BEIJING, 5 jul (Xinhua) -- El plagio y la radiodifusión no autorizada, entre otros casos de infracción de derechos de autor, resultan frecuentes en la industria del cine y la televisión de China, informó hoy domingo la Sociedad de Derechos de Autor de China citando un reciente seminario.

La débil protección de los derechos de autor ha redundado en pocos incentivos para los guionistas, mala calidad de las películas y series de televisión y productos de imitación, según un comunicado de dicha sociedad.

Todo ello representa un obstáculo para el desarrollo de la industria del cine y la televisión de China, país que es actualmente el mayor productor y consumidor de teleseries, así como el tercer mayor productor y el segundo mayor consumidor de películas del mundo.

Con el auge de la industria, un gran número de guionistas aficionados y nuevos está accediendo al mercado en busca de oportunidades, algunos incluso a costa de trabajar sin contrato, lo que altera las reglas del sector, señaló en el seminario el vicepresidente de la sociedad nacional de literatura de cine, Wang Hailin.

Expertos legales han atribuido la situación a una insuficiente legislación. La Ley de Derechos de Autor es la única del país a la que se puede remitir en términos de resolución de las disputas sobre derechos de cine y televisión.

El juez del tribunal de derechos de propiedad intelectual de Beijing, Feng Gang, apuntó que los legisladores deben definir mejor lo que es plagio y el uso justo de la Ley de Derechos de Autor.

Por su parte, Cui Guobin, profesor de la Universidad Tsinghua con sede en Beijing, sugirió que se fortalezca el rol de las asociaciones industriales en la protección de los derechos de autor y que se establezca una lista negra para los infractores.

En 2014, la escritora taiwanesa Chiung Yao acusó al guionista de la parte continental Yu Zheng de copiar su libro de 1993 y la respectiva serie de televisión, lo que puso la cuestión de la infracción de los derechos de autor bajo el candelero.

Las series de televisión chinas han sido criticadas durante mucho tiempo por los espectadores jóvenes por repetir el mismo género y contener argumentos tediosos, por lo que cada vez más personas siguen las series de televisión extranjeras.