BEIJING, 9 ago (Xinhua) -- La economía china muestra señales de estabilidad pero la demanda interna sigue siendo frágil.
El índice de precios al consumo (IPC) de China, un importante indicador de la inflación, ascendió un 1,8 por ciento interanual en julio, prácticamente sin cambios frente al 1,9 por ciento registrado en junio, informó hoy martes el Buró Nacional de Estadísticas.
Mientras tanto, el índice de precios al productor (IPP), que mide el coste de los productos a la salida de fábrica, descendió un 1,7 por ciento interanual en julio.
La inflación sigue siendo favorable, sin que exista una presión inmediata para la subida de los tipos de interés. El IPP siguió a la baja por 52º mes consecutivo, pero el ritmo de la caída se redujo, según Wang Dan, de la agencia Economist Intelligence Unit.
La subida de precios del carbón y los metales ferrosos y no ferrosos puede indicar que los esfuerzos del país por reducir el exceso de capacidad industrial comienzan a tener algunos efectos positivos. La producción de carbón bajó un 9,7 por ciento interanual en el primer semestre, mientras en el mismo periodo del año pasado la bajada fue del 5,8 por ciento.
Las exportaciones denominadas en yuanes subieron un 2,9 por ciento interanual en julio, mejorando el registro del 1,3 por ciento de junio. No obstante, las importaciones bajaron en julio, lo que da a entender que los cimientos de la recuperación siguen siendo frágiles, debido principalmente a la reducción de la demanda interna y la inactividad del mercado inmobiliario, según el banco HSBC.
Unos informes sobre la actividad fabril emitidos la semana pasada mostraron que tanto las exportaciones como los pedidos internos bajaron en julio, influidos por unas inundaciones extensivas que limitaron la actividad empresarial.
El crecimiento económico se mantuvo estable en el 6,7 por ciento en el segundo trimestre, el nivel más bajo tras la crisis financiera global de 2009 pero todavía dentro del margen fijado entre el 6,5 y el 7 por ciento. El HSBC sugiere que aún se requiere una flexibilización monetaria más contundente y una reforma por el lado de la oferta más eficaz.
El Banco Popular de China, el central del país, destacó que mantendrá una "política monetaria prudente" en un informe trimestral publicado el pasado viernes en el que recalcó su posición un día después de que el Banco de Inglaterra redujera los tipo de interés al nivel más bajo de la historia.
El banco central explicó que si reduce repetidamente el coeficiente de reservas, una fuerte señal de política monetaria expansiva, los tipos de interés del mercado caerán y aumentará la presión para depreciar el yuan.
Muchos de los problemas de la economía china son de índole estructural y la solución reside en la reforma estructural por el lado de la oferta, indicaba el banco central en el informe del pasado viernes.
