Por Raúl Menchaca
Una enfermera prepara una dosis del candidato vacunal Soberana-02, en un centro de salud en el barrio de El Vedado, en La Habana, capital de Cuba, el 31 de marzo de 2021. Cuba avanza en la investigación de sus posibles vacunas contra la COVID-19 y en esta jornada concluyó en La Habana la inmunización con la primera dosis de la tercera y última fase de estudios de Soberana-02, el candidato vacunal más adelantado de Latinoamérica. (Xinhua/Joaquín Hernández)
LA HABANA, 31 mar (Xinhua) -- Golpeada por la crisis económica y la agria hostilidad de Estados Unidos, Cuba busca soberanía tecnológica para enfrentar el impacto de la pandemia, que ha provocado en la isla 424 fallecidos y 75.263 contagios.
"Hemos estado trabajando intensamente para tratar de tener soberanía en un grupo de elementos que tienen que ver con la lucha contra la pandemia", dijo en un encuentro con la prensa el director del estatal grupo empresarial BioCubaFarma, Eduardo Martínez.
Desde que el Sars-CoV-2 apareció en la isla hace poco más de un año, los científicos cubanos han fabricado más de 4.000 equipos y dispositivos médicos destinados a enfermos con COVID-19 y utilizados en salas de cuidados intensivos o centros de aislamiento.
Martínez señaló que, debido al bloqueo de Estados Unidos, para Cuba hubiera sido muy difícil alcanzar los resultados que actualmente exhibe, sin haber contado con una industria que se creó hace más de 25 años y en ese sentido destacó el ahorro que el país logra a partir de esas producciones.
Entre los medios producidos localmente se destacan los respiradores mecánicos diseñados en cuatro modelos para diferentes circunstancias médicas, desde la urgencia hasta los cuidados intensivos, y de los que se entregarán unos 500 en este semestre.
También la isla pretende elaborar de manera masiva a partir de mayo sus propias pruebas de biología molecular en tiempo real, los llamados test de PCR, que ahora se adquieren a un alto costo en el mercado internacional.
"Eso nos debe dar la capacidad, por ejemplo, de hacer para la COVID-19 todas las pruebas que el país necesite diariamente. Podríamos hacer 30.000 o más pruebas", aseguró a Xinhua el cientifico José Luis Fernández, asesor del presidente de BioCubaFarma.
En la actualidad, en la isla se realizan entre 18.000 y 20.000 pruebas diarias en los 23 laboratorios de biología molecular del país, 19 de ellos construidos tras la aparición del nuevo coronavirus.
"Estamos hablando de producir localmente todos los elementos del test, desde la toma de muestras hasta la reacción final, incluyendo los software de interpretación de los resultados", adelantó Fernández.
De manera paralela, Cuba avanza en la investigación de sus posibles vacunas contra la COVID-19 y en esta jornada concluyó en La Habana la inmunización con la primera dosis de la tercera y última fase de estudios de Soberana-02, el candidato vacunal más adelantado de Latinoamérica.
En uno de los 48 vacunatorios abiertos en la capital cubana, el director del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), Vicente Vérez, certificó al último de los 44.000 voluntarios que participan en el estudio y que deben recibir dos o tres dosis del proyecto vacunal creado por ese centro.
Con el candidato Soberana-02 también se inmunizan 150.000 trabajadores de la salud y de las industrias biotecnológicas y farmacéutica, en un ensayo de intervención que amplía la muestra de estudio.
"La vacuna ha demostrado que es segura y no hay riesgos de ampliar la muestra", dijo Vérez al anunciar que en una segunda etapa del estudio de intervención el fármaco llegará a toda la población de La Habana, donde viven unos dos millones de personas.
El científico aclaró que esa ampliación dependerá de la disponibilidad de dosis, "para lo cual hoy estamos avanzado en el escalado productivo y en el transcurso de abril se debe comenzar a ampliar".
En las orientales provincias de Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo se desarrolla también un ensayo de intervención con Abdala, otro candidato vacunal que reciben 120.000 voluntarios, mientras transcurre la tercera y última fase de ensayos clínicos con ese fármaco que involucra a otras 48.000 personas.
Otros tres proyectos de vacunas cubanas contra la COVID-19, Soberana-01, Soberana Plus y Mambisa, están en distintas fases de investigación.