Los líderes prometieron su completo apoyo al gobierno iraquí para promover la unidad nacional y pidieron acciones rápidas para implementar las reformas.
En cuanto a la crisis siria, los países de la coalición señalaron la "urgente necesidad" de encontrar una alternativa diplomática para poner fin al conflicto y pidieron "la rápida puesta en marcha un proceso político auténtico e inclusivo, facilitado por la ONU, con el fin de implementar los principios del Comunicado de Ginebra", a saber, un órgano gobernante de transición con plenos poderes ejecutivos.
A pesar de los ataques aéreos realizados durante meses por la coalición estadounidense, el EI logró avances después de tomar el control de Ramadi, capital de la provincia de Anbar, y de apoderarse de una tercera parte de la antigua ciudad de Palmira a finales de mayo.