SAO PAULO, 18 dic (Xinhua) -- La constructora brasileña Odebrecht, eje del escándalo de corrupción que forma parte del caso "Lava Jato" en Brasil y otros 11 países, anunció hoy viernes que cambió su nombre a Novonor, en el marco de un relanzamiento de imagen y recuperación de la compañía.
"Estamos presentando la marca de una empresa enteramente transformada y que ahora cuenta su historia mirando hacia el futuro. No estamos borrando el pasado. El pasado no se borra", dijo en un comunicado el accionista mayoritario del grupo, Mauricio Odebrecht.
La nueva empresa abandonó el color rojo de Odebrecht y ahora incorporó el azul de Novonor, surgido de la frase "novo norte" (nuevo norte en español).
La gigante de la construcción se derrumbó en imagen y económicamente luego de que en 2017 reunió a 78 ejecutivos para adherirse a un programa judicial de delación premiada y delatar casos de pago de sobornos a funcionarios y de financiación ilegal de campañas electorales.
La compañía se encuentra en recuperación judicial por más de 16.000 millones de dólares, la mayor cifra de la historia de Brasil.
Como parte de sus acuerdos, Odebrecht pagó 2.600 millones de dólares a Estados Unidos, Suiza y Brasil para poder seguir operando con lenidad.
La empresa fundada en 1944 en el estado brasileño de Bahía (noreste) llegó a tener unos 185.000 empleados en varios países del mundo, y ahora con el nuevo nombre se ocupará de seis actividades.
Novonor es un consorcio de seis empresas en ingenería y construcción, movilidad urbana y carreteras, petróleo y gas, mercado inmobiliario, petroquímica e industria naval, con 25.000 empleados, según el comunicado.
Odebrecht y otras constructoras fueron el centro de la operación "Lava Jato" (Autolavado), una investigación judicial en la ciudad de Curitiba, estado sureño de Paraná, que desenmascaró una red de sobornos vinculando a un cártel de la obra pública con la empresa estatal Petrobras.
Doce países fueron afectados por las denuncias de los delatores de Odebrecht sobre sobornos y financiación ilegal de campañas, aunque estos 78 ejecutivos cobraron dinero extra de la empresa para colaborar con el Poder Judicial.
El heredero del imperio Odebrecht, Marcelo Odebrecht, ex presidente de la empresa, fue condenado a 19 años y medio de prisión por haber confesado el pago de sobornos y fraudes en contratos.
Marcelo Odebrecht fue beneficiado en 2017 con la prisión domiciliaria y se encuentra en su residencia del barrio de Morumbí, en Sao Paulo, alejado también de la conducción de la empresa, que inició un proceso de transparencia interna monitoreado por la fiscalía brasileña y el Departamento de Justicia de Estados Unidos.