TALLIN, 17 mar (Xinhua) -- Al menos 20 países europeos han suspendido parcial o totalmente el uso de la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus luego de reportes de decesos sospechosos a causa de trombos después de la vacunación, lo cual condujo a la investigación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) y a la revisión de seguridad por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El martes, Suecia se unió a países como Bulgaria, Dinamarca, Lituania, Luxemburgo, Letonia, Países Bajos, Irlanda, Francia, Alemania, Italia, España, Eslovenia, Chipre y Portugal, para suspender el uso de la vacuna de AstraZeneca.
La acción de la Agencia de Salud Pública sueca se deriva de las preocupaciones por potenciales efectos colaterales serios, incluyendo coágulos sanguíneos en combinación con bajos niveles de plaquetas que se han observado en algunos individuos jóvenes luego de la vacunación, dijo el epidemiólogo sueco Anders Tegnell.
"La decisión es una medida de precaución", indicó Tegnell. "Existe un buen conocimiento acerca de la vacuna, pero sigue siendo importante ahora que detengamos las vacunaciones hasta que la Agencia Europea de Medicamentos haya investigado si esos eventos podrían estar relacionados con la vacunación".
Tras haber suspendido el uso de un lote particular de vacunas de AstraZeneca contra la COVID-19 debido a preocupaciones de seguridad, Letonia y Lituania anunciaron también el martes la suspensión temporal del uso de la vacuna.
El ministro de Salud de Lituania, Arunas Dulkys, describió a la decisión como "una precaución" pendiente de las conclusiones finales de la EMA sobre la seguridad de la vacuna, y añadió que tanto la EMA como la OMS dicen que no existe ninguna evidencia de que la vacuna pudiera causas trombos.
El ministro de Salud de Letonia, Daniels Pavluts, señaló que la decisión de los expertos para suspender el uso de la vacuna ha sido inesperada y significa una pausa en el proceso de inmunización.
Aunque ha habido un reducido número de casos en Letonia en los que personas murieron pocos días después de recibir la vacuna de AstraZeneca, ninguno de esos casos involucraron tromboembolismo y no se ha encontrado evidencia que sugiera que las muertes fueron causadas por la vacuna, indicó la Agencia Estatal de Medicamentos de la República de Letonia.
Por su parte, tanto el primer ministro de Italia, Mario Draghi, como el primer ministro de Portugal, António Costa, subrayaron el martes "precaución" ante la decisión de prohibir al menos temporalmente el uso de la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus en sus respectivos países.
El ministro de Salud y Trabajo de Estonia, Tanel Kiik, dijo el martes en redes sociales que el comité nacional de expertos en inmunoprofilaxis de Estonia apoya continuar el uso de la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus.
"Decidimos que no suspenderemos las vacunaciones. Por ahora, no se ha demostrado claramente que la vacuna esté relacionada con trombosis", dijo a la televisión de Estonia la profesora Irja Lutsar, quien forma parte del comité de expertos en inmunoprofilaxis.
El lunes por la tarde, las autoridades de salud de Rumania decidieron "continuar la campaña de vacunación en Rumania con todas las vacunas contra la COVID-19 actualmente autorizadas en Europa".
Rumania decidió el jueves pasado poner en cuarentena temporalmente las 4.317 dosis de la vacuna AstraZeneca que no se habían utilizado de las 81.600 dosis del lote problemático recibido, pero sí continuar la vacunación con el suero de AstraZeneca de otros lotes.
En Austria, hasta el lunes por la noche, el jefe del departamento de vacunación del Ministerio de Salud no veía ninguna razón para cancelar las próximas vacunaciones.
Actualmente, no existen pruebas de una conexión causal entre la vacuna de AstraZeneca y los eventos sanitarios actualmente discutidos, "que también pueden ocurrir en personas no vacunadas", de acuerdo con el ministro de Salud austriaco, Rudolf Anschober, quien pidió "un enfoque común paneuropeo".
Asimismo, las autoridades griegas decidieron seguir utilizando la vacuna de AstraZeneca en el país como estaba previsto inicialmente, informó el martes la agencia oficial de noticias AMNA.
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, defendió el lunes la seguridad de la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca, afirmando que los reguladores de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA, por sus siglas en inglés) de su país "no ve razón alguna para suspender el programa de vacunación".
"Estamos revisando detenidamente los informes, pero la evidencia disponible no sugiere que la vacuna sea la causa", y "las personas deben seguir yendo a vacunarse contra la COVID-19 cuando se les pida", dijo el doctor Phil Bryan, jefe de seguridad de vacunas de la MHRA, en un comunicado el lunes.
Francia ha entrado en "una forma de tercera ola (de la pandemia de coronavirus) caracterizada por numerosas variantes del virus", declaró el martes el primer ministro Jean Castex, quien subrayó que su Gobierno sigue considerando la vacunación como una prioridad absoluta en su estrategia para frenar la propagación del virus.
La suspensión de la vacuna por parte de varios países europeos subraya la brecha entre un planteamiento de principio de precaución y la urgencia de desplegar estrategias de lucha contra el virus, señala un editorial del diario Le Monde publicado el martes.
El éxito de una campaña de vacunación depende tanto de la eficacia de la vacuna como de la confianza que inspire, señaló.
Mientras el mundo lucha por contener la pandemia, la vacunación está en marcha en un número cada vez mayor de países con las vacunas contra el coronavirus ya autorizadas.
En todo el mundo se están desarrollando 264 vacunas candidatas, 82 de ellas en ensayos clínicos, de acuerdo con la información publicada por la OMS el martes.