MADRID, 27 nov (Xinhua) -- El Bazar Oriental, propiedad de una familia china en La Roca del Vallés, municipio cercano a Barcelona (España), se ha convertido en un referente debido a su adaptabilidad en tiempos de COVID-19 y a su eficiencia comercial, como lo refieren varios vecinos en testimonios a Xinhua.
El Bazar Oriental es una de las tiendas más visitadas de este municipio de unos 10.000 habitantes. "Si no tienen una cosa y se la pides, te la traen", dice Encarna García, una de las clientas.
En marzo de 2020 la COVID-19 fue una prueba para la familia de Liu Jian, quienes administran el local. Sin embargo, con disciplina y acatando las normas impuestas por las autoridades, el negocio pudo mantenerse a flote para seguir sirviendo a su clientela.
"Teníamos que seguir las instrucciones del Gobierno. Nos pidieron que cerráramos y así lo hicimos", comenta Liu. En el momento en que el Gobierno de Cataluña permitió que se abrieran los establecimientos, con cita previa, el Bazar Oriental levantó las persianas. "Teníamos cola cada día y nos animó a seguir", resume.
Ahora los clientes pueden acceder libremente, pero con ciertas condiciones. Han tomado protecciones como las demás tiendas de Cataluña. "Nos hemos limitado a hacer lo que nos dicen", explica Liu.
Entre las medidas adoptadas se encuentran el restringir el acceso de personas, dejar a disposición del público gel hidroalcohólico y mantener la distancia de seguridad entre los visitantes. "Hay que tener mucha paciencia. Pero una sonrisa lo puede todo", expone quien administra esta tienda con más de 15 años en el mercado.
Agustín Rodríguez, uno de los clientes, sonríe mientras oye las declaraciones y antes de marcharse se acerca y refiere: "Quiero destacar el comportamiento ejemplar de la sociedad china que ha asumido las restricciones del Gobierno para minimizar la pandemia y erradicarla".
Liu cobra a la gente detrás de una pantalla de metacrilato. Ha rememorado que "los principios (del negocio) fueron complicados, pero poco a poco nos fuimos ganando a la gente". En La Roca del Vallés se dice ahora que el negocio tiene un buen futuro porque antes de la pandemia la esposa de Liu tuvo mellizos.
