COMENTARIO: La política de dos caras del Reino Unido hacia China

Actualizado 2021-02-23 19:18:57 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 23 feb (Xinhua) -- La política de Londres hacia China se ha vuelto claramente una política de dos caras, si no desquiciada.

En una intervención el lunes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el secretario de Asuntos Exteriores británico, Dominic Raab, difamó de forma malintencionada el historial de derechos humanos en Xinjiang. Intentó incluso presionar a otros miembros del consejo y a la ONU para que se sumasen a su campaña basada en rumores.

Hace tan solo unos días, sin embargo, el primer ministro británico, Boris Johnson, se calificó a sí mismo de "ferviente sinófilo" y se comprometió a mejorar los lazos con el país asiático.

En los últimos dos años, la política de Downing Street hacia China se ha vuelto cada vez más inconsistente. En algunas ocasiones, da la sensación de que se trata de las dos manos de una persona trabajando una contra la otra.

Mientras una da la orden de promover la cooperación bilateral con China, sobre todo en el comercio y la economía, la otra da instrucciones para prohibir la participación de Huawei en el despliegue de la red 5G en el Reino Unido, bloquea la televisión china, respetuosa con la ley, aplica una política personalizada para los residentes de Hong Kong y prohíbe la importación de mercancías de Xinjiang debido a lo que denomina "trabajo forzoso".

Tener una política de dos caras es como salpicar a alguien con agua sucia y luego decirle: "No importa, seamos amigos".

Al mismo tiempo, Londres parece estar engañándose a sí mismo y algunos políticos británicos simulan que Beijing no oirá su discurso anti-China.

La única explicación lógica de esta duplicidad es que Londres pretende tenerlo todo al mismo tiempo. Quiere sacar provecho de su cooperación pragmática con China y, al mismo tiempo, pretende tener una firme resistencia contra lo que las "democracias occidentales" llaman "la China roja".

Los políticos británicos deben saber que esta estrategia de doble cara no conducirá más que al fracaso en ambos frentes.

En la etapa posterior a la pandemia y al "brexit", una relación saludable y estable con China responde a los intereses a largo plazo del propio Reino Unido. Y esa relación solo es posible si Londres sabe cómo fomentar la confianza y el respeto mutuos con Beijing.

Está, por supuesto, en mano de Londres elegir abogar por los llamados valores occidentales. Sin embargo, si pretende hacerlo a costa de los intereses esenciales de China, Beijing no se quedará de brazos cruzados.

 
Para cualquier sugerencia o consulta puede ponerse en contacto con nosotros a través del siguiente correo
electrónico:spanish@xinhuanet.com
分享
Xinhuanet

COMENTARIO: La política de dos caras del Reino Unido hacia China

Spanish.xinhuanet.com 2021-02-23 19:18:57

BEIJING, 23 feb (Xinhua) -- La política de Londres hacia China se ha vuelto claramente una política de dos caras, si no desquiciada.

En una intervención el lunes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el secretario de Asuntos Exteriores británico, Dominic Raab, difamó de forma malintencionada el historial de derechos humanos en Xinjiang. Intentó incluso presionar a otros miembros del consejo y a la ONU para que se sumasen a su campaña basada en rumores.

Hace tan solo unos días, sin embargo, el primer ministro británico, Boris Johnson, se calificó a sí mismo de "ferviente sinófilo" y se comprometió a mejorar los lazos con el país asiático.

En los últimos dos años, la política de Downing Street hacia China se ha vuelto cada vez más inconsistente. En algunas ocasiones, da la sensación de que se trata de las dos manos de una persona trabajando una contra la otra.

Mientras una da la orden de promover la cooperación bilateral con China, sobre todo en el comercio y la economía, la otra da instrucciones para prohibir la participación de Huawei en el despliegue de la red 5G en el Reino Unido, bloquea la televisión china, respetuosa con la ley, aplica una política personalizada para los residentes de Hong Kong y prohíbe la importación de mercancías de Xinjiang debido a lo que denomina "trabajo forzoso".

Tener una política de dos caras es como salpicar a alguien con agua sucia y luego decirle: "No importa, seamos amigos".

Al mismo tiempo, Londres parece estar engañándose a sí mismo y algunos políticos británicos simulan que Beijing no oirá su discurso anti-China.

La única explicación lógica de esta duplicidad es que Londres pretende tenerlo todo al mismo tiempo. Quiere sacar provecho de su cooperación pragmática con China y, al mismo tiempo, pretende tener una firme resistencia contra lo que las "democracias occidentales" llaman "la China roja".

Los políticos británicos deben saber que esta estrategia de doble cara no conducirá más que al fracaso en ambos frentes.

En la etapa posterior a la pandemia y al "brexit", una relación saludable y estable con China responde a los intereses a largo plazo del propio Reino Unido. Y esa relación solo es posible si Londres sabe cómo fomentar la confianza y el respeto mutuos con Beijing.

Está, por supuesto, en mano de Londres elegir abogar por los llamados valores occidentales. Sin embargo, si pretende hacerlo a costa de los intereses esenciales de China, Beijing no se quedará de brazos cruzados.

010020070760000000000000011100001397616501