras de los hombres; y desde los 70 fui capaz de hacer libremente lo que entendía sin quebrantar la ley”, escribió Confucio.

La cultura china tiene mucho que decir al mundo. Sus peculiaridades ayudan a comprender mejor su idioma y la forma de ser de los habitantes del mayor país de Asia. En la Enciclopedia de la cultura china, Guillermo Dañino resume claramente la identidad china: “El País del Centro, 中国 Zhongguo, lo que se entiende literalmente por China en chino, nos informa sobre un principio de organización que es tradición en su cultura. No solo es centralización política y económica, también es una centralización espiritual que constituye su identidad. Ser chino significa estar en relación con un centro ineludible, un centro histórico que incluye hechos y personajes, la lengua, la escritura, las tradiciones populares o cultas, las técnicas, las ciencias y artes, el pensamiento y las filosofías. Ser chino es una manera de ser, de sentir y de vivir”.

 
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Guillermo Dañino, “Ser chino es una manera de ser, de sentir y de vivir”

Spanish.xinhuanet.com 2019-06-05 14:17:46

Por Tao Lin

BEIJING, 5 jun (Xinhua) -- Una llamada telefónica de la embajada china en Lima, la capital peruana, a finales de los años 70 del siglo pasado, dio un giro inesperado a su vida. Guillermo Dañino ha tenido la humildad de los sabios y la paciencia suficiente para adentrarse en el universo cultural chino con una huella inolvidable. Llegó a China a finales de los años 70 para enseñar español. El país asiático entró en su vida con la potencia de un dragón que otorga sabiduría. Más de 20 libros sobre china han salido de su ingenio. Además de conectar con sus obras lo más fascinante es conocerle en persona. Posee un verbo elegante y pausado. Maneja con originalidad la ironía y sabe conectar fácilmente con sus interlocutores. Además de chino, habla francés, inglés e italiano.

Es el único hispanohablante que ha publicado una enciclopedia sobre China. La Enciclopedia de la cultura china, Ediciones Lenguas Extranjeras de Beijing, 2013 es un referente obligado para los que deseen conocer los más importantes acontecimientos del país asiático desde la antigüedad hasta nuestros días. Su obra revela la búsqueda de esencias en el alma del pueblo chino. Otra de sus obras y en la que propongo centrarnos es La abeja diligente. Mil proverbios chinos, que se ha publicado en China y otros países latinoamericanos. La más reciente es la de 2017 a cargo de la editorial Arte y Literatura de Cuba como parte de la XXVII Feria Internacional del Libro de La Habana que en 2018 estuvo dedicada a China.

¿Cómo Guillermo Dañino se convirtió en un referente sobre el país asiático en el mundo hispanohablante? Sentarse frente a él nos deja la sensación de que hemos hecho muy pocas cosas en la vida. Profesor de lingüística y literatura de la Universidad Mayor de San Marcos, enseñó español en las universidades de Nankín y Pekín, aprendió chino y es actualmente uno de los sinólogos más relevantes en lengua española. Pero cuando llegó a China tenía 50 años y no sabía ni una frase en chino. En el país asiático actuó en más de 20 películas y gracias a una indetenible voluntad sus obras literarias abren las puertas de la cultura y las tradiciones de China al mundo. A menudo confiesa: “Si hubiera otra vida después de la muerte, preferiría ser chino”. Pero es que Guillermo Dañino Ribatto ya fue chino en una vida anterior. Su pasión por la cultura china es la mejor lección para las nuevas generaciones.

Proverbios chinos

“Un proverbio es como una abeja: pequeño, ágil, penetrante, útil, laborioso y dulce. Su misión es recoger la miel, sabrosa por sus múltiples sentidos, en las flores de la experiencia humana universal”, escribió. Reconoce que algunos proverbios chinos coinciden, hasta en su forma, con los de la lengua española. “Estas coincidencias y diferencias nos muestran lo que hay de común en la especie humana y las particularidades de cada cultura”.

La Enciclopedia de la cultura china, explica que la abundante producción de proverbios de la milenaria cultura china, tradición oral o escrita, popular o culta, puede clasificarse en cuatro grupos: Yanyu o dichos populares, los Chengyu, refranes historiados o expresiones hechas, los Xiehouyu, retruécanos y las sentencias o máximas de filósofos y poetas notables. Dañino tiene algunos refranes favoritos: “La abeja diligente no se detiene a libar de la flor caída (un buen ejemplo de Yanyu). Esto significa que hay gente que se entretiene metiéndose con las personas menos valiosas de la sociedad, las flores caídas, que no tienen vida ni néctar. Y hay otro proverbio que dice: Lo bueno no sale de tu casa, lo malo diez mil leguas traspasa”.

 Un famoso Chengyu reza: “Contemplar flores a caballo (走马看花). Significa obrar con precipitación, ni contentarse con un conocimiento superficial de las cosas. Los Xiehouyu según Dañino constituyen una forma muy propia del idioma chino y por el uso especial del lenguaje o el contexto exigen una explicación detallada en cada caso. “Si se hierven ravioles en una tetera, no salen ni al voltearla”, se aplica a la gente sabia o erudita que no es capaz de expresar lo que sabe cómo conviene. Tradicionalmente, los ravioles se hierven en una olla, pero si se utiliza una tetera para esa función, después de cocinados no saldrían por el hueco de la tapa teniendo en cuenta que al ser cocidos aumentan de tamaño.

Las sentencias poseen una riqueza indiscutible. El libro, La abeja diligente. Mil proverbios chinos, incluye 200 de ellas de famosos filósofos, poetas o figuras relevantes. Confucio dijo: “Estudiar sin reflexionar es inútil; reflexionar sin estudiar es peligroso”. Otro de los grandes sabios chinos, Lao Zi sentenció: “Un gran árbol fue antes una semilla pequeña; un edificio de muchos pisos se construye a partir de un puñado de tierra; un viaje de 1000 leguas comienza por un paso”.

Dañino menciona que en muchos casos, las ideas transmitidas por medio de estas sentencias están tan integradas a la tradición que le dan forma y la definen. Tal es el caso de Confucio y Lao Zi, por ejemplo, en relación con la cultura tradicional china. El idioma chino no se entiende sin sus tradiciones y un conocimiento de su filosofía y su cultura. “Desde los 15 años me consagré al estudio; cuando cumplí los 30 estuve bien establecido; a partir de los 40 entendí muchas cosas y salía pronto de la duda; desde los 50 conocí mis deberes para con el cielo; a los 60 fui capaz de distinguir la verdad del error en las palabras de los hombres; y desde los 70 fui capaz de hacer libremente lo que entendía sin quebrantar la ley”, escribió Confucio.

La cultura china tiene mucho que decir al mundo. Sus peculiaridades ayudan a comprender mejor su idioma y la forma de ser de los habitantes del mayor país de Asia. En la Enciclopedia de la cultura china, Guillermo Dañino resume claramente la identidad china: “El País del Centro, 中国 Zhongguo, lo que se entiende literalmente por China en chino, nos informa sobre un principio de organización que es tradición en su cultura. No solo es centralización política y económica, también es una centralización espiritual que constituye su identidad. Ser chino significa estar en relación con un centro ineludible, un centro histórico que incluye hechos y personajes, la lengua, la escritura, las tradiciones populares o cultas, las técnicas, las ciencias y artes, el pensamiento y las filosofías. Ser chino es una manera de ser, de sentir y de vivir”.

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