Por Zhang Tuo y Wu Yu
BEIJING, 30 dic (Xinhua) -- El 2020 resulta un año extraordinario para China y los países latinoamericanos y caribeños, en el que la amistad entre las dos partes se ha venido profundizando en la lucha conjunta contra la pandemia de COVID-19, al tiempo que sus relaciones diplomáticas cumplen 60 años.
Hace seis décadas, Cuba fue el primer país de América Latina y Caribe que estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China, lo que abrió un nuevo capítulo de los lazos sino-latinoamericanos. El año 2020 también marca el 50º aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y Chile y el 40º aniversario de los nexos con Ecuador y Colombia.
Estos 60 años han sido testigos de la profunda amistad entre China y América Latina, que se han apoyado y ayudado mutuamente. Durante dicho período, se ha expandido el círculo de amigos de China en esta zona y se ha consolidado la confianza política mutua. Hasta el momento, un total de 24 países latinoamericanos y caribeños han establecido relaciones diplomáticas con China, de los cuales 12 son socios estratégicos y siete socios estratégicos integrales.
Desde el estallido de la pandemia de COVID-19 que azota el planeta, China y América Latina han venido ayudándose mutuamente y superando obstáculos geográficos, lo que ha establecido un modelo para responder de forma conjunta a la crisis mundial.
En el momento clave de China en su lucha contra la epidemia, varios países latinoamericanos y caribeños le brindaron firme apoyo y asistencia oportuna. A su vez, cuando la pandemia se propagó al otro lado del Pacífico, China compartió sin reservas su experiencia para combatir el virus con los países latinoamericanos y caribeños, enviando equipos de expertos, donando suministros y llevando a cabo activamente una cooperación bilateral en materia de vacunas.
Estas seis décadas han marcado el desarrollo común de China y América Latina y el Caribe. A lo largo de este tiempo, la escala de la cooperación económica y comercial entre las dos partes se ha continuado expandiendo con un campo de colaboración cada día más amplio.
China se ha convertido en el segundo socio comercial más grande de América Latina y el Caribe, al tiempo que esta región constituye el segundo destino de inversión en el extranjero de China. En medio de la pandemia, ambas partes se han vuelto cada vez más importantes entre sí como estabilizadores de la economía y el comercio bilateral.
Según datos del Ministerio de Comercio de China, debido al impacto de la epidemia, el volumen de comercio entre China y América Latina cayó un 2,8 por ciento en los tres primeros trimestres de este año, pero las importaciones de China desde América Latina aumentaron 1 por ciento, con los productos agrícolas marcando un aumento de alrededor del 20 por ciento.
China ha firmado Tratados de Libre Comercio (TLC) con Chile, Perú y Costa Rica. En ese sentido, el acuerdo de actualización del TLC con Chile entró en vigencia en marzo de 2019, mientras la negociación para actualizar el TLC con Perú está avanzando. Las facilitaciones comerciales estimularán aún más la vitalidad del comercio bilateral.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta se ha convertido en un impulsor para la cooperación sino-latinoamericana en el campo de las infraestructuras. Hasta noviembre de 2020, un total de 19 países latinoamericanos y caribeños habían suscrito memorándums de cooperación en el marco de la Franja y la Ruta.
La renovación del ferrocarril Belgrano Cargas en Argentina, el Puerto de Paranaguá en Brasil, la central hidroeléctrica de Coca Codo Sinclair en Ecuador y el proyecto del Metro de Bogotá en Colombia se cuentan entre los proyectos de interconexión que se han ido implementado uno tras otro para promover el desarrollo económico bilateral y aumentar el bienestar de la población local.
Estos 60 años han llevado las relaciones sino-latinoamericanas a un nuevo nivel. En la actualidad, China está dando forma a un nuevo patrón de desarrollo de "circulación dual" en el que los mercados interno y externo pueden reforzarse mutuamente, al tiempo que se mantiene el mercado interno como pilar. En dicho proceso resulta indispensable la participación de América Latina.
A medida que China sigue avanzando en su apertura de alto nivel, las ventajas complementarias entre las dos partes se verán fortalecidas por la resistencia de la economía china, el enorme tamaño de su mercado y el potencial de su demanda interna liberada.
En lo que va de este año y a pesar de la pandemia, la cooperación sino-latinoamericana nunca se ha suspendido. La Exposición Internacional de Importaciones de China, la Feria Internacional de Comercio de Servicios de China y la Feria de Cantón resultan algunas de las plataformas que China continúa ofreciendo para empresas latinoamericanas deseosas de expandirse en el mercado chino, al tiempo que los productos chinos de alta calidad y tecnología y con mejor precio se vuelven favorables para los consumidores latinoamericanos.
Además, nuevos campos y modelos de cooperación están emergiendo y dando frutos, tales como la salud pública, la economía digital, la innovación científica, la tecnología aeroespacial y la transmisión en vivo del comercio electrónico.
En la actualidad, las relaciones sino-latinoamericanas han entrado en una nueva era y se ha abierto un nuevo capítulo para construir una comunidad de futuro compartido entre China y América Latina y el Caribe. Las relaciones y la amistad entre las dos partes se adherirán al principio de la igualdad y el beneficio mutuo, a fin de obtener más logros fructíferos que beneficien a las personas de ambos lados.