En una jugada planeada por Angel Di María, casi en la boca del área chica, el delantero Gonzalo Higuaín giró en el medio del área y puso con un derechazo cruzado el 1-0 apenas 10 minutos de un partido que se desdibujó totalmente, ante la asimetría de ambos cuadros.
A partir de entonces fue un monólogo, lo que fue en detrimento del espectáculo que presenciaban unas 20 mil personas, la casi totalidad argentinos.