Masacre en Kenia revela aumento de amenazas terroristas dentro del país

Actualizado 2015-04-06 16:12:04 | Spanish. xinhuanet. com

NAIROBI 6 abr (Xinhua) -- Las últimas revelaciones de la investigación sobre el más reciente ataque terrorista en Kenia han agravado la preocupación de que las amenazas terroristas en el país son cada vez más locales.

El Ministerio del Interior keniano confirmó el domingo que un joven graduado de Derecho, perteneciente a una familia keniana acomodada, se incluyó entre los cuatro hombres armados que masacraron a 148 personas en la Universidad Garissa el jueves pasado. Todos los atacantes fueron abatidos por un equipo SWAT del ejército.

El atacante en particular, identificado como Abdirahim Mohammed Abdullahi, era hijo de un jefe gubernamental en el distrito de Mandera, informó Mwenda Njoka, portavoz del Ministerio del Interior.

Abdullahi, quien pertenecía a la etnia somalí, se graduó con honores en la Escuela de Derecho de la Universidad de Kenia en 2013 y fue descrito por personas cercanas a su entorno como un "talentoso futuro abogado".

Según el portavoz, el padre de Abdullahi reportó a las autoridades el año pasado que su hijo había desaparecido y temía que hubiese viajado a Somalia. El padre había ayudado a la policía a buscar a su hijo desde antes del ataque terrorista del jueves.

Informaciones de prensa citaron a un funcionario no identificado del distrito de Garissa que aseguró el gobierno local sabía que Abdullahi se había unido al grupo terrorista islamista al-Shabaab, radicado en Somalia y vinculado con Al-Qaeda, después de su graduación.

Poco después del ataque de Garissa, el peor ocurrido en territorio keniano desde el ataque con bombas contra la embajada estadounidense en Nairobi en 1998, al-Shabaab reivindicó su responsabilidad.

El grupo manifestó el sábado que dicho ataque era una venganza por la muerte de varios de sus combatientes a manos de las tropas kenianas en Somalia, y advirtió que lanzaría más ataques en Kenia.

Las primeras investigaciones sobre el atentado de Garissa han conducido al arresto de cinco sospechosos, uno de los cuales es un guardia de seguridad que trabajaba para la Universidad de Garissa.

El guardia de seguridad, también de etnia somalí, podría haber jugado un papel en ayudar a los cuatro atacantes a entrar en el recinto universitario. La investigación policial también averiguó que posee materiales propagandísticos sobre ideas extremistas.

Tres de los cinco sospechosos que se encuentran bajo custodia fueron cazados el pasado viernes en la frontera con Somalia cuando intentaban huir. Ellos aseguraron ser cómplices del presunto cerebro del atentado de Garissa, Mohamed Mahamud, también de etnia somalí y sobre el que las autoridades keniatas han ofrecido una recompensa de 220.000 dólares estadounidenses.

Aunque las identidades de los otros tres hombres armados todavía no han sido confirmadas, es muy probable que también sean ciudadanos kenianos, dado que hablaban de manera fluida la lengua oficial del país, el suajili, durante las casi 12 horas que duró el ataque, según relataron los supervivientes.

Los patrocinadores y los que aportan fondos para este tipo de ataques extremistas están "profundamente arraigados" en la sociedad keniata, afirmó el presidente del país, Uhuru Kenyatta, este sábado, el primero de los tres días de luto nacional.

El líder instó a todos los kenianos a trabajar juntos para eliminar la lacra del terrorismo, y prometió que las autoridades no ahorrarán esfuerzos para llevar a los responsables ante la justicia.

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