GINEBRA, 18 mar (Xinhua) -- Se considera que una de cada dos personas en el mundo tienen actitudes edadistas (discriminación por la edad), como se ha visto durante la pandemia de COVID-19, y se requieren acciones rápidas para implementar estrategias efectivas contra el edadismo, según un informe publicado hoy por la ONU.
El informe fue publicado de forma conjunta por la Organización Mundial de la Salud, la Oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas y el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
El informe señaló que durante la respuesta para controlar la COVID-19, los viejos y los jóvenes han sido estereotipados en el discurso público y en redes sociales y, en algunos contextos, la edad ha sido utilizada como el único criterio para el acceso a la atención médica, las terapias que salvan vidas y el aislamiento físico.
Una revisión sistemática en 2020 mostró que en el 85 por ciento de 149 estudios, la edad determinó quién recibía ciertos procedimientos o tratamientos médicos, indicó el informe, y que tanto los adultos de más edad como los adultos más jóvenes se encuentran a menudo en desventaja en el lugar de trabajo y que el acceso a capacitación y educación especializadas se reducen significativamente con la edad.
Pero la discriminación por edad tiene consecuencias graves y de amplio alcance para la salud y el bienestar de las personas.
Se considera que unos 6,3 millones de casos de depresión a nivel mundial son atribuibles al edadismo. Esto se interseca con y agrava otras formas de prejuicios y desventajas, incluyendo las relacionadas con el género, la raza y la discapacidad, según el informe.
"La pandemia ha dejado al descubierto las vulnerabilidades de las personas de más edad porque son pobres, viven con discapacidades, son mujeres que viven solas o pertenecen a grupos minoritarios" , dijo Natalia Kanem, directora ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas.
