BEIJING, 16 jun (Xinhua) -- Cualquier mención de la historia agresiva de Japón y su cambio en la política de seguridad por parte del gobierno del país será observada de cerca en 2015, en momentos en que sus víctimas se preparan para conmemorar el 70° aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.
En una entrevista con los medios de comunicación chinos el lunes, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, dijo que las nuevas iniciativas de ley de seguridad de su país no llevarán al conflicto militar entre Japón y China, y que la nación no repetirá su historia de guerra.
El gabinete de Japón aprobó en mayo un paquete de iniciativas de ley de seguridad para ampliar de manera importante la esfera de las operaciones de ultramar de las fuerzas de autodefensa de la nación, con lo que violó la política de seguridad de posguerra de Japón. El gabinete está buscando aprobar nuevas políticas antes de julio, a pesar de la oposición en el país y DE las preocupaciones en el extranjero.
Cuando se le pidió que comentara las nuevas políticas, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China expresó el deseo de que Japón siga el camino del desarrollo pacífico y desempeñe un papel constructivo en Asia.
En Tokio, alrededor de 25.000 manifestantes rodearon la sede del Parlamento de Japón el domingo para expresar su firme oposición a las nuevas iniciativas de ley de seguridad propuestas por la administración Abe.
RETORICA VIEJA
Cuando se trata de temas históricos, el problema con el primer ministro Abe es que ha estado reiterando palabras elegidas cuidadosamente sin una actitud sincera o de disculpa respecto a las atrocidades pasadas de la nación.
En discursos ante el Congreso de Estados Unidos y la Cumbre Asia-Africa en Indonesia, el primer ministro expresó un "remordimiento profundo" por la Segunda Guerra Mundial, pero se abstuvo de emitir una disculpa.
Pero aún más lamentable fue que el primer ministro se abstuvo de comentar sobre la Proclamación Potsdam, que aceleró el fin de la Segunda Guerra Mundial y calificó a las acciones de Japón de hace más de 70 años como una guerra de agresión. Además, Abe indicó que no se percató de esa parte en la proclamación.
En la entrevista del lunes, el primer ministro, una vez más, eludió una disculpa abierta, que fue expresada en la histórica Declaración de Murayama por el entonces primer ministro japones Tomiichi Murayama en el 50 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial el 15 de agosto de 1995.
ACCIONES PROVOCADORAS
Al igual que su misma actitud sobre el pasado agresivo de la nación, los actos de provocación de la administración de Abe continúan.
China criticó a Japón en mayo luego de que la esposa de Abe visitara el santuario Yasukuni en Tokio, conocido por honrar a criminales de guerra. Medios japoneses informaron que Akie Abe visitó el santuario, que honra a veteranos japoneses muertos, incluidos 14 criminales de clase A de la Segunda Guerra Mundial (IIGM).
En abril, un grupo de legisladores japoneses de varios partidos visitó el santuario un día después de que Abe dedica un árbol "masakaki" en su honor.
Irónicamente, horas después de que Abe expresara que sentía un "profundo remordimiento" por las guerras del pasado y prometió adherirse a la paz durante la Cumbre Asia-Africa en Indonesia en abril, tres de los miembros de su gabinete visitaron el santuario.
Todas esas acciones se añaden a las declaraciones de políticos de alto nivel que buscan borrar las atrocidades de guerra cometidas por Japón durante la IIGM y las revisiones de los libros de texto que tratan de esconder a las jóvenes generaciones el aborrecible papel de Japón.
ACCIONES CONCRETAS SON CLAVE
Japón sólo podrá conseguir la confianza de sus vecinos víctimas de la guerra y eventualmente ser aceptado como una nación honesta, cuando exprese disculpas sinceras para las víctimas de sus atrocidades de tiempos de guerra y un verdadero remordimiento por su terrible papel durante la IIGM.
Esas expresiones deben estar acompañadas de acciones tangibles con el fin de lograr la confianza de sus vecinos, declaró hoy Lu Kang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, en una conferencia de prensa.
China está por conmemorar la IIGM y el mundo observa con atención y reflexiona si Abe hará algún intento por reconciliarse con sus vecinos.
Al preguntarle si Beijing invitará a lideres japoneses a sus actos conmemorativos en marzo, Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores de China y ex enviado chino en Japón, declaró que China da la bienvenida a "cualquiera que venga sinceramente".
Las acciones positivas de Japón en estas ocasiones son importantes no sólo porque la mayoría de los líderes japoneses no han reflexionado ni se han disculpado por la agresión de los tiempos de guerra, especialmente no al grado de Alemania por el Holocausto.