Por Gerardo Laborde
Una mujer camina por una calle, en el centro de Montevideo, capital de Uruguay, el 13 de marzo de 2021. Uruguay atraviesa actualmente el peor momento de la pandemia de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) a un año de la detección de los primeros casos y con la expectativa puesta en una campaña de vacunación que marcha a buen ritmo. (Xinhua/Nicolás Celaya)
MONTEVIDEO, 13 mar (Xinhua) -- Uruguay atraviesa actualmente el peor momento de la pandemia del nuevo coronavirus a un año de la detección de los primeros casos y con la expectativa puesta en una campaña de vacunación que marcha a buen ritmo.
"Estamos en el peor momento de la epidemia desde el inicio, hace un año", consideró en entrevista con Xinhua la integrante del Grupo Uruguayo Interdisciplinario de Análisis de Datos de COVID-19 (GUIAD-COVID-19), Jacqueline Ponzo.
Durante casi ocho meses el país sudamericano minimizó el efecto de la COVID-19, pero en diciembre comenzó a tener un crecimiento exponencial y que ahora tiene un nuevo empuje.
A decir de Ponzo, médica y magíster en epidemiología, la situación preocupa por el incremento de los casos activos y de los ingresos a cuidados intensivos en los últimos días, así como la alta incidencia de la enfermedad en el vecino Brasil, donde tiene presencia la variante P1.
El viernes, Uruguay alcanzó un récord de nuevos casos (1.366) y reportó seis fallecidos, por lo que el balance acumulado de contagios se elevó a 69.074 y el de decesos a 689, en una población de 3,4 millones de habitantes.
Pese a esto, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, aclaró el jueves que "por ahora" no se ampliarán las restricciones a la movilidad.
Durante la pandemia, el mandatario ha apelado a la "libertad responsable", con cierres limitados y exhortando al cumplimiento de las medidas preventivas.
MODELO DURANTE MESES
Tras la declaración de la emergencia sanitaria, el 13 de marzo de 2020, Uruguay amplió su capacidad de testeo y aplicó cierres específicos de actividades aunque sin implementar una cuarentena obligatoria.
En junio el país llegó a reportar varios días sin nuevos casos positivos, lo que hizo soñar con derrotar a la COVID-19, por lo que se reabrió casi toda la economía y retornó a las clases presenciales.
Ese éxito relativo se explicó por una baja densidad poblacional y un sistema de salud donde "cualquiera tiene derecho a todas las prestaciones", aseguró entonces a Xinhua Carlos Batthyány, director ejecutivo del Instituto Pasteur (IP) de Montevideo, clave para el control de la pandemia.
Ese buen manejo de la pandemia llevó a un gran respaldo popular de Lacalle, de 47 años, que a marzo de 2021 tenía una aprobación del 64 por ciento, según la encuestadora Cifra, el nivel el más alto a esta altura del mandato para un jefe de Estado uruguayo.
Los números positivos que colocaron a Uruguay como ejemplo regional se terminaron en diciembre cuando comenzó un crecimiento exponencial de los casos, fenómeno que recién se frenó en enero, aunque el sistema de salud siempre estuvo lejos de la saturación.
Ponzo estimó que el control se basó fundamentalmente "en el seguimiento epidemiológico y en el control de brotes", una estrategia eficaz hasta que hubo capacidad para sostener esa estrategia.
La contención de enero se explicó en la prohibición de las aglomeraciones en espacios públicos, el cierre total de fronteras, las licencias anuales a nivel laboral, y los aforos en los autobuses de mediana distancia.
El actual escenario es consecuencia de aumentar la movilidad cuando todavía había una importante circulación comunitaria del virus, advirtió Ponzo.
Como consecuencia de la crisis generada por la enfermedad el gobierno uruguayo estimó una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 5,8 por ciento en 2020 y una rápida recuperación de 3,5 por ciento para el 2021.
CONFIANZA EN LAS VACUNAS
La luz al final del túnel empezó a verse con la campaña de vacunación, que comenzó el 1 de marzo pasado con la administración de las vacunas de la farmacéutica china Sinovac.
La experta resaltó que "venimos con muy buen ritmo" de vacunación "pero todavía precisamos algunos meses que es el tiempo que lleva la inmunización y lo que va a llevar completar el proceso de vacunación".
En la misma línea, el jefe de Estado pidió redoblar esfuerzos y recordó que "para que la mayoría de los uruguayos estén vacunados hace falta tiempo todavía", por lo que llamó "a no relajarse" por el comienzo de la vacunación.