Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 19 dic (Xinhua) -- Reactivar la economía de Bolivia como principal tarea, sin descuidar el trance sanitario causado por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), y reforzar la estabilidad política y social para encarar políticas gubernamentales, son los desafíos que plantean expertos y empresarios, tras calificar al 2020 como la peor crisis de las últimas décadas.
En una situación sin presedentes en la historia boliviana, el presidente Luis Arce, quien asumió el gobierno el pasado 8 de noviembre, afrontó desde el primer minuto de su mandato de cinco años una crisis múltiple.
El analista político, experto en estrategias políticas y docente de la Universidad Católica de La Paz, Marcelo Arequipa, consideró en entrevista con Xinhua que las primeras crisis, como la política y social, fueron superadas con la consolidación del gobierno y el inicio de gestión con acciones concretas en favor de la población.
Sin embargo, el experto estimó que el problema más duro que debe enfrentar Bolivia es la profunda crisis económica agravada por la pandemia y que produjo una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 11,1 por ciento hasta el primer semestre del año y una posible contracción de 8,4 por ciento para el cierre del 2020.
Destacó las medidas iniciales que encaró el gobierno para recuperar la economía con inyección de recursos vía bonos, créditos con 0,5 por ciento interés anual para productores, reactivación de la inversión pública millonaria, cambios impositivos, entre otros.
Consideró que la clave del éxito de la reactivación tiene que ser acompañada con planes contra un posible rebrote de la COVID-19.
Sobre esta situación, el presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Pedro Colanzi, dijo a Xinhua que el 2020 se recordará como uno de los peores años para la economía boliviana, ya que la pandemia llevó a los indicadores macroeconómicos más críticos de la historia de los últimos 50 años.
"En nuestras manos está sacar a flote al país y dar empleo a los más de 300.000 bolivianos que están cesantes, y para ello precisamos políticas públicas acorde a este desafío", afirmó.
El empresario anotó que Bolivia debe dejar de depender de materias primas y agregar valor, industrializar, apostar por las exportaciones no tradicionales como los alimentos.
"Tiene que haber un trabajo sinérgico público-privado para reactivar la economía que es la principal preocupación de los bolivianos", aseveró.
Empero, Colanzi observó la aprobación de los nuevos tributos como el impuesto a las grandes fortunas, las severas condiciones crediticias impuestas a un sector tan delicado como el bancario, el retornar a las restricciones de exportación, y la posible abrogación de un decreto para el pleno uso de la agrobiotecnología.
Consideró que estas medidas no son las mejores señales para invertir, producir, generar más excedentes para exportar y reactivar la economía.
Por su lado, Fernando Hinojosa, gerente general de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), dijo a Xinhua que las acciones ejecutadas por el gobierno tienen que ver necesariamente con la economía y la salud.
"La gente está preocupada por llevar el pan a su casa y para ello precisa empleo, de lo contrario comienza la crisis social y es aprovechada por los políticos para afectar la estabilidad política", agregó.
Recordó que en los últimos días un estudio realizado por la fundación alemana Friedrich Ebert Stiftung (FES) en Bolivia identificó que la crisis económica con aumento de la pobreza y el rebrote de la COVID-19 como las dos principales preocupaciones actuales de los bolivianos.
Por tanto, dijo que los desafíos para el 2021 son encarar medidas orientadas a enfrentar la recesión y dar certezas en casos de un posible rebrote de la COVID-19.