Por Wu Xia

BEIJING, 2 mar (Xinhua) -- Las próximas dos sesiones políticas anuales de China se enfocarán de nuevo en las políticas económicas, y, de manera generalizada, se espera de ellas que inyecten un nuevo vigor y vitalidad al gigante económico y desencadenen un impulso de crecimiento para la economía global.

Se prevé que las sesiones de este año de los legisladores en la Asamblea Popular Nacional (APN) y de los asesores políticos en el Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC) aborden una serie de reformas en los terrenos de la financiación de gobiernos locales, la fiscalidad, los precios, las empresas estatales y el sistema de registro del hogar.

Dado que son las primeras "dos sesiones" anuales de la APN y la CCPPC celebradas después de que el crecimiento de China se desacelerara hasta un estado de "nueva normalidad", se espera que las próximas reuniones revelen signos importantes de una nueva hoja de ruta para el desarrollo y la reforma en los años venideros.

En el informe de trabajo del Gobierno que presentará el premier, Li Keqiang, en el comienzo de la sesión de la APN , el Gobierno chino posiblemente bajará su objetivo de crecimiento del PIB para 2015 a alrededor del 7 por ciento, según analistas.

Aunque la tasa de crecimiento exacta está por anunciarse, la tendencia está clara: el liderazgo chino está dispuesto a tolerar un crecimiento más lento para hacer espacio a reformas decisivas en áreas clave.

El liderazgo chino ha definido el año 2015 como un período crucial para profundizar integralmente en las reformas, el primer año en el que se promueve de manera integral el Estado de derecho, y el último año del 12º Plan Quinquenal (2011-2015).

Después de más de tres décadas con una expansión media cercana al 10 por ciento, el nuevo liderazgo de China tiene el objetivo de lograr un crecimiento de más alta calidad, con un menor coste medioambiental, con menos riesgos sistémicos y que estreche las diferencias de ingresos.

También está promoviendo nuevas industrias como la asistencia sanitaria, la educación, el entretenimiento, los deportes, el comercio electrónico y la protección ambiental, a fin de dar rienda suelta a un nuevo impulso al crecimiento de la economía.

El mantenimiento de un ritmo estable de crecimiento, no obstante, es vital para conseguir reformas exitosas. Frente a complejas circunstancias tanto en el interior del país como en el extranjero, el Gobierno chino confía en adoptar las medidas políticas de manera oportuna para garantizar el empleo y el crecimiento a corto plazo de acuerdo con los objetivos marcados.

En los últimos meses, el banco central del país, el Banco Popular de China, ha reforzado la flexibilidad monetaria, recortando los tipos de interés de referencia y la ratio de reserva para los bancos de todo el país. La inversión en infraestructuras continuará contribuyendo a estabilizar el crecimiento económico.

La construcción de una economía china robusta es, en sí mismo, una importante contribución a la economía global. Dado que ahora la segunda economía más grande del mundo está madurando hacia un modelo más competitivo, está abriendo nuevas oportunidades para el resto del mundo.

La iniciativa para la construcción de la Zona Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima del siglo XXI, que será anunciada de manera formal en las próximas semanas, servirá como una plataforma esencial para la cooperación de China con el resto de Asia, Europa y Africa. Docenas de países a lo largo de la antigua Ruta de la Seda se beneficiarán del capital, la tecnología, el saber hacer y el espíritu emprendedor de China.

Más políticas sustantivas tomarán forma más adelante este año para facilitar este tipo de cooperación beneficiosa para todos. Después de décadas de crecimiento esporádico, se espera que las empresas chinas emerjan como una nueva megatendencia en la economía global.