Por Luis Rojas
MEXICO, 25 mar (Xinhua) -- La economía de América Latina podría tener un mejor desempeño en 2021 por el nuevo paquete de estímulos fiscales de Estados Unidos, pero todo dependerá de que la población estadounidense ejerza parte de la ayuda en consumo e impulse al comercio, indicaron expertos.
Agregaron que el escenario también está sujeto a que la economía estadounidense acelere el ritmo sin presionar la inflación, así como a los avances que logren los países en América en cuanto a la vacunación contra la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), mientras la pandemia parece resurgir.
El presidente estadounidense, Joe Biden, promulgó el pasado 11 de marzo el paquete de estímulos por 1,9 billones de dólares, medida orientada a impulsar la economía, vapuleada en 2020 por la COVID-19.
El codirector de inversiones de la firma Franklin Templeton en México, Luis Gonzali, explicó que en principio, los beneficios podrían traducirse en un aumento en el flujo comercial hacia América Latina, sobre todo en Brasil y México, las dos mayores economías de la región.
"Dentro de América Latina, México definitivamente será el más beneficiado, y nos ayuda además que aquí no hubo estímulos fiscales (por la COVID-19) como en otros países como Brasil, por lo que el impacto será más notorio", dijo Gonzali a Xinhua.
La estrategia de Biden, quien asumió la Presidencia el 20 de enero pasado, otorga pagos directos a la mayoría de los estadounidenses, ayuda a los gobiernos estatales y locales, y ofrece un mayor financiamiento para la distribución de la vacuna contra la COVID-19, entre otros estímulos.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) de México aseveró que pese a la ayuda, no obstante, la situación económica y social en Estados Unidos plantea "riesgos de importancia" hacia adelante.
"Los hogares han sido cautelosos frente a los efectos de la pandemia y ello se ha reflejado en un menor gasto de consumo", explicó el organismo del sector privado, en un reporte publicado el pasado 22 de marzo.
En su opinión, existen varios elementos en el panorama que podrían retrasar el dinamismo del consumo estadounidense, lo que limitaría el efecto sobre las importaciones que realiza Estados Unidos de América Latina.
El organismo citó, por ejemplo, que datos del Departamento de Comercio estadounidense indican que en enero pasado el ingreso personal tuvo un avance mensual de 10 por ciento, pero el gasto de las personas se elevó solo 2,3 por ciento en el período.
"Es probable que los hogares hayan destinado los recursos recibidos al pago de sus deudas, al menos las más caras, y corregir su situación financiera. Hacia adelante, es posible que sigan en esa línea, en vez de elevar su consumo", alertó el CEESP.
"No hay garantía de que la bonanza de la economía de los Estados Unidos sea un factor con el que se pueda contar de forma duradera o confiable", agregó.
Por su parte, el analista de investigación de estrategias de mercados emergentes de la firma suiza Julius Baer, Mathieu Racheter, alertó que América Latina parece enfrentar una nueva ola de infecciones por la COVID-19 y que la lentitud de las campañas de vacunación retrasará la inmunidad colectiva hasta fines de 2021, en detrimento de la economía regional.
Latinoamérica, explicó el experto en un comentario por escrito, podría retomar los niveles de producción económica anteriores a la crisis por la pandemia hasta 2022 o más tarde, toda vez que la región fue la más castigada en 2020 a nivel global por el nuevo coronavirus.
"El estímulo fiscal en su mayoría se ha agotado y algunos bancos centrales sufren cada vez más presión para aumentar las tasas de interés, antes de lo esperado, en vista del repunte de la dinámica de la inflación provocado por el aumento de precios de las materias primas", alertó.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) situó la contracción económica para la región en un 7,7 por ciento en 2020, con 209 millones de personas en situación de pobreza, 22 millones más que el año previo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha estimado a su vez que la economía de América Latina y el Caribe crecerá un 4,1 por ciento en 2021 y un 2,9 por ciento en 2022.