La felicidad de un comerciante de verduras cubano en China

Actualizado 2021-01-20 14:57:33 | Spanish. xinhuanet. com

NANJING, 20 ene (Xinhua) -- Wilber Martínez Niebla, un cubano de 44 años, vende verduras y hortalizas orgánicas junto a sus pares chinos en el mercado Shuangta de la ciudad de Suzhou, en la provincia de Jiangsu.

"¿Te apetecen unas verduras? ¡Muy ricas!", vocea el vendedor cubano en idioma chino detrás de un puesto de verduras lleno de gente, y luego empieza a cantar a viva voz. Algunos compradores levantan sus celulares para tomar fotos y los comerciantes cercanos, sonriendo de oreja a oreja, piden otra canción mientras continúan sus negocios.

Esa es la rutina diaria del bazar Shuangta, ubicado en el distrito de Gusu de la ciudad de Suzhou. Wilber es dueño del puesto número 47 del área de verduras y asumió Lei Long como su nombre chino.

Además de recoger, pesar y empacar verduras, el cubano a menudo recorre el bazar para entablar conversación con los demás vendedores y se ha convertido en fuente de alegría.

El bazar Shuangta cuenta con una superficie de 2.000 metros cuadrados y fue renovado a partir de un mercado de verduras. En la actualidad cuenta también con restaurantes y áreas de recreación cultural y entretenimiento, por lo que ha ganado mucha popularidad desde su apertura en diciembre de 2019.

Al ingresar en el complejo, los visitantes se impresionan por los pasillos anchos y el piso limpio y liso.

"A muchos jóvenes les gusta comprar verduras aquí, porque son más frescas y de buena calidad. Varios puestos se especializan en la venta de vegetales orgánicos", explica He Yun, joven dueña de un puesto de verduras.

He añade que se sintió orgullosa al ver a amigos extranjeros vender hortalizas, ya que aporta un estilo internacional al mercado.

"Es el mejor mercado de verduras", asegura Lei Long, quien vivió desde niño en una granja en Cuba y quedó impresionado cuando vió por primera vez lo limpio y ordenado que podía ser un mercado de verduras en China.

A diferencia de los demás puestos, el suyo está lleno de vegetales orgánicos cultivados en macetas y proporciona a los clientes cestas de bambú y bolsas tejidas en lugar de los típicos embalajes de plástico.

"Es más amigable con el medio ambiente y las verduras se ven más hermosas", refiere el cubano. A medida que las personas cuentan con un mayor bienestar material, prestan una mayor atención cada día a la protección del medio ambiente, añade.

"En mi opinión, una sociedad modestamente acomodada en China incluye defender una vida respetuosa con el medio ambiente y seguir el camino del desarrollo sostenible", refiere el vendedor.

El cubano llegó a China hace diez años para unirse a una banda de música que actuaba en varios lugares del país. Cuando vino a Suzhou, quedó profundamente fascinado por el encanto poético de la ciudad fluvial, donde conoció a su actual esposa, proveniente de la provincia suroccidental china de Yunnan. Fue entonces cuando decidió asentarse y ahora la pareja tiene dos hijos, una niña y un varón.

Debido al impacto de la epidemia, Lei Long recibió pocas oportunidades de actuación en 2020, pero su familia se mostró muy optimista. Tomando en cuenta su experiencia en el trabajo del campo y su amor por la gastronomía, el cubano decidió comenzar a "vender verduras para salvarse".

Con la ayuda de la oficina de administración de la calle Shuangta, en el distrito de Gusu, alquiló con éxito un puesto y se convirtió en un vendedor de verduras.

"Vendo verduras no solo por ganar dinero. Lo más importante es poder hacer algo significativo y conocer a más amigos al servir a los residentes del área", cuenta, tras precisar que su familia solo vende vegetales orgánicos.

Lei Long conduce de forma regular a una base cercana al lago Taihu para transportar las verduras orgánicas locales antes del amanecer. Además, con el fin de mantenerlas vivas por más tiempo, las vende con su raíz. "De esta manera los clientes pueden comer hortalizas más frescas cuando lleguen a casa", refiere.

"Tras la epidemia, y especialmente con el elevado nivel de vida que ha adquirido la generación más joven, hay mayor interés por comer vegetales orgánicos, ya que son más saludables", asegura el comerciante cubano, quien también está dispuesto a apoyar a los agricultores que se dedican al cultivo de esta clase de alimentos.

A medida que se aproxima la temporada alta de venta de vegetales con motivo de la Fiesta de la Primavera, el Año Nuevo Lunar chino, su familia compra cada vez más verduras de las granjas.

Lei Long se siente muy honrado de ver que a los jóvenes les encanta pasear por el bazar Shuangta y comprar verduras. "Los jóvenes comprenden mejor el estilo de vida saludable y estoy muy feliz de ser reconocido por vender verduras orgánicas".

En el futuro, el cubano planea tomar la música como su pasatiempo y acompañar a su familia a vender verduras en Suzhou, pues lo considera una práctica "feliz y agradable".

 
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La felicidad de un comerciante de verduras cubano en China

Spanish.xinhuanet.com 2021-01-20 14:57:33

NANJING, 20 ene (Xinhua) -- Wilber Martínez Niebla, un cubano de 44 años, vende verduras y hortalizas orgánicas junto a sus pares chinos en el mercado Shuangta de la ciudad de Suzhou, en la provincia de Jiangsu.

"¿Te apetecen unas verduras? ¡Muy ricas!", vocea el vendedor cubano en idioma chino detrás de un puesto de verduras lleno de gente, y luego empieza a cantar a viva voz. Algunos compradores levantan sus celulares para tomar fotos y los comerciantes cercanos, sonriendo de oreja a oreja, piden otra canción mientras continúan sus negocios.

Esa es la rutina diaria del bazar Shuangta, ubicado en el distrito de Gusu de la ciudad de Suzhou. Wilber es dueño del puesto número 47 del área de verduras y asumió Lei Long como su nombre chino.

Además de recoger, pesar y empacar verduras, el cubano a menudo recorre el bazar para entablar conversación con los demás vendedores y se ha convertido en fuente de alegría.

El bazar Shuangta cuenta con una superficie de 2.000 metros cuadrados y fue renovado a partir de un mercado de verduras. En la actualidad cuenta también con restaurantes y áreas de recreación cultural y entretenimiento, por lo que ha ganado mucha popularidad desde su apertura en diciembre de 2019.

Al ingresar en el complejo, los visitantes se impresionan por los pasillos anchos y el piso limpio y liso.

"A muchos jóvenes les gusta comprar verduras aquí, porque son más frescas y de buena calidad. Varios puestos se especializan en la venta de vegetales orgánicos", explica He Yun, joven dueña de un puesto de verduras.

He añade que se sintió orgullosa al ver a amigos extranjeros vender hortalizas, ya que aporta un estilo internacional al mercado.

"Es el mejor mercado de verduras", asegura Lei Long, quien vivió desde niño en una granja en Cuba y quedó impresionado cuando vió por primera vez lo limpio y ordenado que podía ser un mercado de verduras en China.

A diferencia de los demás puestos, el suyo está lleno de vegetales orgánicos cultivados en macetas y proporciona a los clientes cestas de bambú y bolsas tejidas en lugar de los típicos embalajes de plástico.

"Es más amigable con el medio ambiente y las verduras se ven más hermosas", refiere el cubano. A medida que las personas cuentan con un mayor bienestar material, prestan una mayor atención cada día a la protección del medio ambiente, añade.

"En mi opinión, una sociedad modestamente acomodada en China incluye defender una vida respetuosa con el medio ambiente y seguir el camino del desarrollo sostenible", refiere el vendedor.

El cubano llegó a China hace diez años para unirse a una banda de música que actuaba en varios lugares del país. Cuando vino a Suzhou, quedó profundamente fascinado por el encanto poético de la ciudad fluvial, donde conoció a su actual esposa, proveniente de la provincia suroccidental china de Yunnan. Fue entonces cuando decidió asentarse y ahora la pareja tiene dos hijos, una niña y un varón.

Debido al impacto de la epidemia, Lei Long recibió pocas oportunidades de actuación en 2020, pero su familia se mostró muy optimista. Tomando en cuenta su experiencia en el trabajo del campo y su amor por la gastronomía, el cubano decidió comenzar a "vender verduras para salvarse".

Con la ayuda de la oficina de administración de la calle Shuangta, en el distrito de Gusu, alquiló con éxito un puesto y se convirtió en un vendedor de verduras.

"Vendo verduras no solo por ganar dinero. Lo más importante es poder hacer algo significativo y conocer a más amigos al servir a los residentes del área", cuenta, tras precisar que su familia solo vende vegetales orgánicos.

Lei Long conduce de forma regular a una base cercana al lago Taihu para transportar las verduras orgánicas locales antes del amanecer. Además, con el fin de mantenerlas vivas por más tiempo, las vende con su raíz. "De esta manera los clientes pueden comer hortalizas más frescas cuando lleguen a casa", refiere.

"Tras la epidemia, y especialmente con el elevado nivel de vida que ha adquirido la generación más joven, hay mayor interés por comer vegetales orgánicos, ya que son más saludables", asegura el comerciante cubano, quien también está dispuesto a apoyar a los agricultores que se dedican al cultivo de esta clase de alimentos.

A medida que se aproxima la temporada alta de venta de vegetales con motivo de la Fiesta de la Primavera, el Año Nuevo Lunar chino, su familia compra cada vez más verduras de las granjas.

Lei Long se siente muy honrado de ver que a los jóvenes les encanta pasear por el bazar Shuangta y comprar verduras. "Los jóvenes comprenden mejor el estilo de vida saludable y estoy muy feliz de ser reconocido por vender verduras orgánicas".

En el futuro, el cubano planea tomar la música como su pasatiempo y acompañar a su familia a vender verduras en Suzhou, pues lo considera una práctica "feliz y agradable".

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