Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 11 feb (Xinhua) -- Al borde del mar y cinco pisos por arriba del hermoso y emblemático malecón de la ciudad de La Habana, el matrimonio chino de Guo Pengya y Xu Yi se apresta a celebrar en Cuba por quinta ocasión consecutiva el Año Nuevo Chino o Fiesta de la Primavera del calendario lunar.
Todo ha sido actividad en el apartamento donde viven los dos jóvenes, quienes se han dedicado a los preparativos de la cena tradicional de esta noche, en vísperas de la Fiesta de la Primavera.
Ambos comenzaron desde temprano de este jueves a adornar la casa con motivos alegóricos a la festividad, para después pasar a la cocina a preparar los tradicionales ravioles chinos de carne de cerdo y col.
Mientras en un altavoz se escuchaba la voz del cantante Zhao Lei con el tema "Chengdu", Gou preparó la masa y molió la carne, al tiempo que Xu cortó la col en pequeños trozos y con un rodillo le dio forma a los ravioles que después rellenaron con la sabrosa mezcla.
Xu, una mujer de 33 años que imparte clases de idioma chino en el Instituto Confucio de La Habana, explicó que su plan era esperar el Año Nuevo Chino con amigos, "haciendo ravioles y viendo la gala de la televisión china, pero ahora con la pandemia hemos cancelado todas esas actividades".
Al igual que su esposo, quien tiene 30 años y realiza una maestría en español en la Universidad de La Habana, Xu siente añoranza por su familia que vive en la provincia china de Shandong (este).
"Hace cinco años que por razones de trabajo no puedo viajar a China para estar allá durante la Fiesta de Primavera", dijo a Xinhua con un deje de desazón, sentimiento que compartió su esposo.
"Por la pandemia no podemos regresar, pero vamos a expresar la añoranza a los familiares y amigos en China a través de Wechat (aplicación múltiple china)", aseveró Guo, quien desde hace cinco años tampoco ha podido compartir las celebraciones con su familia en la provincia china de Henan (centro).
Guo viajó por última vez a China en noviembre de 2018, mientras que Xu lo hizo un poco antes, en octubre de ese mismo año, cuando acompañó a los alumnos cubanos que participaron en el concurso anual Puente Chino.
Los dos jóvenes se conocieron hace cinco años en Cuba y desde entonces formalizaron una relación que desembocó en matrimonio hace casi dos y medio, cuando aprovecharon aquel viaje a China para casarse.
Viven ahora juntos en Cuba, país que consideran como su segunda casa y donde han encontrado muchas amistades, como sus vecinos más cercanos, quienes, dicen, los ayudan mucho en las compras de vegetales y frutas.
"Por eso vamos a regalar ravioles a los vecinos que nos han ayudado tanto, sobre todo en estos momentos de pandemia", señaló Xu, segura de que a los cubanos les gustará ese plato típico.
Cuba vive un rebrote de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), especialmente La Habana, convertida en epicentro de los contagios, por lo que las autoridades han aplicado estrictas medidas de restricción sanitaria.
Debido a esas restricciones, el Barrio Chino de La Habana y el Instituto Confucio tuvieron que suspender las celebraciones previstas para estas fechas, en las que siempre participan cientos de personas.
La suspensión ha tenido un significado entre los miembros de la comunidad china en Cuba, pero en su mayoría, al igual que Guo y Xu, no han dejado que la añoranza supere al entusiasmo, por lo que han encontrado fórmulas para cumplir lo establecido por las autoridades sin dejar de celebrar de una manera atípica el Año Nuevo Chino o Fiesta de la Primavera.