La Quinta de Los Molinos en La Habana

Actualizado 2018-02-14 11:29:42 | Spanish. xinhuanet. com

(5)CUBA-HABANA-QUINTA DE LOS MOLINOS-INCLUSION SOCIAL-SERIE

LA HABANA, febrero 13, 2018 (Xinhua) -- Imagen del 12 de febrero de 2018 de un estudiante con necesidades educativas especiales asistiendo a una clase de pintura en La Quinta de Los Molinos, en La Habana, Cuba. La Quinta de Los Molinos, centenario parque habanero, no es sólo un remanso verde en medio de la capital de Cuba, sino que es el escenario de un ambicioso proyecto de inclusión social que busca ayudar a niños y adolescentes con necesidades educativas especiales. El lugar, que hoy en día tiene 4,8 hectáreas de un espectacular verdor, debe su nombre a unos molinos de tabaco para hacer rapé que funcionaron entre 1800 y 1835. El sitio fue cedido después al Jardín Botánico de la ciudad y a la Casa de descanso de los Capitanes Generales de la isla en la época colonial. En la Quinta de Los Molinos, que desde 1987 es Monumento Nacional, es habitual hallar a personas que disfrutan de la belleza del lugar, pero tres veces a la semana se llena de niños y adolescentes de la cercana Escuela Especial Adelaida Piñero, que tiene una matrícula de unos 200 alumnos con necesidades educativas especiales. Síndrome de Down, retraso mental en diferentes grados y hasta autismo son algunas de las características de esos alumnos, quienes parecen olvidar todo cuando llegan al parque como parte del proyecto "La Quinta por la inclusión social" para recibir clases de jardinería y pintura, así como terapia con animales y educación ambiental. "El objetivo es ofrecerles oportunidades para la inclusión social, aprovechando sobre todo las capacidades que ellos tienen y potenciando las habilidades", dijo a Xinhua la joven psicóloga Yisel González. González, quien trabaja en la Quinta desde su graduación en la Universidad de La Habana en 2013, explicó que al servicio de los alumnos hay especialistas en botánica y veterinaria, quienes desde distintos ángulos favorecen la complicada relación entre los pacientes. "Este es un espacio para la relación, para el bienestar emocional, para el crecimiento ambiental", subrayó. La joven especialista imparte además clases de pintura a los alumnos más pequeños, quienes de esta forma canalizan un mundo interior al que de otra forma es casi imposible acceder. Esta manera lúdica de aprender ayuda en el avance cognitivo y social de los pequeños y los prepara sobre todo para enfrentar la vida de manera autónoma. La profesora, quien trabaja en la escuela desde hace siete años, destacó el éxito que ha tenido el proyecto en la evolución de los niños, algunos de los cuales, al entrar en la adultez temprana, incluso han llegado a trabajar en la Quinta de Los Molinos. (Xinhua/Joaquín Hernández)

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La Quinta de Los Molinos en La Habana

Spanish.xinhuanet.com 2018-02-14 11:29:42

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LA HABANA, febrero 13, 2018 (Xinhua) -- Imagen del 12 de febrero de 2018 de un estudiante con necesidades educativas especiales asistiendo a una clase de pintura en La Quinta de Los Molinos, en La Habana, Cuba. La Quinta de Los Molinos, centenario parque habanero, no es sólo un remanso verde en medio de la capital de Cuba, sino que es el escenario de un ambicioso proyecto de inclusión social que busca ayudar a niños y adolescentes con necesidades educativas especiales. El lugar, que hoy en día tiene 4,8 hectáreas de un espectacular verdor, debe su nombre a unos molinos de tabaco para hacer rapé que funcionaron entre 1800 y 1835. El sitio fue cedido después al Jardín Botánico de la ciudad y a la Casa de descanso de los Capitanes Generales de la isla en la época colonial. En la Quinta de Los Molinos, que desde 1987 es Monumento Nacional, es habitual hallar a personas que disfrutan de la belleza del lugar, pero tres veces a la semana se llena de niños y adolescentes de la cercana Escuela Especial Adelaida Piñero, que tiene una matrícula de unos 200 alumnos con necesidades educativas especiales. Síndrome de Down, retraso mental en diferentes grados y hasta autismo son algunas de las características de esos alumnos, quienes parecen olvidar todo cuando llegan al parque como parte del proyecto "La Quinta por la inclusión social" para recibir clases de jardinería y pintura, así como terapia con animales y educación ambiental. "El objetivo es ofrecerles oportunidades para la inclusión social, aprovechando sobre todo las capacidades que ellos tienen y potenciando las habilidades", dijo a Xinhua la joven psicóloga Yisel González. González, quien trabaja en la Quinta desde su graduación en la Universidad de La Habana en 2013, explicó que al servicio de los alumnos hay especialistas en botánica y veterinaria, quienes desde distintos ángulos favorecen la complicada relación entre los pacientes. "Este es un espacio para la relación, para el bienestar emocional, para el crecimiento ambiental", subrayó. La joven especialista imparte además clases de pintura a los alumnos más pequeños, quienes de esta forma canalizan un mundo interior al que de otra forma es casi imposible acceder. Esta manera lúdica de aprender ayuda en el avance cognitivo y social de los pequeños y los prepara sobre todo para enfrentar la vida de manera autónoma. La profesora, quien trabaja en la escuela desde hace siete años, destacó el éxito que ha tenido el proyecto en la evolución de los niños, algunos de los cuales, al entrar en la adultez temprana, incluso han llegado a trabajar en la Quinta de Los Molinos. (Xinhua/Joaquín Hernández)

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