La economía china "estuvo dentro de un rango razonable" en 2015: se optimizó su estructura, se aceleró la modernización, se reforzaron los nuevos motores de crecimiento y se mejoraron las condiciones de vida del pueblo, señaló el director del BNE, Wang Baoan, en una rueda de prensa.
Sin embargo, el país asiático se enfrenta a una dura tarea con la profundización de las reformas en todos los terrenos y necesita impulsar las reformas estructurales del lado de la oferta, manifestó el alto funcionario.
Los principales indicadores económicos se ralentizaron en 2015, con la producción industrial creciendo un 6,1 por ciento interanual, por debajo del 8,3 por ciento registrado en 2014, según el BNE.
El incremento anual de la inversión en activos fijos urbanos de China siguió ralentizándose en 2015 hasta llegar al 10 por ciento, por debajo de la tasa del 15,7 por ciento registrada en 2014, mientras que las ventas al por menor crecieron un 10,7 por ciento respecto al año anterior, un aumento menor al del 12 por ciento de 2014. El comercio exterior puso fin a 2015 con su primera contracción anual en seis años.
El débil comercio global, los crecientes riesgos financieros y las cambiantes condiciones del mercado doméstico estuvieron entre los factores que afectaron a la economía, apuntó Wang.