Un buque tanque petrolero (i) y un remolcador (d), son reparados en el playón de los Talleres Navales Dársena Norte (Tandanor), en Buenos Aires, capital de Argentina, el 29 de marzo de 2021. El histórico astillero argentino Tandanor, cuyos orígenes se remontan al año 1879, se ha sobrepuesto a los desafíos generados por la pandemia de la COVID-19 y busca confirmar una proyección internacional mediante el desarrollo de productos exportables de la industria naval. (Xinhua/Martín Zabala)
BUENOS AIRES, 29 mar (Xinhua) -- El histórico astillero argentino Tandanor (Talleres Navales Dársena Norte), cuyos orígenes se remontan al año 1879, se ha sobrepuesto a los desafíos generados por la pandemia de COVID-19 y busca confirmar una proyección internacional mediante el desarrollo de productos exportables de la industria naval.
"Tandanor es uno de los astilleros más importantes de Sudamérica, cuenta con 34 hectáreas ocupadas, de las cuales 21 corresponden al astillero Tandanor específicamente, y 13 corresponden al astillero Almirante Storni, construido para la construcción del modelo TR1700 de submarinos en el año 1978", dijo a Xinhua el presidente de la empresa estatal, Miguel Tudino, durante una visita al predio.
La historia del astillero ubicado en la zona sur de Buenos Aires, capital del país, se remonta a más de 140 años, cuando el 10 de noviembre de 1879, el entonces presidente argentino Nicolás Avellaneda (1874-1880) puso en funcionamiento los Talleres Navales de Marina para el mantenimiento de los buques de la Armada Nacional.
En la década de los años 90, el astillero atravesó un período de deterioro que lo condujo a la quiebra debido al vaciamiento sufrido durante su privatización, mientras que en el año 2007 el Gobierno argentino decidió recuperar los talleres estratégicos y promovió su estatización, quedando el 90 por ciento de las acciones en manos del Estado Nacional y el 10 por ciento restante para los trabajadores, a quienes se reconoció el esfuerzo realizado a fin de mantener en actividad a la empresa.
Ese esfuerzo se vio ratificado durante el año 2020, cuando la COVID-19 impactó en diversos sectores productivos del país, pero no en el astillero.
"Durante la pandemia tuvimos un apoyo realmente excepcional de los trabajadores, porque seguimos trabajando. Fue un año realmente importante", porque pese a los protocolos sanitarios y las restricciones a la circulación, el astillero mantuvo su actividad, dijo Tudino.
El entrevistado remarcó que en 2020 Tandanor logró "construir o reconstruir la misma cantidad de buques que los años anteriores y facturar el 20 por ciento más que el año anterior".
"Eso no se hubiese logrado si no hubiésemos tenido ese acuerdo estratégico con los trabajadores, que pusieron todo su esfuerzo y lograron llegar a fin de año con una excepcionalidad, con todos los trabajadores hisopados. Uno solo tomó la enfermedad con gravedad, pero salió bien de la terapia intensiva y está trabajando con nosotros", enfatizó el directivo, que destacó el compromiso de los 450 operarios que integran la planta permanente de la empresa.
Tudino destacó que, con apoyo estatal, el astillero está "encaminado en desarrollar determinados productos para generar un producto exportable desde la industria naval, que es lo que nos interesa reforzar".
"Estamos comenzando la construcción de 10 remolcadores para la Armada Argentina y seguramente de ese prototipo, que será serie, vamos a lograr un modelo muy ajustado que nos va a permitir salir a venderlo en Argentina y en el mundo", resaltó el directivo.
Sin embargo, Tandanor no solo está en condiciones de exportar elementos de fabricación naval de distinto tipo, como buques de hasta 185 metros, sino también grúas para puertos militares, barcazas y desarrollos propios de la industria metal-mecánica.
Entre ellos, 13 puentes para paso a distinto nivel en cruces viales de la emblemática línea ferroviaria de pasajeros Sarmiento, que conecta el centro de Buenos Aires con la periferia oeste.
Tudino dijo que los puentes, destinados tanto para la circulación de tránsito liviano como pesado, permitirán mejorar las frecuencias de las formaciones para transportar más pasajeros, además de generar más de 200 puestos de trabajo directos, con la particularidad de haber reactivado las actividades de dos empresas medianas para el laminado de más de 1.600 toneladas de acero y el galvanizado de la estructura metálica.