Por Raúl Menchaca
Una doctora realiza un chequeo de presión arterial a un trabajador después de recibir una dosis de la vacuna Soberana-02 en el Policlínico Docente Mártires del Corynthia en La Habana, capital de Cuba, el 24 de marzo de 2021. En La Habana comenzó el lunes un ensayo de intervención con el candidato vacunal Soberana-02, en el que participan 150.000 voluntarios que conforman grupos de riesgo de los sectores de salud, farmacéutico y biotecnológico, además de otros definidos por el Ministerio de Salud Pública de Cuba. (Xinhua/POOL/Adalberto Roque/AFP)
LA HABANA, 24 mar (Xinhua) -- A la doctora Giselle Moinelo la tranquilidad se le evidenció en los ojos, luego de recibir la primera dosis del candidato vacunal cubano Soberana-02, como parte de un masivo ensayo de inmunización del personal de salud de La Habana, iniciado el pasado lunes.
La joven estomatóloga acaba de vacunarse en el céntrico Policlínico Docente Mártires de Corynthia, en el barrio habanero del Vedado, y afirmó a Xinhua estar "ciento por ciento segura de que el candidato vacunal nuestro va a ser efectivo".
"Es un orgullo para los profesionales de la salud que llevamos más de un año combatiendo a la pandemia en las diferentes esferas y por lo tanto es un importante paso más de protección para nosotros", señaló Moinelo.
Con ese criterio coincidió José Villa, un trabajador que se encarga de la campaña de fumigación contra el mosquito Aedes Aegypti para prevenir el dengue.
"Me sentí bien cuando me vacunaron y pensé que se está yendo el coronavirus con la vacuna cubana, que es para nosotros y para el mundo", aseveró Villa con firmeza.
La vicedirectora de Epidemiología del policlínico, doctora Osiris Barbería, es la responsable de ese proyecto de investigación con una de las cinco vacunas que Cuba espera producir localmente para enfrentar la COVID-19.
"Esta vacunación nos beneficia tanto a nosotros como a nuestras familias, porque al estar en la primera línea de enfrentamiento a la pandemia, los trabajadores de la salud siempre tienen el riesgo de contaminarse y de llevar la infección a la casa", dijo la doctora.
Unas 150.000 personas están involucradas en ese ensayo en la capital de la isla, donde de forma paralela además transcurre la tercera y última fase de ensayos clínicos de Soberana-02, en la que están otros 44.000 voluntarios.
En el estudio de intervención todos se vacunan con el fármaco y no hay un grupo que recibe placebo, como ocurre en el ensayo de fase III para hacer comparaciones.
La intervención masiva, que busca probar la eficacia del fármaco, abarca al personal de los 82 policlínicos y hospitales habaneros, así como a otros grupos de riesgo que incluyen a trabajadores de las áreas farmacéutica y biotecnológica y de otras definidas por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
En el citado Policlínico se deben inyectar unos 250 trabajadores de la salud, grupo que incluye a médicos, enfermeras, estomatólogos, tecnólogos y empleados de especialidades administrativas.
"Se recibe una primera dosis, una segunda a los 28 días, y después de esperar otros 28 días una tercera con Soberana Plus, que es otra vacuna que Cuba desarrolla", explicó Barbería.
Los investigadores del Instituto Finlay de Vacunas, donde se desarrollaron esos inyectables, establecieron que la vacunación se realice con sujetos de entre 19 y 80 años, con enfermedades crónicas controladas y que no hayan recibido inmunomoduladores.
Resulta extraño ver a médicos, vestidos con sus clásicas batas blancas, sentados en el rol de pacientes ante otros colegas, quienes les toman la temperatura y la tensión arterial, y conforman una ficha individual.
Después cada uno debe expresar y firmar su consentimiento de vacunación, algo que es totalmente voluntario, antes de pasar a un área de inyección.
Tras recibir la primera dosis, permanecen durante una hora en una zona de observación, donde se monitorea que no haya reacción adversa alguna.
Científicos cubanos anunciaron este martes que para el mes de agosto se espera inmunizar contra la COVID-19 a más de la mitad de la población del país, de 11,2 millones de personas, por lo que el extenso sistema de salud de la isla comenzó a prepararse para esa inmunización masiva.
El Gobierno, por su parte, se propone inmunizar a toda la población antes de finales de año.
"El sistema de atención primaria está organizado en pequeños consultorios del médico de familia, cada uno con una población de entre 1.000 y 1.200 personas, por lo que se preparan los listados en espera de la vacunación masiva", afirmó la directora del Policlínico Docente Mártires de Corynthia, Carmen Rosa Beiryz.
Desde el lunes se inició en las provincias de Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo la fase III de ensayos clínicos de Abdala, otro candidato vacunal cubano que ahora se estudia en 48.000 voluntarios en esos territorios del oriente del país.
Otros dos proyectos de inyecciones de producción local, Soberana-01 y Mambisa, están en diversas etapas de investigación.
Cuba acumula 68.986 infectados y 405 decesos, desde que el nuevo coronavirus apareció en el país hace un año.