Los pensionados formados afuera de unas cuantas sucursales bancarias limitadas para cobrar su pensión, como Nikos Papageorgiou, temen una repetición de las pasadas dificultades de posguerra.
"¿Por qué nos mantuvo el Sr. Tsipras en la oscuridad, sin advertencia alguna? Estas imágenes en las calles, frente a los bancos y en los supermercados me trajeron a la memoria recuerdos del pasado", dijo el pensionado a Xinhua afuera de una sucursal bancaria en el suburbio ateniense norteño de Maroussi.
La ingeniera en computación Stratou Kalafateli, de 29 años de edad, cuestionó la necesidad de un referendo en un periodo tan crítico como este.
"Lo que le está ocurriendo hoy a Grecia es trágico. Durante el fin de semana fui a cinco cajeros automáticos para retirar algo de efectivo para mis gastos diarios y no hubo dinero. No creo que el referendo sea la opción correcta. La gente carece de información sobre lo que el 'sí' y el 'no' representan", dijo a Xinhua.