Todo sobre la moda del estilo “Hípster”

Actualizado 2016-08-29 11:17:07 | Spanish. xinhuanet. com

Por Zhao Baoyan

BEIJING, 29 ago (Xinhuanet) -- Barba grande, camisa con tirantes, zapatos Oxford o zapatillas deportivas, una bolsa ecológica de tela yendo en bicicleta, y si es chica, probablemente lleve un moño alto y labios pintados en rojo… Se ven muchos jóvenes y no tan jóvenes vestidos de esta manera en los últimos años en España y Europa. Todo el mundo les pueden identificar  en un segundo como “Hípsters” aunque a ellos mismos no les guste nada ser etiquetados.

“Hípster” es una subcultura contemporánea de jóvenes clase media-alta, aficionados a la música Indie, a una moda alternativa evitando las grandes marcas, a lo independiente, lo vintage.

El origen de la palabra es “hip”, usado para describir a las personas conocedoras de la subcultura afroamericana en los años 40. Al principio, los miembros de esta subcultura se consideraban “Hepcats” que después se transformó en “Híspter”.

La primera vez que apareció la definición de este término en un “diccionario” fue en un pequeño glosario “For characters who don´t dig jive talk”,  junto con el álbum del pianista Harry Gibson “Boogie Woogie in Blue” en el 1944: personas a las que les gustan el hot jazz y Boogie Woogie.

En el Siglo XXI, “hípster” define a la tendencia a lo “alternativo” o “anti moda”. Suele ser un colectivo compuesto por jóvenes que viven y se mueven por el centro de la ciudad.  Les suele gustar la música Indie, electrónica o experimental, el cine independiente, tomar cervezas locales y escuchar la radio tradicional. Consumen comida orgánica, ropa de segunda mano y se preocupa por el medio ambiente.

Frecuentan cafés y restaurantes pequeños pero acogedores. Generalmente los jóvenes que tienen esta tendencia ejercen trabajos creativos o tecnológicos, como por ejemplo, diseñadores, pintores o ingenieros informáticos.

Esta tendencia, a pesar de contar con cada vez más seguidores, está recibiendo también muchas críticas. La mayoría de las críticas se concentra en lo contradictorio del hípster. La subcultura hípster empezó caracterizada por no seguir la moda, pero se convirtió en una moda ella misma e incluso se han iniciado muchos comercios hípsters, como por ejemplo, barberías o tiendas con ropa y objetos hípsters.

Al mismo tiempo, los hípsters no quieren ser considerados como tal porque no les gusta ser etiquetados ni las etiquetas en general, sin embargo, todos ellos visten del mismo estilo, actúan de una forma muy parecida. Por estas contradicciones y por su actitud generalmente arrogante hacia modas mainstream y los “turistas”, la palabra “hípster” está ganando cada vez más connotaciones negativas. Mientras tanto, otro estilo alternativo “norm-core” que busca elementos más sencillos y básicos está empezando a ganar terreno.

Recuerdo que, hace años, cuando supe la existencia de la palabra hípster y todo lo que conlleva a través de mi chico, tuvimos nuestra primera conversación “hípster”:

Él:  (Después de explicarme qué es un hípster) Tú eres un poco hípster.

Yo: ¿Pero por qué? ¿En serio?

Él:  Sí, un poco, siempre llevas un moño alto, usas bolsas de tela, vistes un poco  hípster también y te gusta la comida y cosmética orgánica. ¡Y mira qué gafas tienes!

Yo: ¡Pero la montura me costó 3 euros en el mercado de Encants! (Mercado de objetos antiguos o viejos de Barcelona)

Él:   ¡Justo!  ¡Les encanta lo vintage!

Yo: ¡Pero yo ya las llevaba hace años!

Él: (Muriéndose de la risa) Sabes que uno de los criterios para identificar a un hípster es eso, que siempre dicen “Yo ya lo hacía antes…”. Y a los hípsters no les gusta nada que les consideren hípsters.

Vale, soy un hípster,  ¿y…?

 

 
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Todo sobre la moda del estilo “Hípster”

Spanish.xinhuanet.com 2016-08-29 11:17:07

Por Zhao Baoyan

BEIJING, 29 ago (Xinhuanet) -- Barba grande, camisa con tirantes, zapatos Oxford o zapatillas deportivas, una bolsa ecológica de tela yendo en bicicleta, y si es chica, probablemente lleve un moño alto y labios pintados en rojo… Se ven muchos jóvenes y no tan jóvenes vestidos de esta manera en los últimos años en España y Europa. Todo el mundo les pueden identificar  en un segundo como “Hípsters” aunque a ellos mismos no les guste nada ser etiquetados.

“Hípster” es una subcultura contemporánea de jóvenes clase media-alta, aficionados a la música Indie, a una moda alternativa evitando las grandes marcas, a lo independiente, lo vintage.

El origen de la palabra es “hip”, usado para describir a las personas conocedoras de la subcultura afroamericana en los años 40. Al principio, los miembros de esta subcultura se consideraban “Hepcats” que después se transformó en “Híspter”.

La primera vez que apareció la definición de este término en un “diccionario” fue en un pequeño glosario “For characters who don´t dig jive talk”,  junto con el álbum del pianista Harry Gibson “Boogie Woogie in Blue” en el 1944: personas a las que les gustan el hot jazz y Boogie Woogie.

En el Siglo XXI, “hípster” define a la tendencia a lo “alternativo” o “anti moda”. Suele ser un colectivo compuesto por jóvenes que viven y se mueven por el centro de la ciudad.  Les suele gustar la música Indie, electrónica o experimental, el cine independiente, tomar cervezas locales y escuchar la radio tradicional. Consumen comida orgánica, ropa de segunda mano y se preocupa por el medio ambiente.

Frecuentan cafés y restaurantes pequeños pero acogedores. Generalmente los jóvenes que tienen esta tendencia ejercen trabajos creativos o tecnológicos, como por ejemplo, diseñadores, pintores o ingenieros informáticos.

Esta tendencia, a pesar de contar con cada vez más seguidores, está recibiendo también muchas críticas. La mayoría de las críticas se concentra en lo contradictorio del hípster. La subcultura hípster empezó caracterizada por no seguir la moda, pero se convirtió en una moda ella misma e incluso se han iniciado muchos comercios hípsters, como por ejemplo, barberías o tiendas con ropa y objetos hípsters.

Al mismo tiempo, los hípsters no quieren ser considerados como tal porque no les gusta ser etiquetados ni las etiquetas en general, sin embargo, todos ellos visten del mismo estilo, actúan de una forma muy parecida. Por estas contradicciones y por su actitud generalmente arrogante hacia modas mainstream y los “turistas”, la palabra “hípster” está ganando cada vez más connotaciones negativas. Mientras tanto, otro estilo alternativo “norm-core” que busca elementos más sencillos y básicos está empezando a ganar terreno.

Recuerdo que, hace años, cuando supe la existencia de la palabra hípster y todo lo que conlleva a través de mi chico, tuvimos nuestra primera conversación “hípster”:

Él:  (Después de explicarme qué es un hípster) Tú eres un poco hípster.

Yo: ¿Pero por qué? ¿En serio?

Él:  Sí, un poco, siempre llevas un moño alto, usas bolsas de tela, vistes un poco  hípster también y te gusta la comida y cosmética orgánica. ¡Y mira qué gafas tienes!

Yo: ¡Pero la montura me costó 3 euros en el mercado de Encants! (Mercado de objetos antiguos o viejos de Barcelona)

Él:   ¡Justo!  ¡Les encanta lo vintage!

Yo: ¡Pero yo ya las llevaba hace años!

Él: (Muriéndose de la risa) Sabes que uno de los criterios para identificar a un hípster es eso, que siempre dicen “Yo ya lo hacía antes…”. Y a los hípsters no les gusta nada que les consideren hípsters.

Vale, soy un hípster,  ¿y…?

 

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