El error de los italianos fue irse a atrás para defender el 1-0, lo cual permitió al Real Madrid tomar el control del partido por un momento.
El equipo de Ancelotti tuvo paciencia al acoso de los primeros compases del partido, en el que Sergio Ramos no se centraba bien en posición de centrocampista y el galés Gareth Bale estuvo muy gris.