BEIJING, 19 dic (Xinhua) -- Wang Jun trabaja como editor, y es el autor de un libro titulado "Un estudio del Pensamiento de Xi Jinping sobre la Reforma y Apertura".
Su oficina está llena de montañas de documentos que su equipo de colaboradores recopiló para escribir el volumen.
"Xi Jinping es un hombre que se dedica sin reservas a la reforma y apertura", afirma Wang, presidente de la Academia de Ciencias Sociales de Guangdong, una provincia que está en el sur del país.
China celebra este año el 40º aniversario de la reforma y apertura, una causa iniciada por Deng Xiaoping y ahora impulsada por Xi.
Xi volvió a Guangdong a finales de octubre pasado. Estando allí visitó una exposición sobre la reforma celebrada en la ciudad de Shenzhen. Su visita a la exhibición se extendió por más de una hora.
En su recorrido, Xi hizo una pausa ante una enorme pintura. Era la representación de una escena captada en la hora pico de la mañana en la década de los años 80. Un cartel gigante ubicado frente a la zona industrial de Shekou recordaba a los primeros constructores de la ciudad la importancia de aprovechar el momento y luchar por el milagro económico.
Las visitas por parte de Xi a Shenzhen, un importante banco de pruebas de la reforma y apertura, son ya incontables.
"Volvemos a Shenzhen y a Guangdong porque queremos decirle al mundo que China nunca arrastrará los pies en la reforma y apertura. China está decidida a mostrar al mundo impresionantes nuevos logros en los próximos 40 años", manifestó el mandatario.
Hace seis años, cuando Xi fue elegido secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), la reforma entró en lo que muchos dieron en llamar una "zona de aguas profundas". El PCCh enfrentaba arduos retos en la reforma, dijeron algunos medios extranjeros.
Xi resistió la presión y guió a China para lograr numerosos y destacados éxitos, sostiene Wang.
La economía china está transformándose, pasando de un crecimiento rápido a un desarrollo de alta calidad. En 2017, el crecimiento volvió a acelerarse por primera vez en seis años y llegó al 6,9 por ciento, muy por encima del 3,7 por ciento de la economía global.
En los últimos seis años, el país ha creado más de 70 millones de nuevos puestos de trabajo, cifra que supera la población de Gran Bretaña. El tamaño del grupo de ingresos medios de China ha crecido de forma exponencial hasta los 400 millones de personas, lo que constituye un gran mercado de consumidores a nivel mundial.
Medios de comunicación internacionales definieron a Xi como un "reformador con visión de futuro" y un "reformador decidido que construyó un camino único para el futuro de China", un reformador cuya clara visión sobre la reforma "ha inspirado a la nación".
DECIDIDO A REFORMAR
Cuando China comenzó la reforma y apertura, en 1978, Xi estaba estudiando ingeniería química en la Universidad de Tsinghua. Su padre, Xi Zhongxun, era entonces el jefe del comité provincial de Guangdong del PCCh.
Xi Zhongxun tenía grandes esperanzas puestas en la reforma. Por eso pidió autorización a Deng para "dar el primer paso" para establecer una zona económica especial que abriría nuevos caminos para la reforma.
La valentía y el sentido de misión del padre dejaron una profunda impresión en el hijo.
En los primeros años de la década de los 80, cuando Xi Zhongxun fue promovido para trabajar en Beijing, Xi Jinping fue enviado a servir en el distrito de Zhengding de la provincia de Hebei, en el norte. Allí dio inicio a sus experimentos de reforma con una prueba de contratos de tierras rurales, con lo que se convirtió en el primer líder distrital en Hebei que adoptó esta práctica, ya probada en las provincias meridionales del país.
Como jefe del comité del PCCh del distrito, Xi ya sabía lo difícil que era introducir reformas. Era crítico del problema de la "obstrucción de los niveles medios" y lo solucionó con el nombramiento de funcionarios competentes y deseosos de hacer su trabajo para impulsar la reforma.
La reputación de Xi como reformador se fue fortaleciendo a medida que su carrera política fue avanzando. Al trabajar en ciudades como Ningde, Xiamen y Fuzhou (provincia de Fujian), así como en la provincia de Zhejiang y en la municipalidad de Shanghai, impulsó estrategias de reforma innovadoras para hacer frente a diferentes tipos de problemas.
"En un sentido real, Xi proviene de una familia reformadora. Y lo más importante, está profundamente comprometido con la reforma", afirma Robert Kuhn, experto estadounidense sobre China y presidente de la Fundación Kuhn, quien agrega que cuando se reunió con Xi, en 2005 y 2006, este destacó la importancia de la "reforma en todos los ámbitos".
"La reforma de Xi se deriva de su propia experiencia", asegura Shi Zhihong, ex subdirector de la Oficina de Investigación Política del Comité Central del PCCh. "Él sabía que los rígidos caminos del pasado no llevarían a ninguna parte, y que la reforma era una obligación".
En 2012, mientras reflexionaba sobre la causa de la reforma de China, Xi elogió a Deng. "Si no hubiera estado Deng para guiar a nuestro partido para tomar la histórica decisión de reformar y abrir al país, no habríamos podido lograr todo esto", manifestó.
"La reforma y apertura es un gran despertar de nuestro partido, y dio origen a importantes innovaciones teóricas y prácticas", añadió.
El pensamiento y las prácticas de reforma de Xi en las provincias han sido recopilados en libros, en donde, según observadores, uno puede remontarse a las raíces de la reforma integral y profunda que está teniendo lugar en China en esta nueva era.
LA QUINTA MODERNIZACIÓN
El 15 de noviembre de 2012, Xi se reunió con los medios de comunicación poco después de ser elegido secretario general del Comité Central del PCCh. En su intervención habló de la necesidad de adherirse a la reforma y apertura con el fin de seguir liberando las fuerzas productivas sociales, solucionar las dificultades de la gente respecto de la vida y el trabajo, y mantener el camino de la prosperidad común.
En ese momento, la determinación de Xi para llevar a cabo la reforma no podía ser más evidente. Pero él sabía cuán difícil iba a ser. Lo que era fácil de reformar ya ha sido reformado, y ahora viene la parte más difícil, advirtió.
Los seguidores de las reformas de Xi deben tener la valentía suficiente para superar los obstáculos en el pensamiento y atravesar la barrera de los intereses particulares.
Xi volvió a Guangdong en su primer viaje de inspección inmediatamente después de asumir el máximo cargo del PCCh. No fue una coincidencia que en 1992 Deng visitara la misma provincia en la que ahora se conoce como la "gira por el sur". Las declaraciones que Deng hizo durante ese viaje fueron fundamentales para impulsar la reforma y apertura.
En su visita de 2012, Xi rindió homenaje a Deng ante una estatua de bronce. "La reforma y apertura es una medida crucial que decide el destino de China", sostuvo, para luego agregar: "No hay pausa ni marcha atrás".
En un artículo sobre la visita, el periódico Financial Times decía: "El señor Xi no es el primer líder chino que habla de la necesidad de la reforma. Pero el tono de las declaraciones que hizo durante su viaje del fin de semana, ha sido más enérgico que el empleado por dirigentes anteriores".
Para Xi, la reforma tiene que ser llevada a cabo por el camino del socialismo con peculiaridades chinas. No funcionarán ni el camino viejo ni el desvío.
Xi insistió en que la reforma debe ajustarse a las necesidades de cambio propias de China, y en que el país no se reformará para hacer felices a otros. "Sólo el que los usa sabe si los zapatos le quedan bien o no", señaló.
La meta general de la profundización de la reforma es mejorar y desarrollar el sistema del socialismo con peculiaridades chinas y modernizar el sistema y la capacidad de gobernanza de China.
Este objetivo general es descrito por diversos observadores como la campaña de la "quinta modernización" de China.
De acuerdo con Xi, la reforma tiene que equilibrar varios pares de relaciones, a saber, entre la emancipación de la mente y la búsqueda de la verdad, entre el progreso integral y los avances en las áreas claves, y entre el diseño de alto nivel y cruzar el río tanteando las piedras.
He Yiting, vicerrector de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh, dijo que el pensamiento de Xi sobre la reforma ha enriquecido y desarrollado la teoría del socialismo con peculiaridades chinas.
Zheng Yongnian, director del Instituto de Asia Oriental de la Universidad Nacional de Singapur, afirma que Xi respondió a las preguntas relacionadas con qué cambiar, cómo cambiar en la nueva ronda de reforma, y quién la implementará.
En noviembre de 2013, Xi presidió la tercera sesión plenaria del XVIII Comité Central del PCCh, que emitió un extenso plan de reforma y un calendario de implementación de siete años.
La profundización de la reforma del país en todas las áreas ha llamado la atención del mundo. Algunos medios de comunicación en el exterior dijeron que la reforma dio un gran impulso al surgimiento duradero e inspirador de China.
Desde entonces, las siguientes sesiones plenarias del Partido han hecho énfasis en la profundización de la reforma, la cual constituye un elemento destacado en el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas para la nueva era.
Xi se ha convertido en el líder en la nueva ronda de la reforma y apertura de China.
LIDERADO CON ACCIÓN
Tras la tercera sesión plenaria del XVIII Comité Central, Xi sirvió como jefe de un grupo dirigente para la profundización integral de la reforma. Cuando el grupo se convirtió en un comité, se mantuvo como su jefe.
Mientras tanto, también ha sido elegido para presidir varios comités y comisiones de alto nivel en áreas como la gobernanza basada en la ley, los asuntos exteriores, la seguridad cibernética y la informatización.
Al encabezar estos grupos, Xi puede llevar a cabo discusiones cara a cara con la gente que trabaja en diferentes áreas y conocer mejor las situaciones reales.
El jefe de Estado revisó cada versión de los principales documentos sobre la reforma, añadió sus puntos de vista personales e empujó para un progreso mayor.
Tomando como ejemplo el papel del mercado, en 2013 el Partido decidió dejar que el mercado desempeñara un papel "decisivo" en la asignación de los recursos. Esta determinación envió una fuerte señal de ajuste de la política, ya que la palabra original, "básico", no había sido modificada desde 1992.
Al redactar el cambio, algunas personas dijeron que aún era demasiado temprano dar un salto tan grande como éste. Fue Xi quien decidió hacer el cambio.
"Muchas de las más importantes reformas no habrían sido posibles de no haber sido por Xi", manifestó un académico que participó en la redacción del documento.
Xi lideró la reforma en múltiples frentes para lograr avances: las brechas entre la población urbana y la rural se han estrechado, la política de dos hijos se ha iniciado y ya ha empezado a dar resultados, el derroche en las facturas gubernamentales ha logrado frenarse, y los intereses particulares han sido desbaratados.
El mandatario ha llamado constantemente a los funcionarios a tener la perseverancia para derribar los obstáculos hasta que se cumpla una tarea, y a hacer esfuerzos concretos, meticulosos y efectivos en la reforma.
Entre los finales de 2012 y de 2017, Xi llevó a cabo 50 giras nacionales de inspección, en las que investigó y promovió la reforma.
El progreso de la reforma abarca un amplio ámbito de esferas.
En la economía, hizo el juicio de la nueva normalidad, inició la reforma estructural por el lado de la oferta y trazó una línea clara entre el Gobierno y el mercado.
En la ciencia, estableció la meta de convertir a China en un centro de ciencia e innovación de talla mundial.
Lideró la lucha contra la corrupción para formar una marea aplastante, y en ella ha logrado una victoria arrolladora.
Lanzó una importante reforma institucional para reformar órganos del Partido y del Estado, que incluye el establecimiento de la Comisión Nacional de Supervisión y la Comisión para la Gobernanza con base en la Ley del Comité Central del PCCh.
El progreso de la reforma se refleja en otros frentes: la gente tiene mayor confianza cultural y sentido de satisfacción; se han mejorado los sistemas de protección ambiental, y se han reformado las fuerzas armadas.
En los cinco años desde finales de 2012 fueron emitidas más de 1.500 medidas de reforma, y la reforma ganó velocidad tras el XIX Congreso Nacional del PCCh, a finales de 2017.
En su discurso con motivo del Año Nuevo de 2018, Xi instó al pueblo chino a "abrir caminos para atravesar las montañas y construir puentes sobre los ríos" con el objetivo de impulsar la reforma.
Wang, el autor del libro, asegura que Xi ha logrado avances en una serie de asuntos difíciles y persistentes.
"Xi ha sido y es un reformador integral notable, cuyas reformas son de mayor alcance que las de generaciones anteriores", asevera Kuhn.
PARA EL PUEBLO
En abril, durante una visita a China del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, Xi le dijo: "todo lo que hacemos es para la felicidad del pueblo y la revitalización nacional, y también para buscar un terreno común para el mundo".
Xi ha hecho hincapié en que la reforma debe centrarse en lo que a la gente más le preocupa y más espera. La meta, según él, es ofrecer al pueblo un sentido de satisfacción más fuerte.
Eso se puede sentir más directamente con el aumento de las ganancias. El ingreso promedio de los chinos subió un 7,4 por ciento anual en los últimos seis años, cifra que eclipsó el crecimiento del PIB.
En octubre, los asalariados elogiaron una reforma al impuesto a la renta personal que exime a los que ganan menos de 5.000 yuanes (725 dólares) al mes.
Muchos trabajadores migrantes también lograron llegar al cada vez más vasto grupo de ingreso medio del país.
Zou Bin es uno de quienes se beneficiaron con la reforma. Él pasó de colocar ladrillos en obras de construcción a liderar un equipo como gerente de proyectos en China Construction Group, una empresa incluida en la lista Fortune 500.
Este año, Zou comenzó a servir como diputado a la Asamblea Popular Nacional, el máximo órgano legislativo del país. Y no sorprendió que su primera propuesta legislativa fuera sobre la profundización de las reformas de las labores de la construcción.
La reducción de la pobreza es otro hito. En los últimos seis años, alrededor de 70 millones de habitantes rurales han superado de la línea de pobreza.
William Jones, jefe del buró de Washington de la revista noticiosa Executive Intelligence Review, dijo que por mucho tiempo eliminar la pobreza había sido considerada una tarea importante para la humanidad, pero que hasta hace poco, era tomada como un sueño utópico.
"Con China, ahora ese sueño se está haciendo realidad", manifestó.
Bajo el liderazgo de Xi, la red de seguridad social de China se ha expandido, de modo que ahora la pensión básica de vejez cubre a más de 900 millones de personas y el seguro médico básico sirve a más de 1.300 millones.
Este año, la cinta nacional "Muriendo para sobrevivir" se convirtió en un éxito de taquilla. La cinta cuenta la historia ficticia de un comerciante que importa ilegalmente medicamentos baratos desde India y los vende a enfermos de cáncer en China.
El filme tocó un punto sensible para el público, los costos de los medicamentos. Pero, afortunadamente, ese problema está siendo solucionado.
El país ha introducido políticas para eximir de los aranceles de importación muchas medicinas para el cáncer, y se están haciendo esfuerzos por incluir más medicamentos de alta efectividad en el programa de seguro médico.
La reforma de Xi también tiene como fin cultivar un entorno ideal para hacer negocios.
El Banco Mundial dijo en su informe anual "Doing Business Report" que este año China avanzó al puesto 46 a nivel mundial luego de haberse situado en el 78 el año pasado, gracias a que el país implementó el mayor número de reformas en la región del Este Asiático y el Pacífico.
El "Informe Comercial de China 2018", elaborado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Shanghai, también mostró que un 83 por ciento de los encuestados en el sector de la manufactura y un 81 por ciento en el minorista, lograron ganancias, mientras que un 61,6 por ciento de las compañías tenían planes de aumentar su inversión en China en 2018.
El sector privado de China ha entrado en una nueva fase de desarrollo.
En lo que va de este año, 28 compañías privadas chinas fueron incluidas en la lista Fortune 500, cuando en 2010 solo una lo logró.
CONECTANDO AL MUNDO
La reforma de China ha beneficiado al mundo. China contribuyó al crecimiento global un promedio anual del 18,4 por ciento en los últimos 40 años, sólo por detrás de Estados Unidos, de acuerdo con el Buró Nacional de Estadísticas.
En 2017, China representó un 27,8 por ciento del crecimiento económico global, más que la cifra combinada entre Estados Unidos y Japón.
CRRC Corporation Limited (CRRC), líder mundial en el suministro de equipos de transporte ferroviario, ha mejorado infraestructuras y creado puestos de trabajo en más de 100 países y regiones desde su fundación, hace apenas tres años.
"El presidente Xi visitó nuestro taller en 2015, y nos pidió acelerar la innovación y crear una marca para los productos 'hechos en China', lo que ha promovido la reforma de nuestro sistema empresarial moderno y la integración de CRRC con la economía global", comenta un ejecutivo de la firma.
Afrontando el creciente proteccionismo y una economía mundial estancada, Xi propuso fomentar un nuevo tipo de relaciones internacionales caracterizado por la cooperación de ganancia compartida, y seguir el principio de alcanzar un crecimiento compartido a través de discusiones y colaboración a la hora de involucrarse en la gobernanza global.
Una característica importante de la reforma de Xi es la integración de la promoción de la reforma interna con la participación en la reforma de la gobernanza global, destaca Shi.
La propuesta de Xi de construir una comunidad de destino de la humanidad refleja la búsqueda de los valores comunes, añade.
Cuando Xi era gobernador de la provincia oriental de Fujian, hace 18 años, impulsó un proyecto de demostración para ayudar a la provincia de Eastern Highland de Papua Nueva Guinea con la plantación de juncao y arroz de tierra seca.
La tecnología de juncao cultiva setas comestibles y medicinales de hierbas silvestres especiales para que los árboles no necesiten ser cortados para cultivar las setas. Este método ha hecho surgir la esperanza de la erradicación de la pobreza en el ámbito global.
El éxito de juncao es un epítome del progreso de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por Xi para promover una prosperidad compartida de la humanidad mediante la cooperación en comercio e infraestructura. Hasta ahora, más de 140 países y organizaciones internacionales han firmado acuerdos con China para construir conjuntamente la Franja y la Ruta.
La degradación ecológica es un desafío global clave. Xi participó en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático celebrada en París en noviembre de 2015. China fue uno de los primeros países que firmaron el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Xi personalmente entregó los documentos de la participación de China en el Acuerdo al entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en septiembre de 2016.
En los últimos seis años, China ha mantenido su compromiso de proteger la Tierra a través de la profundización de las reformas internas, entre ellas la implementación de diez medidas de prevención y control de la contaminación del aire, la promoción de un sistema de "jefes de ríos" y la introducción de un mecanismo de parques nacionales. Muchas de estas reformas fueron iniciadas por Xi.
Xi elevó la apertura de China a un nuevo nivel. Él diseñó e impulsó la apertura de la primera Exposición Internacional de Importaciones de China, en que el mandatario reiteró la oposición al proteccionismo comercial y el compromiso con una economía mundial abierta.
La exposición, celebrada en Shanghai en noviembre pasado, atrajo a más de 3.600 compañías, de las cuales casi 180 eran estadounidenses. Los acuerdos previstos para compras de un año de mercancías y servicios fueron valorados en 57.830 millones de dólares.
China anunció una serie de medidas para abrir en mayor grado su economía, entre las que se cuentan ampliar el acceso al mercado, relajar las restricciones al capital extranjero, reducir los aranceles a la importación de automóviles y aumentar las importaciones. El número de zonas de libre comercio ha crecido a 12 en cinco años.
"La apertura trae progreso mientras que el aislamiento genera atraso", advirtió Xi.
Xi lideró a China para que esté más involucrada en la cooperación económica internacional, convirtiendo al país en una economía de mercado más moderna y madura, dijo Wang.
EN CAMINO
"Xi ha transformado a China a un ritmo increíble", sostuvo Geoff Raby en su columna de la revista Australian Financial Review. "A más de 8.000 dólares per cápita, China está actualmente en la parte superior del rango de economía de ingreso medio del Banco Mundial, y alrededor del 40 por ciento de eso fue añadido durante el mandato de Xi".
"Este es el nuevo orden en Asia. Ya no está empezando a surgir, ya ha llegado", agregó.
La República Popular China celebrará su aniversario número 70 el año que viene. La nación china con una historia de humillación se ha puesto en pie, se ha enriquecido y se está haciendo más fuerte.
La reforma de Xi ha puesto un cimiento firme para la revitalización de la nación china. Será la primera vez en la historia de humanidad que un país de más de 1.000 millones de personas llegue a la modernización en su conjunto.
La reforma de China ha inspirado al mundo: los países en desarrollo pueden avanzar por un nuevo camino hacia la modernización que es diferente al occidental. También rompe las mentalidades del "fin de la historia" y de que "Occidente es el centro".
El año 2018 también marca el 200º aniversario del natalicio de Karl Marx. La exitosa práctica de China ha inyectado nueva vitalidad a la teoría clásica bautizada en su honor.
Lo que Xi planea desarrollar es un modelo de cómo un país creciente puede evitar la confrontación con uno ya establecido. Esto mostrará que civilizaciones diferentes pueden enriquecer los intercambios y coexistir pacíficamente.
La reforma aún está en camino. No es una tarea fácil cambiar el mayor país en desarrollo del mundo. El PIB per cápita de China ha sobrepasado los 8.000 dólares, cifra aún lejana de los 57.000 dólares de Estados Unidos.
China aún se enfrenta a una estructura industrial desequilibrada, una innovación débil y riesgos financieros.
Xi tiene muchos desafíos por delante. Con gran valentía, él está preparado para dirigir al Partido y al país para seguir avanzando en la reforma.
"Muchos progresos se han logrado en estos últimos años", dijo el presidente, y complementó: "Pero todavía se puede lograr mucho más, ahora que nos aventuramos en un nuevo viaje".