Por Juan Manuel Nievas
Imagen del 4 de febrero de 2021 de parejas bailando tango en el Parque Chacabuco, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Los aficionados al tango, la emblemática danza del Río del Plata, han logrado mantener su pasión con bailes al aire libre en parques de la ciudad argentina de Buenos Aires, una alternativa novedosa en el marco de la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). (Xinhua/Martín Zabala)
BUENOS AIRES, 5 feb (Xinhua) -- Los aficionados al tango, la emblemática danza del Río del Plata, han logrado mantener su pasión con bailes al aire libre en parques de la ciudad argentina de Buenos Aires, una alternativa novedosa en el marco de la pandemia del nuevo coronavirus.
La decisión de bailar en espacios públicos se adoptó porque las "milongas" (recintos de baile) debieron cerrar sus puertas en marzo de 2020 por la pandemia, explicaron a Xinhua organizadores y danzarines reunidos en el Parque Chacabuco, ubicado en la zona centro-sur de Buenos Aires.
"La 'milonga' al aire libre es una solución que varios organizadores estamos encontrando frente a esta pandemia, dadas las restricciones actuales. En espacios cerrados se dificulta mucho, la pandemia se extendió más de lo que pensábamos y salir también es saludable", dijo a Xinhua el bailarín, profesor de tango y organizador, Víctor Rua.
El hombre resaltó que la mayoría de las personas que asisten a la actividad "es gente mayor" y que, más allá de los cuidados sanitarios por la pandemia, "interactuar con otras personas, el abrazo (propio de la danza), también es muy sanador".
"Es muy importante para la salud interna y emocional de muchas personas", subrayó.
Rua recordó que "uno de los primeros colectivos que apoyó el quedarse en casa fue el colectivo de los tangueros. Por voluntad propia cerraron 'milongas' y las clases se interrumpieron. Hubo un gran acatamiento de la población, pero esto, extendido en el tiempo, generó un desgaste".
Por eso, junto con otros aficionados al tango, surgió la idea de bailar en parques y plazas de Buenos Aires, a medida que las restricciones para circular se fueron flexibilizando por parte de las autoridades.
"De a poco se habilitaron actividades en el aire libre, la gente empezó a correr, a hacer deporte, y entre los organizadores empezamos también a realizar las actividades de tango al aire libre. Nos tuvimos que adaptar", admitió.
En coincidencia, el bailarín Juan Carlos González enfatizó ante Xinhua que, pese a que la capacidad de reinventarse del tango en pandemia ha incluido otras propuestas, como las clases virtuales y los espectáculos en línea, nada reemplaza el abrazo y el contacto que implica bailarlo.
El hombre comenzó a bailar en el Parque Chacabuco con su amiga Valeria Buono y, luego de un tímido comienzo, con pocos asistentes, el lugar presenta ahora a decenas de parejas danzando y a curiosos que, a prudente distancia, observan con una sonrisa.
"Somos los que empezamos esta maravillosa movida de bailar el tango en el Parque Chacabuco. A veces nos juntábamos a tomar mates, a charlar, y un día se nos ocurrió con Valeria bailar unos tanguitos acá en el parque", explicó González.
El bailarín recordó que "se empezó a incorporar otra gente, les gustó esto de bailar en el parque y empezó a crecer, se empezó a expandir casi por toda Buenos Aires. Hoy la ciudad cuenta con un montón de lugares donde existen 'milongas' al aire libre en los parques y nos parece muy lindo".
"Los tangueros están muy contentos y nos dicen que recuperaron un poco la vida. La pandemia ha generado en su largo aislamiento angustia y tristeza, miedo, en algunos casos pánico, y eso no es muy bueno desde el punto de vista emocional", sostuvo.
González remarcó que "la movida tanguera generó que la gente que inclusive no es del tango se acercara" y permitió "recuperar un poco toda esa algarabía y esa alegría que sentíamos antes de que empiece esta pandemia".
"Eso me parece que es muy positivo", resumió el hombre, quien reveló que comenzó a bailar tango hace nada más cinco años.
"Siempre digo que lo descubrí tarde, pero nunca es tarde, es una danza maravillosa, para nosotros es una danza terapéutica, hace muy bien, fortalece las defensas espiritual y psicológicamente. Es muy lindo, siempre digo que el tango es un viaje de ida, el que lo descubre lo va a tener para toda la vida, no lo va a abandonar nunca más", remarcó.
El tango fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en septiembre de 2009 por un comité intergubernamental de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reunido en Abu Dhabi, Emiratos Arabes Unidos, al aceptar una propuesta conjunta de Argentina y Uruguay.
Imagen del 4 de febrero de 2021 de parejas bailando tango en el Parque Chacabuco, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Los aficionados al tango, la emblemática danza del Río del Plata, han logrado mantener su pasión con bailes al aire libre en parques de la ciudad argentina de Buenos Aires, una alternativa novedosa en el marco de la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). (Xinhua/Martín Zabala)
Imagen del 4 de febrero de 2021 de parejas bailando tango en el Parque Chacabuco, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Los aficionados al tango, la emblemática danza del Río del Plata, han logrado mantener su pasión con bailes al aire libre en parques de la ciudad argentina de Buenos Aires, una alternativa novedosa en el marco de la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). (Xinhua/Martín Zabala)
Imagen del 4 de febrero de 2021 de una pareja bailando tango en el Parque Chacabuco, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Los aficionados al tango, la emblemática danza del Río del Plata, han logrado mantener su pasión con bailes al aire libre en parques de la ciudad argentina de Buenos Aires, una alternativa novedosa en el marco de la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). (Xinhua/Martín Zabala)
