BEIJING, 17 jun (Xinhua) -- Con la firma del tratado de libre comercio (TLC) entre China y Australia este miércoles en Canberra, los dos países han abierto un nuevo capítulo en su relación, ya que este pacto comercial supondrá un gran estímulo para su cooperación económica.

El TLC China-Australia, que cubre campos como bienes, servicios e inversiones, está considerado como uno de los acuerdos de este tipo que garantizan un mayor grado de libertad en el comercio y en la inversión.

Cuando se alcance la plena implementación de este acuerdo de amplio rango, se levantarán los aranceles sobre el 95 por ciento de las exportaciones australianas, las barreras para que las empresas chinas inviertan en Australia se rebajarán y se concederán más visados para los turistas chinos.

Es bien conocido que China está experimentando una "nueva normalidad" que requiere una reestructuración económica, la actualización de su industria y una mayor apertura. Lo propio ocurre con la economía australiana.

Bajo estas circunstancias, el TLC ayudará a materializar la complementariedad económica y el beneficio mutuo entre los dos países y jugará un papel clave tanto para la transición de China como para la de Australia.

Tomemos las materias primas como ejemplo. Aunque la caída de los precios de las materias primas y la reestructuración económica china han planteado preocupaciones sobre un posible declive del auge de la minería australiana, el volumen de las exportaciones de mineral de hierro australiano a China se mantuvo elevado el año pasado y alcanzó un récord de 548 millones de toneladas, lo que supone un incremento del 31,6 por ciento desde 2013.

Es seguro que la exportación de recursos de Australia a China continuará siendo robusta, ya que la dinámica industrialización e urbanización de China se prolongarán durante muchos años.

Además, un nuevo auge en servicios, agricultura e infraestructuras está tomando impulso. Queda mucho más potencial, más allá del comercio, por ser explotado en la cooperación entre ambos países.

Asimismo, la rúbrica del tratado de libre comercio China-Australia es de importancia para la promoción del proceso de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, siglas en inglés) y el Area de Libre Comercio de la Región Asia-Pacífico (FTAAP, siglas en inglés), además de acelerar la integración económica en esta región y alcanzar la prosperidad común.