ESPECIAL FIN DE AÑO: Médicos chilenos destacan tenacidad de trabajadores de salud y obediencia de población ante COVID-19

Actualizado 2021-01-01 06:36:36 | Spanish. xinhuanet. com

Por Cristóbal Chávez Bravo

SANTIAGO, 31 dic (Xinhua) -- Médicos del sector público y privado de Chile destacaron la tenacidad de los trabajadores de la Salud, la respuesta de la población chilena en el cumplimiento del uso de mascarillas y las recomendaciones de las autoridades sanitarias ante la emergencia causada por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).

El jefe de la Unidad de Paciente Crítico de la privada Clínica INDISA de Santiago, Sebastián Ugarte, explicó a Xinhua que "ha sido un año bastante complejo para el país".

"La llegada de los primeros pacientes que eran portadores de la enfermedad que venían desde el extranjero ocurre en marzo. Gente que regresaba de sus vacaciones en Europa y otros países fueron gradualmente generando los primeros casos que lograron controlarse afortunadamente", indicó.

Desde que se detectó el primer caso de la COVID-19 en Chile se han registrado 608.973 casos positivos y 16.608 fallecidos, con un sistema de salud que ha resistido a costa de la tenacidad de sus trabajadores y la obediencia de la población local.

El primer caso de la COVID-19 en Chile se reportó el 3 de marzo pasado, traído por un médico que retornó desde Singapur, y 15 días después, el miércoles 18, el presidente Sebastián Piñera declaró "estado de catástrofe", que se mantiene a la fecha con el consecuente aumento de las restricciones de movilidad y reunión.

Cuando el virus se propagó en la comunidad local, "sobre todo en el sur del país con condiciones climáticas más frías e invernales, se produjo una rápida progresión difícil de controlar, y Chile vivió momentos muy complejos", explicó Ugarte.

El médico indicó que la cantidad de camas hospitalarias con que cuenta el país son pocas, y se realizó "un enorme esfuerzo para adquirir ventiladores, aumentar las camas, contar con insumos para la atención de pacientes, y gracias a eso el sistema hospitalario no colapsó".

Sin embargo, lamentó que la contención de la epidemia en la comunidad con las cuarentenas, toques de queda, y el testeo, trazabilidad y aislamiento "no fueron tan efectivas como hubiéramos querido".

Chile tuvo su pico de casos en junio y julio, y el 14 de julio reportó la mayor cantidad de casos infectados en 24 horas, cuando anotó 6.938.

En tanto, el 27 de junio informó de la mayor cantidad de fallecidos en un día, con 279 decesos.

Para el galeno chileno, el país actuó con previsión, y antes de que llegaran los primeros casos, las autoridades sanitarias compraron "gran cantidad de suministros" junto a la adquisición de ventiladores.

También destacó que en Chile se unificó el sistema de salud pública y privada.

No obstante, el doctor Ugarte comentó que algunas de las medidas que se aplicaron dentro de la región Metropolitana, como las cuarentenas dinámicas (el cierre por oleada de comunas), fueron "un poco difíciles de cumplir porque la gente fácilmente se desplazaba entre diferentes comunas que estaban interconectadas" para trabajar o comprar suministros.

También lamentó que pese a que Chile ha aumentado enormemente su capacidad de testeo, y a la fecha es el país que realiza más exámenes PCR en América del Sur en proporción a su población, la trazabilidad "es una deuda pendiente".

"En Chile se identifican poco más de dos contactos por cada caso nuevo que se reconoce, y lo recomendado es identificar cinco o 10 contactos por cada contagio", indicó.

Los tímidos cierres de las comunas, sobre todo en la capital, fueron criticados por varias instituciones, incluido el Colegio Médico de Chile, quien acusó de poner la estabilidad económica por sobre la de las personas, y en junio le costó la salida al titular de Salud de ese entonces, Jaime Mañalich, cuando el país pasaba por el peor momento de la enfermedad.

En este escenario, el director del Instituto de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, Claudio Méndez, explicó a Xinhua que la pandemia desnudó los "graves problemas de inequidad en el ingreso y las segregaciones dentro de las grandes ciudades".

"Sobre todo, la dificultad como país que hasta el momento tenemos para poder determinar qué es lo más prioritario, si es la salud de las personas o la reactivación económica, y no se ha logrado resolver ese gran debate", señaló.

Indicó que algunas medidas de flexibilidad que se han tomado los últimos meses, como la reapertura del Aeropuerto Internacional de Santiago, "finalmente han tenido un efecto más negativo en la cantidad de contagios", y permitió el ingreso de la nueva variante de la COVID-19 proveniente de Reino Unido.

Para Méndez, el sistema de salud en Chile "siempre ha estado al límite", pero finalmente ha resistido "sin duda alguna por el compromiso que tienen los propios equipos de salud".

"Chile no ha podido solucionar las medidas de salud pública que permitan tener una mejor trazabilidad, que efectivamente disminuyan la velocidad en que las personas se van contagiando. Y esas medidas son las que permiten que los equipos de salud logren tener descanso", explicó.

El médico dijo que en 2021 es importante entender que será un año en que "estaremos en pandemia", con todo lo que eso conlleva.

Chile se ha mantenido en los 2.000 casos diarios, y los expertos proyectan que, si no se actúa a tiempo, a fines de marzo o comienzos de abril podría ser azotado por un importante rebrote, aunque también ven la llegada de las vacunas como "el comienzo del fin de esta pandemia". Fin

 
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Spanish.xinhuanet.com 2021-01-01 06:36:36

Por Cristóbal Chávez Bravo

SANTIAGO, 31 dic (Xinhua) -- Médicos del sector público y privado de Chile destacaron la tenacidad de los trabajadores de la Salud, la respuesta de la población chilena en el cumplimiento del uso de mascarillas y las recomendaciones de las autoridades sanitarias ante la emergencia causada por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).

El jefe de la Unidad de Paciente Crítico de la privada Clínica INDISA de Santiago, Sebastián Ugarte, explicó a Xinhua que "ha sido un año bastante complejo para el país".

"La llegada de los primeros pacientes que eran portadores de la enfermedad que venían desde el extranjero ocurre en marzo. Gente que regresaba de sus vacaciones en Europa y otros países fueron gradualmente generando los primeros casos que lograron controlarse afortunadamente", indicó.

Desde que se detectó el primer caso de la COVID-19 en Chile se han registrado 608.973 casos positivos y 16.608 fallecidos, con un sistema de salud que ha resistido a costa de la tenacidad de sus trabajadores y la obediencia de la población local.

El primer caso de la COVID-19 en Chile se reportó el 3 de marzo pasado, traído por un médico que retornó desde Singapur, y 15 días después, el miércoles 18, el presidente Sebastián Piñera declaró "estado de catástrofe", que se mantiene a la fecha con el consecuente aumento de las restricciones de movilidad y reunión.

Cuando el virus se propagó en la comunidad local, "sobre todo en el sur del país con condiciones climáticas más frías e invernales, se produjo una rápida progresión difícil de controlar, y Chile vivió momentos muy complejos", explicó Ugarte.

El médico indicó que la cantidad de camas hospitalarias con que cuenta el país son pocas, y se realizó "un enorme esfuerzo para adquirir ventiladores, aumentar las camas, contar con insumos para la atención de pacientes, y gracias a eso el sistema hospitalario no colapsó".

Sin embargo, lamentó que la contención de la epidemia en la comunidad con las cuarentenas, toques de queda, y el testeo, trazabilidad y aislamiento "no fueron tan efectivas como hubiéramos querido".

Chile tuvo su pico de casos en junio y julio, y el 14 de julio reportó la mayor cantidad de casos infectados en 24 horas, cuando anotó 6.938.

En tanto, el 27 de junio informó de la mayor cantidad de fallecidos en un día, con 279 decesos.

Para el galeno chileno, el país actuó con previsión, y antes de que llegaran los primeros casos, las autoridades sanitarias compraron "gran cantidad de suministros" junto a la adquisición de ventiladores.

También destacó que en Chile se unificó el sistema de salud pública y privada.

No obstante, el doctor Ugarte comentó que algunas de las medidas que se aplicaron dentro de la región Metropolitana, como las cuarentenas dinámicas (el cierre por oleada de comunas), fueron "un poco difíciles de cumplir porque la gente fácilmente se desplazaba entre diferentes comunas que estaban interconectadas" para trabajar o comprar suministros.

También lamentó que pese a que Chile ha aumentado enormemente su capacidad de testeo, y a la fecha es el país que realiza más exámenes PCR en América del Sur en proporción a su población, la trazabilidad "es una deuda pendiente".

"En Chile se identifican poco más de dos contactos por cada caso nuevo que se reconoce, y lo recomendado es identificar cinco o 10 contactos por cada contagio", indicó.

Los tímidos cierres de las comunas, sobre todo en la capital, fueron criticados por varias instituciones, incluido el Colegio Médico de Chile, quien acusó de poner la estabilidad económica por sobre la de las personas, y en junio le costó la salida al titular de Salud de ese entonces, Jaime Mañalich, cuando el país pasaba por el peor momento de la enfermedad.

En este escenario, el director del Instituto de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, Claudio Méndez, explicó a Xinhua que la pandemia desnudó los "graves problemas de inequidad en el ingreso y las segregaciones dentro de las grandes ciudades".

"Sobre todo, la dificultad como país que hasta el momento tenemos para poder determinar qué es lo más prioritario, si es la salud de las personas o la reactivación económica, y no se ha logrado resolver ese gran debate", señaló.

Indicó que algunas medidas de flexibilidad que se han tomado los últimos meses, como la reapertura del Aeropuerto Internacional de Santiago, "finalmente han tenido un efecto más negativo en la cantidad de contagios", y permitió el ingreso de la nueva variante de la COVID-19 proveniente de Reino Unido.

Para Méndez, el sistema de salud en Chile "siempre ha estado al límite", pero finalmente ha resistido "sin duda alguna por el compromiso que tienen los propios equipos de salud".

"Chile no ha podido solucionar las medidas de salud pública que permitan tener una mejor trazabilidad, que efectivamente disminuyan la velocidad en que las personas se van contagiando. Y esas medidas son las que permiten que los equipos de salud logren tener descanso", explicó.

El médico dijo que en 2021 es importante entender que será un año en que "estaremos en pandemia", con todo lo que eso conlleva.

Chile se ha mantenido en los 2.000 casos diarios, y los expertos proyectan que, si no se actúa a tiempo, a fines de marzo o comienzos de abril podría ser azotado por un importante rebrote, aunque también ven la llegada de las vacunas como "el comienzo del fin de esta pandemia". Fin

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