Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 3 abr (Xinhua) -- La Semana de Turismo, como se conoce a la Semana Santa en Uruguay, transcurre en 2021 con un movimiento turístico muy limitado cuando el país atraviesa el peor momento de la pandemia del nuevo coronavirus.
Días antes de este tradicional asueto laboral y estudiantil el ministro de Turismo, Germán Cardoso, adelantó en conferencia de prensa que no se desalentaría el turismo, como sí se hizo en la semana de 2020.
Señaló que, con las fronteras del país cerradas, el turismo interno debe hacerse en el marco de la "libertad responsable" que promueve el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, y respetando la "burbuja" de cada núcleo familiar.
En esa línea, Federico Zerbino, director de Turismo de la intendencia de Rocha (este), sostuvo en entrevista con Xinhua que hay "muy poca presencia de turistas en la costa", pese a que este departamento es conocido por tener algunas de las mejores playas del país en la costa del océano Atlántico.
"Los operadores no están llegando ni siquiera a un 20 por ciento (de ocupación)", reveló.
Esta baja afluencia de visitantes se explica en las medidas de restricción adoptadas por el gobierno la semana pasada, como el cierre de las oficinas públicas y la suspensión de las clases, que reforzó el gobierno departamental con acciones como la prohibición de campamentos.
El gobierno nacional decidió además el cierre durante esta semana de los centros termales de los departamentos litoraleños de Paysandú (noroeste) y Salto (noroeste), el principal destino en esta época del otoño austral.
Andrés Lima, el intendente de Salto, señaló que el Poder Ejecutivo adoptó esa decisión ante la "movilidad considerable" que se esperaba con el arribo de turistas desde "diferentes puntos del país".
Las Termas del Daymán, ubicadas al sur de Salto, a unos 500 kilómetros al norte de Montevideo, lucen vacías mientras los hoteleros lamentan las reservas que perdieron en días clave para la facturación anual.
En tanto, Pablo Saraví, vocero de la terminal de autobuses Tres Cruces, de Montevideo, informó en declaraciones para la televisión local que la cantidad de pasajeros cayó un 71 por ciento en relación a la Semana de Turismo de 2019.
Sin embargo, reconoció que, "si bien es una Semana de Turismo atípica, está mejor que la del año pasado" cuando "tocamos piso" ante un movimiento mínimo de autobuses.
De igual forma, el asesor del Centro de Hoteles de Punta del Este (CHPE), Héctor Araújo, aseguró a la radio local que "no teníamos demasiada expectativa" porque en una Semana de Turismo normal el 90 por ciento de los visitantes llega del extranjero y los uruguayos suelen optar por el turismo termal o viajar al exterior.
La situación de los hoteles de ese destino "es crítica", advirtió.
El cardenal y arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, afirmó que la iglesia suspendió "infinidad de celebraciones" pero mantiene con un aforo de un tercio "las celebraciones fundamentales de Pascua".
"Lo que hay que hacer es cumplir estrictamente los protocolos", evaluó en diálogo con la televisión local.
Cuando Uruguay implementa una exitosa campaña de vacunación, que ya alcanzó con al menos una dosis a cerca del 20 por ciento de su población, también afronta la peor etapa de la pandemia.
El país sudamericano alcanzó el viernes un récord de casos activos de COVID-19, al contabilizar 23.488 personas con la enfermedad en curso, mientras registra día a día nuevos máximos de casos y de fallecidos, que ya totalizan 1.041 acumulados desde el 13 de marzo de 2020.