Según los datos del BNE, la tendencia de los precios de las viviendas en las grandes ciudades difieren de los de las medianas y pequeñas en diciembre. En las cuatro mayores urbes del país, Beijing, Shanghai, Guangzhou y Shenzhen, las nuevas viviendas se encarecieron un 0,1 por ciento de media, mientras que los inmuebles de segunda mano aumentaron su precio un 0,4 por ciento frente a noviembre.
Según Kuang, la recuperación fue impulsada gracias a los cambios de política gubernamental, que buscan evitar una drástica caída por temor a perjudicar el desarrollo de la economía en general.
Los cambios incluyen menos restricciones en la compra de viviendas, relajación de las reglas hipotecarias y un recorte de las tasas de interés en noviembre.
El mercado inmobiliario de China comenzó una trayectoria descendente en 2014 después del auge que duró varios años y que llevó a los precios a niveles récord. No obstante, la bajada ha generado efectos negativos en la economía, con un crecimiento económico del 7,3 por ciento en el tercer trimestre, el nivel más bajo después de la crisis financiera en 2008-2009.