Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 14 feb (Xinhua) -- La ministra de Economía y Finanzas de Uruguay, Azucena Arbeleche, afirmó que se tiene "margen para más gasto" y la "caja" para la pandemia de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) "va a tener todo lo que sea necesario".
Arbeleche explicó en entrevista publicada este domingo por el diario uruguayo "El País" que para afrontar los efectos de la COVID-19, el año pasado se destinaron 1.217 millones de dólares, equivalentes al 2,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país sudamericano, pese a que se perdieron unos 2.000 millones de dólares en ingresos por recaudación.
El gobierno uruguayo modificó recientemente de 4,3 a 3,5 por ciento su proyección de crecimiento económico en 2021, tras estimar una caída del PIB de 5,8 por ciento en 2020, cuyos datos oficiales se conocerán en marzo próximo.
El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, quien el 1 de marzo próximo cumplirá su primer año de gestión, ha señalado que aunque el año pasado se invirtió lo suficiente para afrontar la pandemia de la COVID-19, se analiza la propuesta del aliado Partido Colorado (PC), en el sentido de abrir más "el grifo".
"Vamos a agarrar el lápiz, el papel, y veremos qué margen hay dentro de todas las propuestas", señaló el pasado jueves Lacalle, del Partido Nacional (PN), respecto al planteamiento del PC.
El PC estimó que el gasto social aún puede "crecer" y que la deuda exterior tiene "posibilidades razonables de expansión", además de que se tienen que desarrollar obras de infraestructura en asociación público-privada.
Una mayor inversión cubriría demandas sociales, en línea con el planteamiento del opositor Frente Amplio (FA), que gobernó en Uruguay entre 2005 y 2015, aunque estimularía un elevado déficit fiscal, que al cierre del año pasado alcanzó el 6 por ciento del PIB.
El ex ministro de Economía y senador del FA, Mario Bergara, ha sostenido que los apoyos a las personas más vulnerables fueron "insuficientes" y que se debería destinar medio punto del PIB a 300.000 familias.
En tanto, el director ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Agustín Iturralde, dijo a Xinhua que la mejora "muy incipiente" del déficit estructural en 2020, permite abordar este año de mejor manera.
El también economista y docente de la Universidad ORT sostuvo que de esa manera se puede "aumentar el gasto focalizado y transitorio en quienes la están pasando peor" a nivel social.
Para Iturralde, los planes deben priorizar a los desempleados y en especial a los trabajadores informales, mediante cierto impulso de la "obra pública" que impactaría a mediano plazo.
A su vez, el miembro del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), Rafael Paganini, consideró en entrevista con Xinhua que el gasto como forma de impulsar el crecimiento "sería más efectivo después de la pandemia", cuando finalicen las restricciones.
"Las consecuencias sociales negativas de las crisis suelen pesar sobre el crecimiento económico en años subsiguientes", advirtió.
Paganini calificó también de "superficialidad" las medidas de mitigación en "vastos sectores sociales y productivos".
El también economista opinó que en la situación actual del mundo, con un "empeoramiento generalizado de los resultados fiscales", un incremento del gasto en el país sudamericano parece "menos llamativo".
"Utilizar la 'excusa' de la pandemia para gastar podría incluso terminar por tener un efecto pequeño sobre el ratio (relación) deuda-PIB en el largo plazo, aunque en el corto plazo implique un crecimiento más acelerado", sostuvo el integrante del Cinve.
