RÍO DE JANEIRO, 28 may (Xinhua) -- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó este miércoles la iniciativa "Llamada Nordeste", un programa que destinará 10.000 millones de reales (aproximadamente 1.760 millones de dólares) a proyectos de infraestructura, servicios públicos y actividades productivas en la región nordeste, la más pobre del país, en un movimiento estratégico para dinamizar la economía de la región.
En un acto en el estado de Pernambuco, Lula aseguró que se trata de "la mayor disponibilidad de recursos jamás ofrecida para inversiones en la industria del Nordeste. Son 10.000 millones de reales en créditos disponibles para quienes quieran desarrollar proyectos en la región. Nunca antes habíamos tenido algo similar", destacó Lula.
La "Llamada Nordeste" marca un hito al integrar, por primera vez, todas las instituciones financieras federales que operan en la región: el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el Banco do Nordeste (BNB), el Banco do Brasil (BB) y la Caixa Económica Federal (Caixa).
También participan la Financiadora de Estudios y Proyectos (FINEP), el Consorcio de Gobernadores del Nordeste y la Superintendencia de Desarrollo del Nordeste (Sudene), vinculada al Ministerio de Integración y Desarrollo Regional (MIDR).
El ministro de la Casa Civil (jefe de gabinete), Rui Costa, explicó que los recursos están destinados a atraer industrias de todos los tamaños al interior del Nordeste. "Por ejemplo, un empresario puede proponer la construcción de un puerto seco en Salgueiro, aprovechando la infraestructura de la Transnordestina, generando empleo e ingresos para la población local", explicó.
La expectativa es que esta inyección de recursos impulse la innovación y el desarrollo sostenible en sectores estratégicos para el Nordeste.
La iniciativa prioriza áreas clave como energías renovables (con énfasis en almacenamiento), bioeconomía (especialmente en fármacos), descarbonización (destacando el hidrógeno verde), centros de datos ecológicos e industria automotriz, incluyendo la fabricación de maquinaria agrícola.
El Nordeste brasileño, históricamente marcado por altos índices de pobreza y desigualdad, ha sido una de las regiones más postergadas en términos de desarrollo industrial y acceso a inversiones. Con esta nueva política de financiamiento e integración institucional, el gobierno federal busca no solo generar empleo e ingresos, sino también promover un desarrollo inclusivo que reduzca las desigualdades regionales.
"Esta inversión de 10.000 millones de reales es una señal clara de que el Nordeste está en el centro de nuestra estrategia de desarrollo. Estamos sembrando las condiciones para que esta región deje de ser sinónimo de carencias y pase a ser símbolo de innovación, sostenibilidad y crecimiento", concluyó el presidente Lula.